CAPITULO 28 Cuidando al osito.

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---Kirishima---

Me siento tan feliz, soy el hombre más afortunado en la vida.

Tengo a una hija tan linda, a mi amado osito y próximamente tendremos a un integrante más en la familia.

-Quisiera que fuera niño. –lo abracé acariciando su vientre.
-N-No hagas eso. –se sonrojo.
-¿Te molesta que acaricie a mi hijo?
-N-No es eso, -desvió su mirada- no me acostumbro.
-Eres tan lindo.
-C-Cállate.
-Espero que con el embarazo se te quite lo gruñón. –bromee.
-¿A quién le llamas gruñón? –frunció el ceño.
-A ti lindo osito.
-Deja de decirme así.
-Pero eres mi osito y te quiero mucho.
-Si sigues así juro que no me iré de este departamento.
-No lo hagas Onii-chan.

Mi hija entró al departamento y corrió a los brazos de Yokozawa.

-¿Y yo qué? –hice un puchero.

Hiyo me beso la mejilla y se sentó en el sofá.

-¿Te irás? –miro a mi osito.
-Era solo un decir Hiyo, quería molestar a tu papá.
-¿Le hiciste algo a mi Onii-chan?
-La pregunta sería ¿Qué no le hice? –murmure.

Mi osito quería decir algo pero le gano la vergüenza y solo desvió su mirada, mientras que mi hija nos miraba confundida.

-Por cierto, -jale a mi osito haciendo que se sentará a mi lado- tenemos que decirte algo importante.
-¿De qué trata? –sonrió.
-Pues, -comente y tome la mano de Yoko- nosotros...
-¿Se van a casar? –comento alegre mi hijo.
-Claro, -sonreí- nos casaremos lo antes posible.
-¿Quién dijo que me casaría contigo? –gruñó Yokozawa.
-No seas así Takafumi, debemos casarnos.
-Agg, eres tan pesado. –cruzo los brazos.
-No te enojes, no quiero que nuestro pequeño pase corajes.
-¿Eh? –nos miró Hiyo.
-Es verdad, -suspire- hija, lo que quiero decir es que pronto tendrás un hermanito.
-¿Qué? –se sorprendió.
-Hiyo, -tomo su mano Yoko- estoy esperando un hijo de tú papá.
-ONII-CHAN. –grito mi hija y lo abrazo- TENDRÉ UN HERMANITO, QUE EMOCIÓN.

Hiyo recargo su cabeza en el vientre de Yokozawa y comenzó a acariciarlo

-Que felicidad.

Los mire y sonreí, en verdad tengo una gran familia, tan linda y amorosa.

-¿Estás bien Zen? –pregunto preocupado mi osito.
-Papá, ¿pasa algo?

No me había dado cuenta que estaba llorando, solo sentí mis lágrimas rodar por mis mejillas.

-Estoy tan feliz, -comente- ustedes son mi vida entera, son mi gran tesoro al cual voy a proteger.
-E-Eres imposible Zen. –rio Yokozawa.
-Papá, -me tomo de la mano mi hija- somos una gran familia feliz.
-Aunque solo falta una cosa. –comente.
-¿Qué es? –pregunto Yoko.

Me hinque, ante él y saque una cajita de terciopelo color roja. Mi amado se sorprendido y mi hija sonreía.

-Yokozawa Takafumi, quiero compartir contigo mi vida entera, quiero ser yo el dueño de tu corazón, quiero que estés conmigo eternamente, que me dejes demostrarte todos los días cuanto te amo, déjame ser yo quien te cuide cuando enfermes, a quien le reclames cualquier cosa, quien te diga te amo al amanecer, por favor, permíteme ser él único para ti... Takafumi, ¿me harías el honor de casarte conmigo? –abrí la cajita.

Las lágrimas comenzaron a caer de sus hermosos ojos mientras asentía.

-Acepto, -sollozo- acepto casarme contigo Zen.

Tome su mano y la bese, lentamente le coloque el anillo en su dedo.

-Te amo Takafumi, eres lo mejor que me ha pasado.

Él se levantó y yo hice lo mismo, lo tome de la cintura y lo bese tiernamente.

Cuidare a mi hermosa familia, no dejaré que nadie los lastime...


---Ritsu---

Desde que Takano se enteró que puedo quedar embarazado no me ha soltado en todo el tiempo, siempre aprovecha cada momento para hacer "eso" y "aquello".

Ya ha pasado un mes desde que le di la noticia y sigue aferrado a la idea que quiere tener una familia, no me niego a esa posibilidad pero que hagamos el amor a cada rato es...

-Takano-san por favor suéltame ya.
-No, hoy nos quedaremos hasta tarde. –me abrazo.
-Baka, tenemos que trabajar.
-Soy el jefe y no iremos.
-Eres tan irresponsable, -suspiro- ya no me gustas más.
-¿Ritsu?
-Me iré con otro hombre.
-Espera...

Me abrazo de la cintura aferrándose a mí.

-No te dejaré ir.
-E-Era broma.
-Ahora tendrás un castigo. –me miro lujurioso.
-¿Qué?
-Estarás en mis brazos hasta que quedes embarazado.
-¿Eh?
-Empecemos...
-Takano-san por favor...

Mi celular comenzó a sonar y lo tome.

-No contestes, -beso mi espalda- no debe ser importante.
-Pero...
-Oda-kun, necesitamos amarnos un poco más. –sonrió.
-Baka.

Me aparte de él y conteste mi celular.

-¿Diga?
-Ritsu.
-¿Y-Yokozawa? –tartamudee.
-Necesito hablar contigo.
-¿Qué?
-Así que nos vemos en la cafetería de siempre.
-Jejeje yo...
-Y más te vale que traigas tu trasero.
-Hai. –murmure.
-Te veo en una hora.

Colgué el teléfono y sentí un gran escalofrió.

-¿Ocurre algo Ritsu?

Tome mi ropa y camine hacia el baño.

Me di un baño y salí ya vestido.

-¿A dónde crees que vas Oda-kun?

Me incline y bese su mejilla.

-Tengo que ver a Yokozawa.
-¿Paso algo con él?
-No precisamente.
-No creo que te haga nada malo.
-Eso espero. –suspire.
-¿Quieres que te acompañe?
-No gracias, espero que mi tormento sea rápido e indoloro.
-Mi niño, -se levantó y beso mi frente- Yokozawa puede ser gruñón y lo que quieras pero te aprecia, así que no temas.
-Jejeje, si no vuelvo ya sabes porque fue.

Nos reímos un poco y él entró al baño. Yo tome mi cartera y las llaves, salí del departamento para dirigirme al lugar, rogando porque Yokozawa no estuviera tan enfadado.

"No quiero morir joven..."


En todo el camino a la cafetería me preguntaba que tanto me haría Yokozawa, pero pensándolo mejor tal vez el que espere un hijo, pero no fue mi intensión decírselo a Kirishima pensé que ya lo sabía.

Pero debo hablar demás...

Al llegar al lugar encontré a Yokozawa tomando una taza de té mientras comía un poco de pastel, reí un poco porque se veía algo gracioso ver a alguien tan gruñón con una mirada llena de ternura y ser muy tranquilo.

Respire profundamente y me senté frente a él.

-B-Buenos tardes Yokozawa-san. –salude.
-Hola Ritsu.
-Jejeje, ¿debo suplicar por mi vida?
-Posiblemente.
-Lo siento, -solloce- no era mi intención.
-Ah, -suspiro- no pasa nada.
-¿Eh?
-Supongo que me ayudaste a decírselo, no sabía cómo hacerlo.
-Me alegro.
-Pero eso no significa que no me vengare.
-¿Ehhhhhhhhhhhhhhhhhhh?
-Solo bromeaba. –se carcajeo.
-Yokozawa-san no juegue con eso.
-Es que estabas muy tenso.
-Es que pensé que tú...
-Tranquilo, -revolvió mi cabello- no pasa nada.
-Gracias. –suspire tranquilo.

Seguimos charlando y me dijo que sería el padrino de su bebé junto con Takano-san, me alegro haber arreglado nuestras diferencias.

-Qué casualidad encontrarte aquí Ritsu.

Me estremecí al escuchar la voz de mi padre tan cerca.

-Pa-papá. –me levante.
-Quisiera hablar contigo Ritsu, a solo si es necesario.

Mire a Yokozawa y él asintió.

-Lo siento Yokozawa debo hablar con mi padre. –me miro.
-No pasa nada, -sonrió- nos vemos después ¿sí?
-Así será, -sonreí- adiós.

Él se levantó y se fue del lugar.

-Debemos hablar Ritsu.
-Yo no tengo nada que hablar con usted. –gruñí.
-Hijo por favor, todo lo hago por tu bien.
-¿Mi bien? O ¿por el tuyo?
-Ritsu.
-No me alejare de Takano-san.
-Sabes que soy capaz de todo.
-Y yo también, -lo empuje- déjame de molestar, haz de cuenta que no tienes hijo.
-Serás...
-No me dejaré manipular por ti, ni hoy ni nunca....



---Yokozawa---


Me dieron ánimos de bromear con Ritsu, pobre de él estaba muy asustado cuando llego, pero terminamos hablando de nuestros gustos y le dije que él y Masamune serían los padrinos de mi bebé.

Aunque desde que salí del departamento de Zen me fue siguiendo como una sombra, piensa que no me he dado cuenta que me ha seguido.
Sonrió de solo sentir que está muy cerca.

Es muy baka...

Cuando estaba a punto de cruzar la calle para enfrentarlo una mano toma la mía y volteo.

-Hola Yokozawa.
-¿Saki?
-Así es.
-Que sorpresa verlo aquí.
-Lo mismo digo. –sonrió y me soltó.
-¿Cómo está Kioshi?
-Él se encuentra muy bien, está esforzándose para ser un gran escritor.
-Me alegro tanto.
-Te ves muy bien.
-G-Gracias.
-Me preguntaba si querías ir a dar una vuelta conmigo.
-¿Eh?

Mi cabeza comenzó a dolerme y una serie de imágenes aparecía en mi cabeza.




-Eres tierno. –me miro. –Me gustas.
-¿Ah?
-Yokozawa...
-Es que no entendí lo que dijiste Saki.
-Que eres un hombre tan dulce y tierno. –acaricio mi mejilla.
-S-Soy un hombre. –me sonroje.
-Me gustas mucho Takafumi.
-¿Ah? –me sorprendí ante sus palabras.
-Digo que te quiero. –roso mis labios con los suyos.





Sentí como tomaban mi mentón.

-Yokozawa.
-NO LO TOQUES, -grito Kirishima- TAKAFUMI ES MI PROMETIDO Y SOLO YO PUEDO TOCARLO.
-Z-Zen. –murmure.

Saki nos miró sorprendido y sonrió.

-Solo limpiaba su mejilla.
-Sí claro. –chasqueo la lengua mi prometido.
-Bueno nosotros nos vamos, -comente- nos vemos después y saluda a Kioshi de mi parte.
-Así será.

Tome la mano de Zen y camine hasta su auto.

-LO MATARÉ.
-Zen cálmate.
-ESE IDIOTA.

Lo tome del cuello de su camisa y lo bese.

Él se relajó y me abrazo de la cintura.

-Estoy celoso.
-Solo te amo a ti.
-Pero...
-Zen, te amo.
-Mi osito, debo protegerte de todos lo que te pretendan.
-Como si fueran muchos.



---Saki---

Entré a mi casa y camine hasta el sótano.

Ese estúpido castaño aprenderá a que conmigo nadie se mete.

Llegue hasta una habitación y la abrí.

-¿Cómo estás hijo?
-MALDITO BASTARDO. –gruño.
-¿Qué ocurre?
-ME ENGAÑASTE.
-Tú fuiste el idiota que me creyó.
-¿CÓMO CONSEGUISTE LAS PRUEBAS?
-Con dinero el mundo se mueve.

Kioshi trataba de quitarse las cadenas que lo adherían a la cama, me aventaba las cosas que estaban a su alcance.

-TAKAFUMI ES MIO.
-Sí claro, -reí- lo siento pero para llegar a él te necesito.
-ESTÁS ENFERMO.
-Tal vez pero tú lo estabas más, tu urgencia por tenerlo te llevo hasta aquí.

Le deje la charola con comida y camine hasta la puerta.

-Dulces sueños hijo.
-ES UN HIJO DE...

Cerré la puerta con una sonrisa en mis labios. En verdad fue tan idiota...  

Destino Incierto (Kirishima x Yokozawa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora