02 - Musa

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Un verso se mece al compás de tu cintura; resbala lentamente mientras toca el arpa; otro comienza su melódico canto en tu boca; los demás, van formando constelaciones legendarias para dibujar blancas miradas.

Mis manos ahora engendran retóricas figuras y de mi pecho eclosionan las estrofas de mis poesías; aunque mi romance fugaz con la diosa de la rima fue vano, vacío y estéril.

Por eso, abrazo a mi prosa y me recuesto en su pecho, respiro de algún asustado recuerdo, que todavía se esconde en tu ombligo.

Bebo de la tersura de un estribillo que me susurró tu nombre, mientras dormía y fluyen las palabras en una misma escala, todas bailan en mi sien y serán concebidas en el vientre de Calíope.

Me siento como Dante esculpiendo su divina comedia en el regazo de Beatriz; es cierto que no eres la Julia Espín de Bécquer pero fuiste esa suave voz en mis dedos, el óleo del lienzo de mi piel; la inmarcesible orquídea de mi tinta y por ti, tengo toda una vida para brotar versos, cien melodías para velar mis sueños; Mil sabores para mis poesías y Mil eternidades para vivir contigo.

Mil y un poemas en silencio #TDA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora