Una Charla

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Recorrí su rostro con la mirada, deslizando la vista por su cabello y ojos negros, observando su mano extendida esperando que lo saludara, hasta volver hacia un pequeño frasco de cristal sobre el mantel desgastado de la mesa, que contenía azúcar.

Lo único que quería era salir de ahí, tomar mi libro y subir a continuarlo en el auto, prender la radio, escuchar música y desvanecerme en ella fingiendo que nada había sucedido. Obviamente no lo hice, principalmente porque tenía la mirada baja, como si me doblegara frente a él, pero también porque estos pensamientos me llevaron a una palabra que resonó en mi mente «Fingir».

Y ahí me di cuenta, era todo lo que hacía en mi vida, fingir, fingir que no necesitaba saber, fingir que él no importaba, fingir y más que eso. Recargué el codo derecho en la mesa y me sostuve la cara en la palma de la mano, elevé mis ojos encontrándome con los suyos. Bajó la mano al notar que no la estrecharía, suspiró, repetí el acto. Si estaba ahí era por una razón, y si mamá lo conocía era por otra, valía la pena al menos intentar una conversación, aunque sabía que regresando a casa, estaría enojado con mamá. 

—¿Quién eres? —Fue lo único que mi boca pudo pronunciar, realmente era mi subconsciente el que hablaba, se limitó a reír

—Jeje bueno... —Se llevó una mano tras la nuca, comportándose como un niño recién regañando, me hizo levantar una ceja— Supongo que ya te lo dije, mi nombre es Goku Son, veintisiete años, actualmente trabajo en...

—Suficiente de formalidades —Lo interrumpí— No entiendo cosas aburridas de adultos, soy un niño

Rió de nuevo — Sin embargo, no lo parece —Señaló el libro cuya lectura tuve que pausar por su culpa

—¿Algún problema con eso? —Pregunté exaltado

—Ninguna de hecho, creo que tu mamá te ha enseñado muy bien —Añadió con una sonrisa y un brilo en los ojos

—Hablando de ella, ¿De dónde la conoces? —Pregunté en un tono muy enojado

Su rostro tomó un tono color carmín, y luego lo desvío buscando a mamá con la mirada, casi como diciendo, o suplicando: "Chichi, ven a ayudarme con tu hijo".

Mamá terminó de atender a unos clientes extranjeros y tomó asiento en una tercera silla en nuestra mesa. 

—Gohan, supongo que ya conociste a Son Goku —Añadió con la misma sonrisa y brillo en las pupilas que minutos antes noté en él

Asentí— Sí, y supongo que empezamos con el pie izquierdo —Comenté mientras observaba por el rabillo del ojo al susodicho Goku

—Mi intención no era que se conociesen así —Dijo bajando la mirada, apenada

¿Es mi padre? Dime que sí madre por favor, para que así pueda romperle la cara ahora mismo por abandonarnos —Pensé con desesperación

—Goku y yo nos conocimos hace un mes en el bar donde trabajo con tu tía Bulma —Dijo haciéndome soltar un suspiro, no sé si de alivio o de preocupación

El resto de la mañana conversamos los tres sobre ese asunto, no fue una conversación muy animada, o al menos para mi, más bien me llenaba de mucha confusión y asombro, logrando que mi cabeza no dejara de formular preguntas durante el resto del día.

Horas después, mamá y yo nos encontrábamos regresando al departamento, ninguno mencionó palabra alguna durante el trayecto, ella manejaba muy concentrada, yo no había continuado con mi lectura, me es difícil concentrarme cuando pienso en otras cosas, y, en ese momento, sólo tenía algo en qué pensar.

Dad? «GoChi» [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora