Capítulo 16: Lo siento... pero no.

455 64 6
                                    


(Ravi)

Al terminar unos arreglos en mi estudio con unos amigos, decidí ir a refrescarme y tomar una ducha en el dormitorio. Exactamente en el momento en el que abrí la puerta, Hakyeon hyung apresurado se choca contra mi, y pude notar al instante que portaba un pequeño bolso consigo.

- Hyung, ¿Qué sucede?, ¿Donde vas?.- al preguntar eso, empiezo a escuchar sonidos proveniente de adentro.

- Me iré por unos días con mis padres. Lo siento, pero lo necesito.- me explica entristecido y me siento mal por él.

- Está bien Hyung. No te preocupes.- le respondo apoyando mi mano en su hombro, dándole mi apoyo.

- He discutido con Taekwoonie... y...y yo...no puedo...- me dice desanimado y no comprendo que es lo que quiere decirme pero, antes de poder decir algo, escucho un fuerte y claro sonido de un vidrio rompiéndose en pedazos.- Esto me supera, ¿ok?... no puedo calmarle, no puedo... no estoy estable para soportar esto.- me explica acongojado y huye de allí. Quise ir detrás de él, porque no podía dejar que se vaya así pero, el ruido de algo nuevamente rompiéndose me lo prohíbe, provocando que vaya hacia la habitación de Taekwoon.

En ese segundo en el que abro esa puerta, me quedo pasmado y siento como la sangre se me congela de la impresión. Hyung estaba enfurecido y su habitación echa un desastre. En el momento en el que le grito y le detengo con mis brazos, cae al suelo sin parar de llorar.

Me confunde y me enoja su actitud, y creo pensar que se ha enterado de la enfermedad de Hyung, pero no era así.
Y al igual que Hakyeon hyung, se marcha, pero no sin antes comunicarme algo... nos acababan de suspender el Comeback.



(N)

Luego de un extenso viaje en autobus, llegó a mi provincia natal. Le había comentado a mi noona que estaba yendo a casa y se ofrecio a recogerme en la parada.
Ella era 12 años mayor que yo, y me veía como un bebé, siempre podía contar con ella sin importar nada.

- Maknae~.- me saluda con un fuerte abrazo al cual correspondo.- ¿Cómo estuvo el viaje?.- me pregunta tomando mi bolso y metiéndole al auto.

- Tranquilo, he podido descansar unas horas.- le comentó ya dentro del vehículo.

El viaje a casa fue silencioso y agradecí que no me atacara con preguntas al instante, al final y cabo, ella sabía de mis sentimientos hacia mi compañero de grupo.

Ya se estaba ocultando el sol y era la hora de cenar, así que cuando ingrese por la puerta de entrada, el aroma a comida casera de mi madre me hizo sonreír.
Amaba como la casa de mis padres, siempre olía a la deliciosa comida de mi querida madre. Era como una exquisita bienvenida.

Mis padres me saludan alegres por verme, hacía meses que no les veía, desde ese momento donde lo supe todo, no pude regresar.
Por esa razón, mi terapéuta me pidió que los vaya a visitar, debía abrirme con ellos y contarles de mi enfermedad. Si me confesaba ante ellos, estaría dando un gran progreso. Confesar y aceptar mi trauma, mi miedo y mi dolor ante el silencio de mis padres por tantos años, era un obstáculo que debía atravesar.

- Hijo, llegaste justo para la cena.- me saluda mi madre con un dulce abrazo.- Ve a ponerte cómodo, ¿Si?.- dice acariciandome las mejillas.

- Si mamá.

Este ambiente lleno de risas y conversaciones era tan relajante y pacífico. Estar con mis padres, mi noona quien regañaba a mis revoltosos sobrinos, mis sobrinos a los que corrían traviesamente; era simplemente único.

Sea of illusions / NeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora