Narra Alina:
Miraba mi reloj en mi muñeca mover las manecillas con gran lentitud, mi dedo picaba en la mesa al unisono conforme pasaban los segundos, llegaría tarde a mi trabajo nuevamente me sorprende el que no me hubieran despedido desde hace un tiempo.
-Señorita Cooper algún problema?- subo mi mirada hacia el profesor Jeff, quien esta con su mirada reprobatoria.
-Ninguno- murmuro acomodandome en el asiento y suspirando.
-Le agradecería si mantiene el silencio y presta atención a la clase- asiento ante sus palabras bajando mi mirada al sentir la de mis compañeros en mi.
Cuando el profesor indica la salida tomo mis cuadernos y los guardo junto con lo demás rápidamente, camino con rapidez por los pasillos una vez afuera de la universidad, hago señas a un taxi que pare, me recargo en el asiento relajándome y tomando aire.
-Hacia la calle Wells, 300 al oeste frente al viejo edificio- el chofer asiente y comienza a conducir.
Veinte minutos después caminaba deprisa hacia la entrada de la cafetería, cuando empujo la puerta me quedo quieta viendo como el señor Garrett quien es el dueño de la cafereria habla con un chico alto de cabello negro y gran musculatura con uno que otro tatuaje en sus brazos, frunzo mi ceño y la idea de que estoy despedida cruza mi mente. Trago grueso y me acerco, cuando el señor Garrett me nota se gira y una sonrisa se plasma en su rostro.
-Alina niña que gusto verte de nuevo después de un mes- sonrió ante su mirada de ternura, es un señor mayor de cincuenta y dos años, su cabello blanco, sus gafas y su amabilidad lo caracterizan.
-Señor Garrett me alegra verlo de nuevo, le fue bien en su viaje?- le sonrio y él asiente haciendo expandir su sonrisa.
-Mi esposa estaba feliz de celebrar nuestro aniversario numero treinta en Francia- la señora Jane Garrett es elegante pero muy amable y de buen corazón.
-Me alegra mucho- comento sonriendo sin embargo mi mirada se desvía al chico quien tiene su mirada fija en mi intimidándome un poco, aparto mi mirada inmediatamente hacia el señor Garrett quien aclara su garganta.
-Que olvidadizo soy él es Ben Reynolds trabajará desde hoy aquí- dice un poco serio, el chico mantiene una expresión fría sobre mi así que comienzo a jugar con mis manos nerviosa.
-Eso quiere decir que estoy despedida- murmuro bajando mi mirada con un toque de melancolía, sin el trabajo estoy perdida lo necesito para mis estudios y me había acostumbrado a este lugar.
-Oh no porsupuesto que no!! Jane me ha dicho que he sido duro contigo y tiene razón, con tus estudios se te hace difícil llegar temprano y las cargas para el almacén son pesadas, además en estos meses la clientela aumenta así que he decidido contratar a este chico- explica mientras coloca una mano en el hombro de Ben, trato de dar una sonrisa pero fallo en el intento, además de algún modo tiene razón después de que Shay dejara su turno se había vuelto pesado para mi.
-Ben, ella es Alina Cooper cuida mucho a esta niña es como una hija para mi- sonrio ante sus palabras pero mi sonrisa se borra al encontrarme con la mirada inexpresiva del chico -espero que se lleven bien chicos, nos vemos luego- comenta el señor Garett para dar una ultima sonrisa y salir.
El ambiente se vuelve tenso cuando quedamos solos, aun no hay ningún cliente y Ben solo me mira sin decir ninguna palabra, así que aclaro mi garganta incómoda por su actitud.
-Limpiare las mesas- murmuro pasando por su lado, busco en un cajón mi delantal y con dificultad me lo coloco.
-Garrett dijo que tenia que acomodar el almacen, tienes las llaves?- pregunta recargándose en el mostrador elevando su ceja. Busco en el fondo del cajón y al tocar las llaves las tomo y las coloco en el mostrador, él las toma y las mueve en su mano analizándome con su mirada -Que edad tienes?- pregunta de repente con sus ojos entrecerrados, aprieto mis labios y miro hacia otro lado.
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Heartless
Teen Fiction"Los ángeles como tú nacieron para sufrir por demonios como yo" Obra registrada. Derechos de autor.©