-Si tenían una fiesta debieron avisarme. No traje nada salvo mi equipaje.
-¡Hikaru!
Las chicas se abalanzaron hacia el musculoso joven de ojos verdes y cabello castaño oscuro que entraba a la casa. Llevaba varias maletas y una mochila en la espalda, no obstante al ver a las chicas tuvo que lanzar todo al suelo para tratar de agarrarlas.
-¡¿Por qué no nos dijiste que vendrías?!
-¡Papá va a estar muy feliz de verte!
-Fue él quien me llamó, Zoe. Pero no vengo solo...
-¡¿En dónde están mis bebés?!
Una mujer se asomaba por la puerta con la bolsa colgando al hombro mientras arrastraba una maleta. Vestía un vestido veraniego con un estampado en plumas de pavorreal mientras que Hikaru vestía el característico pantalón de militar y una camiseta blanca. En cuanto la mujer vio a las chicas corrió hacia ellas, muy a pesar de traer tacones altos. Las cuatro chicas se abrazaron entre un bullicio y una serie de saltitos de un lado a otro, mientras Hikaru veía a las mujeres con una sonrisa en el rostro y con desconfianza a los chicos que le observaban embelesados con las bocas abiertas.
-¿Quiénes son esos? Si ya terminaron de devorarme con la mirada pueden largarse, es una reunión privada.
-Lo olvidé por completo... No deberías tratarlos así, Hikaru, ellos son de fiar.
-Fiar mi trasero. Hasta que no me presenten sus credenciales e historial jamás confiaré en ellos. A esos estúpidos de allá atrás ya los conozco, pero a esos que prácticamente me violan con la vista no.
-Por dios, deja de ser tan egocéntrico y muestra la educación que tienes. Ellos son tus primos, cariño, así que respétalos.
-No sabía que ustedes tenían una hermana mayor, Hannacchi.
-No, por favor... No empiecen...
Hikaru suspiró pesadamente en el momento en que la mujer con la que entró comenzó a hacer manotazos teatrales en forma de agradecimiento por las palabras de Kise. Las chicas sólo reían al ver la reacción de la Kiseki no Sedai pues ellos sí que conocían al par que llegó.
-Tus palabras me agradan, Ryouta-chan. Todos son niños tan lindos. Si no tuvieran pareja me casaría con alguno de ustedes. Quien diría que sería tan afortunada de estar rodeada de chicos tan guapos. Incluso los de allá atrás han crecido demasiado. Atsushi-kun, Taiga-kun y Daiki-kun se ven mejor que nunca... Es una lástima que no estén interesados en las mujeres...
-¡Ya basta mamá! ¡Ya te dije que no te casarás de nuevo! ¡Mataré a cualquier idiota que se atreva a acercarse a ti! ¡Y deja de coquetear con cualquier sujeto tan a la ligera!
-¡¿Mamá?! Espera, ¿cómo sabe nuestros nombres?
-Digamos que compartimos a un idiota en común.
La mujer simplemente reía junto a las Ishimura ante la confusión de todos y mientras Hikaru comenzaba a meter las maletas con furia hacia la casa, murmurando cosas entre dientes.
-Hikaru terminará volviéndose un amargado como papá si haces esas bromas.
-Es una pequeña venganza por ser un aguafiestas.
-Ya, ya, chicos, acérquense a saludar. Ella es Tachibana Kaoru, hermana mayor de mamá y el tío Hiroshi y por ende, nuestra amada tía.
-¿Qué es eso de mayor, Hannie? Si yo apenas tengo veintiocho años pero me veo de veintiuno.
-Sí, ajá, y yo soy el rey de España.
Hikaru colocó las últimas maletas junto a la montaña que ya había adentro, observando a su madre con molestia.
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Yes, I Am.
أدب الهواةLos humanos siempre han culpado al Diablo de las cosas que no pueden explicar, excusándose en que las aberraciones creadas por seres paganos deben eliminarse de la faz de la Tierra. Pero el Diablo no tiene nada que ver en la existencia de los doncel...