Yes, I Am.

14th.

Zoe despertó muy temprano al día siguiente, conllevando a que las demás personas en la casa despertaran también. El desayuno ya estaba servido y eran Zoe y Ren los únicos que ya estaban en la mesa, observando atentamente el televisor. La pareja observaba atentamente las noticias y ambos saltaron al escuchar las voces de Hanna y Rachel.

-¿Qué diablos están viendo? Sube un poco el volumen, por favor.

-Buenos días Hanna. Pues no sé a donde diablos llevó Akashi a Kouki ayer pero las noticias tienen notas no muy bonitas.

-¿De qué se tratan?

Rachel ignoró el hecho de que los demás chicos habían tomado asiento en la mesa, excepto Himuro y Murasakibara, que aún no bajaban, para concentrarse en los titulares. El reportero comentaba lo dicho por Akashi en la cena del día anterior y del escándalo que supuso el hecho de que declarara su amor y disposición a casarse y renunciar a todo por un chico. Los titulares no dejaban de llamar a Kouki un oportunista caza fortunas. Incluso en los talkshows hacían bromas y comentarios un poco crueles. Hanna tecleaba un número totalmente molesta y al no obtener respuesta simplemente envió un mensaje.

-¡Ese idiota!

-¿De qué se trata todo eso, chicas? Creí que Akashi-san iría a cenar con Kouki-kun.

-Eso se suponía pero parece que sus planes eran otros.

-Aún así no es justo para Koukicchi que hablen así de él. Ni si quiera lo conocen, Zoecchi.

-Lo mejor será que Kouki no vea las noticias en algún tiempo. Por el bien de él y el de su bebé. A Akashi pueden hacerlo brocheta si quieren.

Todos observaban sorprendidos la forma en la que Takumi hablaba sin dejar de comer un pan con mantequilla. Cuando notó que llamó la atención de todos, simplemente les devolvió la mirada.

-Wow cuñadito, en verdad eres inteligente. La idea de Takumi es la mejor.

-Parece que no me conoces, Hanna. 

Las chicas rieron ante el sonrojo del castaño y fue en ese momento que vieron a Himuro bajando por las escaleras. Lucía exhausto y se sujetaba de la pared para bajar lentamente los escalones. Se sorprendió un poco al ver a todos en la mesa, observándolo como si supieran sus más profundos secretos.

-Buenos días Tatsuya. Parece que alguien se divirtió anoche.

-N-no sé de que hablas, Hanna.

-Por favor, todos sabemos que Atsu-chan no salió de tu habitación desde que llegó anoche.

-Aunque la casa sea aprueba de ruido, los azotes de la cabecera de la cama contra la pared quebraron esa barrera.

Rachel sonrió burlonamente sentada junto a su esposo, viendo divertida la forma en la que Tatsuya se sentaba sonrojado a la mesa.

-Eso es ridículo, además él se fue en la madrugada.

-No mientas, sabemos que nadie salió de la casa. Aominecchi y yo estuvimos despiertos hasta muy tarde, incluso bajamos a la cocina por un aperitivo nocturno.

-¿Qué clase de cosas habrán hecho, Kise-kun?

-No es eso, no podía dormir anoche-ssu.

-Como sea, Atsushi se fue cuando no había nadie abajo y cuando TODOS dormían. Dejen ese tema por favor. Es de mal gusto hablar de alguien a sus espaldas. Además sólo platicamos, me dio los chocolates y se fue, eso es todo.

-¿Muro-chin?

Himuro cerró los ojos suspirando pesadamente pues jamás esperó que su novio bajara en ese momento. El chico se tallaba los ojos entre bostezos mientras caminaba a la mesa.