Capítulo 7: El comienzo de una incertidumbre

638 73 10
                                    



- ¿Alguna vez estuviste así con un hombre?.- le pregunto curioso sin poder dejar de acariciar delicadamente su hombro y su brazo.

- No, nunca. Sería algo impensable.- responde sin dejar de observarme y permitiendo que lo mime.

Nos habíamos acostado en su cama, observandonos mutuamente. Él no paraba de mirarme, se le veía cómodo, relajado, con una suave expresión de felicidad.
Yo por mi parte, no quería dejar de tocarlo, pasaba delicadamente mis dedos por su cuello, clavícula, su hombro, su brazo, su mano.

- ¿En qué piensas?.- le pregunto conectando nuestras miradas.

- En qué ahora, no sé quien soy para ti.- dice acercándose más a mi para hundir su cabeza en mi hombro y rodearme con sus brazos. La felicidad de tenerlo así era increíble. Siempre deseaba que él fuera más expresivo y cariñoso, y gracias a esta situación, podía ver esta nueva faceta de él.

- Seré lo que tu quieras que sea.- digo acariciandole el pelo y la espalda.- Tal vez tu amante.

- ¿Mi amante?.- pregunta levantando la cabeza para estar a centímetros de mi boca.- Eso suena muy turbio.- me dice dándome un pequeño beso en los labios.

- ¿Por qué?. Sería la perfecta definición de lo que somos. Dos amantes se atraen físicamente, sé necesitan, se desean.

- Me dio escalofríos. Mejor mañana hablamos sobre ello. Ahora tengo mucho sueño.- y tras decir eso, me empuja suavemente hasta quedar a espaldas de él.
Siento como me abraza entrelazando nuestras piernas, siento sus labios rozando mi cuello, sus manos aferrandose a mi, pero lo que más fuerte siento en esta postura, era el latido de su corazón en mi espalda.

- Esta bien.- aceptó su propuesta de dormir al ver que quería que yo durmiera con èl y cierro los ojos sin poder borrar mi expresión de felicidad.
Estaba feliz. No sabía exactamente por qué. Sólo sentía que me había quitado un peso de encima, una carga en mi corazón, como si de pronto hubiera comprendido los verdaderos sentimientos ocultos que habían en mi.



(Leo)

Me desperté sobresaltado por culpa de una ruidosa alarma, al estirar mi brazo para desactivar el sonido, choque contra un cuerpo calido y recordé que Hakyeon había dormido conmigo. De allí la razón de porqué sonaba una maldita alarma que no era la mía.
Debía estar muy cansado para no escucharla, así que me estiró un poco más, agarro su celular y desactivo ese sonido escandaloso.

- No quiero despertar.- murmura dormido y sonrio mientras vuelvo a rodearle con mis brazos.

- Si hablas ya estás despierto Hakyeonie, lo que no quieres es abrir los ojos.- le susurró en el oído y siento como su piel se eriza por causa mía.

- Nunca dormí tan bien en mi vida.- me sonríe abriendo los ojos y se da la vuelta para besar mis labios.- Hace mucho que no beso a alguien al despertar.

- Callate que tienes un aliento terrible.- le digo rompiendo por completo su burbuja de romanticismo.

- Idiota.- me insulta levantándose y no puedo evitar reirme por su repentino malhumor.

- Cuando te vayas, cerrame la puerta.- digo volviendo a acobigarme en mi sabana y dándole la espalda para poder seguir durmiendo.
Sólo cuando siento el portazo, me empiezo a reír de él. Era tan adorable cuando se ponía sensible a cualquier cosa que le decía.

Horas después desperté y me preparé para ir a la empresa ya que debía ir a componer con Wonsik. Debía ayudarle con unos arreglos y darle mi opinión. Él y yo siempre trabajamos de esa manera, era algo muy profesional, algo que sólo nosotros compartíamos.
Al llegar a su estudio, le vi experimentando con nuevos sonidos y me senté a su lado siguiendo el ritmo con la cabeza.

Sea of illusions / NeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora