03 - Nuestro encuentro

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Esbozo en mi mente tus pequeños pasos, distraídos, presurosos y siempre tardíos : me llenaban de ansiedad.

Te esperaría toda una vida, siempre con la vista en tu llegada, fumándome una docena de gomas de mascar, viendo cada segundo pasar, cargando en la espalda una mochila de reclamos y regaños que cuando llegabas lo arrojaba al olvido.

Impredecible como el veleidoso tiempo, con tu parsimonia que acariciaba mi impaciencia, solo tú podías besar mi ofuscación para convertirla en un suspiro de embeleso...

Tú y yo respirando un contraste antagónico, en el limbo de lo ilógico: yo esclavizado en los barrotes de la puntualidad ; tú, la dueña del tiempo, viviendo sin prisas ni cadenas; yo, lidiando con mi impaciencia; tú, macerando ambrosías de paz.

No era el tiempo, ni el lugar, solo los dos, cautivos en un mismo cuento; refugiados en nuestro secreto; recostados en el tálamo de la mutua confianza; no se necesitan años para forjarla, ni que las almas sean gemelas.

Éramos dos, casi extraños, bailando una canción desconocida por primera vez; siguiendo los recovecos de nuestra piel; el guión se escribía de momento, las melodías improvisadas engranaban con perfección.

Nuestro encuentro era navegar a la deriva, sin mapas, ni brújula; saborear un manjar con los ojos vendados; bailar sin música a la luz de la luna; contarte un cuento aún no escrito y dibujar en tu piel nuestra historia.

Sentir que me oías con el alma y abrazabas mis agobios, hasta secar mis lágrimas de incertidumbre.

Respirar el mismo miedo al epílogo de nuestra historia ; a despertar de este sueño; al olvido y la indiferencia; a morir; o simplemente : a ser feliz.

Mil y un poemas en silencio #TDA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora