142- Primaveral

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Cómo escribir de flores si mi pecho con la sonrisa árida solo respira los despojos grises de tu ausencia.

Cómo disfrutar el aroma del canto de los pájaros anunciando el equinoccio si aún me consume el letargo de tu vacío en mi piel.

El único rocío que se mece entre mis pétalos cada mañana es el rezago de la lluvia de mis ojos que se durmieron cansados de sangrar.

El sol abrasador sonríe risueño mientras el frío de mi alma sigue tiritando mis huesos que se resisten al tiempo y te esperan.

El invierno y el otoño se fueron abrazados pero dejaron mi piel minada de recuerdos y retazos de nostalgia.

Entonces parece que el eco añejo de tu risa, ha volado cual mariposa y se ha posado en mi nariz, pero solo es el viento que me recuerda de cuando era feliz...

La primavera no es un tiempo que solo se estaciona  en la piel del campo o un  febril deseo  que dibuja de colores nuestros sueños; es  esperanza convertida en fe; una oración hecha milagro que aún brota en los corazones de quienes se atrevieron a despedir al invierno.

Primavera eran tus ojos como girasoles sonriendo

Tus labios como la silueta de una rosa en un sueño

Tus manos, margaritas deshojadas por el viento.

Tus pechos cual orquídeas despertando a mis besos.

Tu ombligo solitario donde florecía una azucena desnuda y en silencio

Y por cada respiro tuyo me nacía en el alma, un verso y de cada latido , en su melodía; brotaba mi más  primaveral poesía.  

Mil y un poemas en silencio #TDA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora