Sea of illusions / Neo

Capítulo 24: Jung Taekwoon, mi corazón duele.

- ¿Qué?, ¿Por qué?. Hyung te ama.- responde anonadado soltando mis manos y su reacción me hace sonreír.

- Me estás malinterpretado. Déjame terminar.- le explicó desviando otra vez mi mirada y enfocándome en esa lapicera en su escritorio.- Necesito que alejes a Taekwoonie de mi sólo por hoy.

- Pero... ¿por qué?.

- Yo sé que sus sentimientos son auténticos, pero mi mente ahora puede llegar a volver a confundir mi juicio. Si él me atosiga con su cariño, perderé mi camino a la realidad. Sólo por hoy... necesito que sólo por hoy, este alejado de mi y que mi corazón lo busque por si sólo.

- ¿Lo amas?.- pregunta en un susurro, ganando mi atención.

- Lo quiero. Sé que lo que siente mi corazón es real. Lo que hay aquí...- le comento tocando mi pecho.- Es real. Pero esto.- digo esta vez señalando mi cabeza.- No tiene ganas de cooperar con lo que siento.

- Entonces... ¿Qué buscas con alejarte solo por hoy?.

- Buscar mil y una razones de porqué debo arriesgarme por él. Estar en una relación juntos, es como pedirme que me suba al titanic. Ya sabes el final.

- Y si sabes el final... ¿Por qué subirse?.- pregunta confuso y me da ternura su curiosidad.

- Porque por amor... las personas son capaces de hacer estupideces.

- Esta bien. Lo haré.- acepta no muy convencido.- Lo mantendré ocupado y alejado de ti, pero no prometo nada. Hyung... esta muy loco por ti.

- Gracias Wonsik. Hoy no estaré por la empresa, así que te estaré haciendo el trabajo más fácil. has que descanse, ¿Si?.- le digo acariciando su pelo mientras me levanto para irme.

- ¿En donde estarás?, ¿Qué vas a hacer en todo el día?.- pregunta justo cuando salía por la puerta.

- Estaré perdido en mi mente.- le respondo dándole la espalda.- Y no quiero, no quiero que nadie me vea.- mi voz sale temblorosa pero firme, y sin querer seguir la conversación, me marcho.

Horas despues de intentar ignorar los llamados y los mensajes de Taekwoon; mientras almorzaba junto a unos amigos, me decido a leer el último mensaje enviado por él.

[ No me gusta que me apartes. Entiendo que deseas pensar a solas, pero no comprendo tu necesidad de alejarme para pensar.
¿Acaso soy problema para ti?. ¿No puedes pensar al lado mío?, ¿No podemos decidir las cosas juntos?. ¿Ahora tengo que esperar a que aparezcas y me digas si o no?.
Yo te amo... pero no quiero esto.
Te abro el camino sólo por hoy, porque lo que siento es así de fuerte como para tolerar esto. Pero la próxima, quédate a mi lado... te aseguro que soy mejor compañía que la soledad.

Abrigate bien y no vuelvas tarde. Te quiero.]

Sonrió a pesar de que mis ojos están llenos de lágrimas y detengo mis ganas de responderle. No podía, a pesar de que mi corazón quería decirle algo, no era el momento de levar anclas.

- ¿Qué sucede?.- pregunto uno de mis amigos.

- Lo siento. Me debo irme.

El sol empezaba estar a lo alto. En plena tarde, empecé a vagar por la cuidad. No tenía un rumbo, ni un lugar determinado al que ir. Estaba en una especie de trance, donde mi propia conciencia estaba alterada.
Estaba consciente de mis pasos, estaba consciente de los ruidos a mi alrededor, pero no era consciente de que mi mente empezaba a nublarse.

Me dolían los pies, pero no podía detenerme. Me dolía la cabeza, pero no quería dejar de pensar.
Hacia mucho esfuerzo en concentrarme, quería pensar en cosas claras, transparentes, lógicas, pero mientras más luchaba por pensar, más llegaba a alterarme.