Camino lentamente y descalzo entre los escombros de una canción hecha trizas, mis pisadas hieden a indiferencia recién horneada.
El letargo me protege del dolor y me parapeto en el umbral de mi orgullo, con la mirada fija en algún rincón de mi agonía.
El tañido de algunos latidos marchitos, me recuerdan algún rezago de angustia que voló hacia otros horizontes lejanos...
Juré sobre mi lecho no lacerar más mi alma, lanzando monedas a tu fuente con mi ilusión encendida y sin celada.
Tiré las cenizas de mis sueños, al mar de mi soberbia y vertí en la piel de mi alma, el agua de Estigia.
Bebí en la copa de mi indolencia, la sangre del dragón para ahogar cualquier atisbo de dolor, siento el silencio de mis heridas, ya no duelen, ahora duermen con placidez.
Mis pocas esperanzas, amordazadas agonizan en algún rincón de mis temores; no hay más vestigios de sufrimiento por respirar.
Me hago inmune a la desilusión, al dolor y apuñalo letalmente al Quijote de mi mente, por unos años, versos o quizá por algunos poemas más...
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Mil y un poemas en silencio #TDA2017
ŞiirUna historia en base a prosas libres y versos de amor entre recuerdos, sueños, cantos, susurros y gritos desde un corazón enamorado ; algunas veces con tintes de melancolía , pasión, ternura y alegría.