31- Verte dormida

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La noche apagó sus luciérnagas y Morfeo va esculpiendo melodías con tus cabellos, los abanicos de tus ojos se cierran lentamente como el crepúsculo.

Yo te contemplo, mientras intento darle color a tus sueños de cristal, tu respirar es plácido y me embriago con tu aliento.

Verte allí, descalza, recorrer mi piel con tus ojos cerrados y mecerte en el vaivén de mis ilusiones, es celestial.

Verte dormida, es oir la voz de Dios en un papel que se baña con el rocío de mi tinta, al compás de un susurro.

Verte dormida, me da paz en medio del temporal, me mantiene con vida en la agonía y renueva mis esperanzas veraniegas.

Verte dormida, tejiendo mi optimismo con hilos de mi fe que retoña en cada latido de tu respirar.

Verte dormida en la quietud de mis ansiedades es acariciar el sosiego de mis labios que aún te arrullan muy despacio.

Verte dormida es bailar con el letargo y soñar despierto , no sé si te veo o te sueño pero te siento respirar suavemente en mi lecho.

Mil y un poemas en silencio #TDA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora