CAPITULO 8 Sol, arena y un pervertido.

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---Yokozawa---

Definitivamente este viaje será un infierno...

No puedo creer que soporte por horas a un idiota en todo el vuelo, sino que ahora seremos vecinos, tengo la peor de las suertes...

Primero me rompen el corazón...

Y ahora tengo a un acosador personal, ¿Podría ser peor?

-¿Me podrías soltar ya? –gruñí.
-Es que me encanta tu aroma, y más la sensación de tu cuerpo junto al mío, el sonido de nuestros latidos que se vuelven uno y....
-YA CÁLLATE. –me sonroje- quiero ir a desempacar.
-Puedo ayudarte si lo deseas.
-NO.
-Oh, Takafumi por favor...
-Que no ALBERT.
-Me encanta como suena mi nombre de tu dulce voz.
-Te doy 3 para que me sueltes...
-¿Y si te doy toda la noche? –susurro en mi oído.

Respire profundamente y le dio un golpe en la cabeza.

-MALDITO PERVERTIDO. –entre a mi habitación.
-Takafumi, era una broma, ábreme por favor, prometo portarme bien...
-Deja de molestar.
-Te veré después amor...
-Ese tarado...

Coloque mi ropa en los muebles, tome una muda de ropa y me metí a la bañera ya que hacía mucho calor y estaba sudando un poco, solo a mí se me ocurre colocarme ropa algo abrigadora.

Me coloque un short azul marido, una camisa blanca sin mangas y unos tenis, me seque mi cabello y salí de la habitación. Camine por todo el hotel para conocerlo un poco más, era bastante grande, tenía una sala de billar, un spa, una alberca en la planta alta y baja, restaurante, y un bar.

Salí del hotel y me puse a caminar por los rumbos cercanos al hotel, mi celular comenzó a sonar y lo conteste.

-¿Ya has llegado? –pregunto ansioso.
-Sí Kioshi, ya me instale en el hotel y ahora miro un poco los alrededores.
-Espero que te guste Takafumi.
-Es un gran lugar, si no fuera por... -murmure.
-¿Cómo?
-Nada hijo, nada, -suspire- ¿Cómo están las cosas por allá?
-Muy bien, estoy recibiendo el apoyo de todos.
-Me alegro tanto, Kioshi eres un gran chico y sabrás sacar adelante el trabajo.
-Gracias por tus palabras Takafumi, no sabes cuánto me alegra escucharlas.
-Cualquier cosa no dudes en decírmela.
-No te preocupes por el trabajo, solo preocúpate por nosotros.
-Eh, claro. –murmure.
-Takafumi yo...
-¿Qué ocurre?
-Te quiero. –susurro con un tono de voz ¿seductor?

Deben ser mis imaginaciones, seguramente por la culpa de este estúpido pervertido estoy escuchando cosas demás, aunque...

-Yo también Kioshi...
-Me esforzaré más para estar a tu nivel.
-¿Por qué lo dices?
-Cosas mías, -suspiro- cuídate mucho y te hablo después.
-Sí.

Colgué el teléfono y me dirigí a mi habitación para irme a dormir, ya que el día se me hizo muy pesado.

Afortunadamente no me encontré al pervertido así que suspire y me recosté en mi cama.

"No sé cómo olvidarte Kirishima, pero al final del día tengo que hacerlo..."



---Kirishima---


Otro día más sin poder ver a mi osito, sin poder pedirle perdón apropiadamente.

¿Podré ser perdonado?

Siento que es imposible, lo amo tanto que tengo miedo de no poder estar de nuevo a su lado, se perfectamente que tengo la culpa por imbécil, pero en verdad estoy arrepentido, quiero disculparme apropiadamente, quiero recuperarlo.

¿Puedo tener una segunda oportunidad?

Aunque ahora se me complicará encontrar a mi Yokozawa, ese Kioshi no me permitirá acercarme a él, no puedo creer que se haya enamorado de mi amante, se supone que es su hijo...

No lo entiendo...

Para poder ver a mi amado, debo enfrentarme a Kioshi, pero no como su hijo caprichoso, sino como hombre a hombre, donde ambos queremos el amor de Takafumi, donde queremos ser egoístas con él...

Tome mis cosas y me dirigí a la editorial, afortunadamente casi no tenía trabajo porque lo había adelantado un poco, así que me quede recostado en mi escritorio.

-Zen, ¿Qué rayos te pasa?
- Ijuuin, no sé qué hacer.
-Humm, ¿ahora qué paso?
-Soy un idiota celoso.
-Dime algo que no sepa. –se carcajeo.
-No es divertido, -me recargue en mi asiento- lo perdí, lastime a la persona que más amo.
-¿Hablas del oso gruñón de Marukawa?
-Así es, -suspire- lo lastime por mis celos absurdos, soy lo peor.
-Bueno al menos lo admites.
-No me estas ayudando. –lo mire.
-¿Ya le has llamado?
-Sí, ya fue a su departamento, al área de ventas y no está.
-¿Te estás rindiendo? –me miro.
-NO.
-Eso parece.
-Claro que...
-Entonces, -sonrió- ¿Qué haces aquí perdiendo el tiempo?
-Gracias.
-Corre, y no te detengas, recupéralo pronto.
-Así será.

Corrí hasta el área de ventas y la encontré vacía, me acerque a la oficina de Yokozawa y me di cuenta que la puerta estaba entreabierta, pude escuchar las voces de Takano y Kioshi.

-Entonces Yokozawa ya está en Hawaii.

"¿Hawaii? ¿Cómo es que él...?"

-Así es padre, me dijo que ya había desempacado y que le gusta el lugar, también me deseo suerte en el trabajo y que confía en mí. –respondió Kioshi.
-Me alegro, -comento Takano- ¿Supongo que se quedó en el hotel PRISMA?
-Así es, tenían varios descuentos, además es el mejor del lugar.
-¿No te salió caro?
-Un poco, pero vale la pena si Takafumi está a gusto y puede olvidar al idiota de Kirishima.
-Tal vez tengas razón, aunque no creo que pueda olvidarlo de la noche a la mañana.
-Yo haré eso posible, ya lo verás.

Salí del lugar y me dirigí hasta la oficina de Isaka con un objetivo en mente...

Ir por el amor de mi vida.

-Kirishima, ¿Qué ocurre?
-Me gustaría que me diera unos días, debo salir.
-No lo creo...
-Lo necesito por favor...
-Sabes que Ijuuin Kyo no puede estar...
-Claro que lo estaré, -comento Ijuuin- ya casi el trabajo está listo, él podría obtener esos días.
-¿Cuándo los necesitas? –pregunto Isaka.
-Lo más pronto posible. –comente.
-Bueno, aún quedan asuntos pendientes así que dentro 2 días puedes tomar los que sean necesario.
-Gracias. –suspire.
-Así que ve haciendo tus maletas Zen. –se carcajeo Ijuuin.

Salí de la oficina y tome mi celular.

-¿Papá?
-Hiyo, ¿Qué te parecerían unas vacaciones en Hawaii?



---Yokozawa---

A la mañana siguiente baje a tomar el desayuno, y subí a mi habitación, me dio un baño y me coloque un short negro, una camisa azul desabrochándome los primeros botones y unos converse. Tome un morral donde guarde una toalla y un libro.

Me dirigí a la playa y deje mis cosas en un camastro y me puse a mirar el bello mar.

-Te vez muy lindo Takafumi...
-A-Albert... -lo mire.
-No pensé encontrarte aquí. –sonrió.
-Claro...
-En verdad, -suspiro- es una bella playa ¿no lo crees?
-Tienes razón. –me relaje un poco.
-Quiero disculparme por mi comportamiento, creo que no es el adecuado.
-Vaya que no.
-¿Me permitirías empezar de nuevo?
-Claro.
-Mi nombre es Albert Valentino, -tomo mi mano y la beso- y estoy enamorado de ti.
-¿Q-Qué? –me sonroje.
-Yokozawa Takafumi, desde el día que te conocí puse mis ojos en ti, eres la persona con la que siempre soñé, me gustas, te amo, así que espero puedas enamorarte de mí...
-E-Eso es...
-Tan lindo y tierno...

Tomo mi mentón y me beso, trate de apartarlo, pero algo me lo impidió...

¿Atracción?

¿Ganas de olvidar?

No lo sé...

Sin poder moverme abrí un poco mi boca dándole acceso a ella, en la cual metió su lengua explorando mi boca y entrelazando nuestras lenguas.

-Por favor, -me miro al separarnos- enamórate de mí.
-Y-Yo...
-Puedo esperar todo lo que quieras, solo quiero tenerte para mí, amor mío...

A pesar de que sea un idiota pervertido... no sé porque no puedo alejarme de este tipo...

Tal vez sea mi salvación...  

Destino Incierto (Kirishima x Yokozawa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora