La exigua sangre que recorre mi mente, tiñe de melancolía mis recuerdos y me embarco en un velero que surca todos los recovecos de mi vida.
La melodía de tu mirada me embriaga cual canto de sirena y te busco famélico de ese aroma que le hace falta a mis noches de invierno.
Te veo dormida solo vestida con mi piel, con tu alma quieta y tu respiración con la cadencia de la brisa marina de verano.
Mis labios risueños, me proyectan los estigmas bermejos, de algunos besos tuyos que se negaron a la extinción.
Las imágenes de nuestros encuentros relampaguean lentamente ante mí; me cuesta elegir, todas tienen distintos colores que retratan nuestro amor.
Cada imagen encierra una historia que golpea mi pecho con una amalgama de satisfacción y a veces de un dolor indescriptible.
Divisé tu primera sonrisa hacia mí; pero se alejó indiferente como si tuviera prisa para otra cita y aunque intenté alcanzarla se desvaneció extrañamente.
Algunas imágenes nuestras me sonrojan la sangre, nuestra picardía tierna aún respira en el Empíreo, los colores de esos episodios siempre fueron hialinos y fulgentes.
Voy a componer un álbum y no te extrañes al encontrar mi piel, pues cada fotografía fue tatuada en mi alma, para llevarla siempre conmigo, en mis madrugadas frías, mis noches de insomnio y mis destellos de poesía.
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Mil y un poemas en silencio #TDA2017
PoesíaUna historia en base a prosas libres y versos de amor entre recuerdos, sueños, cantos, susurros y gritos desde un corazón enamorado ; algunas veces con tintes de melancolía , pasión, ternura y alegría.