Capítulo 37: Lo que uno hace por amor.

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Cuando regrese al dormitorio, rogaba que Hakyeonie no estuviese dormido. Ya que este helado de 1 kilo tenía que ser consumido rápidamente, si no la sorpresa se arruinaría.
Para mi era muy importante oficializar la relación, no era algo como para no tomarle importancia. Pero había estado tan centrado en la salud de Hakyeon, tan concentrado en no dejar todo el peso de ser nuevamente líder en sus hombros, que me olvide lo importante que era demostrarle lo mucho que lo amaba.

Cuidarlo y protegerlo no era lo suficiente, si no podía demostrar que realmente estaba seguro de lo que quería. No deseo que piense ni por un segundo, de que estoy huyendo del compromiso que es estar en una relación con un hombre.
Realmente no me importaba eso.
Creo que fue suficiente el dolor que ha experimentado mi corazón y mi alma para estar seguro de él era el amor de mi vida.

Al ver la luz que traspasa bajo su puerta, sonrió y suspiro de alivio. Estaba despierto.

23:24 p.m.



- ¿Puedo pasar?.- pregunto asomando ligeramente mi cabeza al abrir la puerta.

- ¿Qué quieres?.- pregunta frívolamente sin despegar su vista del celular.

- Te he traído una sorpresa. Para pedir perdón por tener una memoria de Carassius auratus.

- ¿Memoria de qué?.- dice aturdido por lo que había pronunciado y cierro la puerta para acomodarme a su lado en la cama, con el pote de helado congelándome hasta los huesos de las manos.

- El pez dorado...- digo riendo como tarado.- se llama así.

- ¿Te parece que estoy de humor para que te hagas el sabiondo?, ¿Y qué hay con el pote de helado?, ¿Esto es la sorpresa?.

- No seas tan duro Hakyeonie. Realmente no era mi intención olvidarlo, pero estaba muy preocupado por ti con el trabajo... y sé que no es excusa pero no quiero que pienses que estoy huyendo de tener un compromiso contigo.- le expreso sinceramente mirándolo a los ojos, y su mirada lentamente empieza a cambiar a una más suave.- Te compré un 1 kilo de tu helado preferido pero esto no exactamente la sorpresa, te daré la sorpresa cuando te comas todo el helado.

- ¿Todo el helado?.

- Si.- afirmo tiernamente.

- Aishh... esta bien.- dice arrebatándome el pote sin dudarlo y sacando de mi bolsillo la cuchara que guardaba allí. Su sonrisa de niño mimado me roba el corazón.

- Tu sonrisa...- digo titubeando.- Hace un minuto me mirabas con caras de pocos amigos y ahora sonríes como si te hubiera dado el mundo.

- Me encanta este helado. Tenía tantas ganas de comer helado, cuando me enojo me gusta hundir mi nariz en un pote de helado.- comenta llenándose la boca, casi escupiéndome lo que me estaba relatando. Asqueroso y adorable. Si, así lo definiría.- ¿Y qué obtengo si me como todo el helado?.

- Lo sabrás cuando lo termines.- le exijo para que siga comiendo, temía que el helado empezará a derretirse con estos 28 grados encima.

- ¡Pero es mucho!.- gimotea acercándome la cuchara a la boca.- Ayúdame.

- No me gusta mucho este sabor.- le explico sin poder evitar que me inserte la cuchara en la boca, casi atragantándome.- ¡Tienes que comerlo por ti mismo!.

- Pero...- su insistente gimoteo es interrumpido por unos golpes en la puerta, y Hongbin se hace ver a través de la puerta. Por un segundo, creí ver brillos en sus ojos.- Hongbinie~, ¿Quieres comer helado con tu Hyung?.

Sea of illusions / NeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora