Se me antojó encender un verso y colgarlo en mi cruz, para que mi sufrimiento tenga la misma melodía que envuelve mi tierna poesía.
Voy a iniciar una tertulia con los buitres que rodean mi cabeza; para retrasar su embestida, que ya me duele antes que se consuma, aquella gris estocada.
Mastico lentamente mi último respiro, quizá intentando disfrutar de lo que ya perdí, de lo que algunos, aún llaman : vida.
Escucho mi voz vacía, como enredada en el eco de la soledad; mis pasos han perdido sus huellas y mi silueta traspasó el umbral de tu puerta como alma en pena.
Mis dedos seguirán bailando en cada tecla, hasta que ya no les quede más tinta que derramar; hasta se conviertan en una sombra que se aloja en la memoria.
Se me ocurre llevar una rosa en mi bolsillo, para no sentirme solo, cuando apaguen la luz y las flores y la lluvia emprendan su viaje…
Quizá lleve un papel y pluma para no aburrirme cuando tenga todo el tiempo que no tuve en vida y se me ocurran algunos versos tardíos.
Llevo mi epitafio tatuado en el pecho, le falta rima, pero sueño con los versos de las exequias en mi memoria; la ansiedad me late en las venas.
Cuando me duerma y quizá no despierte, no te olvides que te amé y quizá lo siga haciendo; si no me crees, escucha la voz de mis versos, en el eterno silencio de mi poesía.
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Mil y un poemas en silencio #TDA2017
PoesieUna historia en base a prosas libres y versos de amor entre recuerdos, sueños, cantos, susurros y gritos desde un corazón enamorado ; algunas veces con tintes de melancolía , pasión, ternura y alegría.