De nueva cuenta su cuerpo se derretía ante sus caricias.
El fuerte y fornido cuerpo de su novio moviéndose sobre él, devorando sus labios y recorriendo cada centímetro de su piel le hacía querer quitar hasta la suave sábana de la cama sobre la que estaban acostados. Sus respiraciones agitadas acompañadas del eco de sus húmedos besos llenaban con deseo y necesidad la atmósfera de la habitación.
Teppei paseaba los dedos sobre los calzoncillos de su pareja, poniendo mucha atención en la zona donde su esfínter se localizaba.
Un gran gemido emergió de su garganta. La sonrisa pícara del castaño hizo crecer aún más la erección del azabache. Y éste empezó a gotear al sentir un dedo entrar abruptamente en su interior.El corazón de Hierro frotaba su propio miembro con el del contrario, besando su cuello y lamiendo sus tetillas. El contrario clavó las uñas en los fuertes hombros del castaño cuando éste se colocó con agilidad entre sus piernas, introduciendo su miembro en él. Dolía un poco. Unas cuantas lágrimas se escaparon de sus ojos e incluso así gimoteó su nombre entre sus movimientos.
-A-aghnnmm... T-Teppei... ah- ah.
-Dios santo... Esto es la gloria... Eres perfecto... Hanamiya...
Y entonces despertó de golpe. Abrió los ojos aturdido por el sueño que acababa de tener e inmediatamente giró la mirada hacia su lado derecho, donde Teppei dormía plácidamente abrazando una almohada. La gran erección que éste tenía disgustó tanto a Hyūga que olvidó que él mismo tenía una, producto del sueño que segundos antes había tenido, para propinarle semejante puñetazo en la cara que lo despertó y tiró de la cama en instantes.
-¿¡Qué diablos te pasa!?
-¡Eso debería preguntarte yo, maldito desgraciado! ¿¡Cómo puedes tener una erección de ese tamaño a esta hora de la madrugada!?
-¿¡De qué mierda hablas!? ¡Si tú también tienes una!
-¡Ese no es el punto! ¿¡Cómo te atreves a engañarme con Hanamiya!? ¡Bastardo! ¿Es por qué no hemos tenido sexo, no es así? ¡Maldito degenerado!
Teppei seguía sentado en el suelo, observando a su novio con incredulidad y sueño. -¿De qué carajos hablas?
-¡Acabo de soñar que estábamos teniendo relaciones y de la nada me convertí en Hanamiya! ¡No puedo creer que me engañaras con ese desgraciado!
Al escuchar aquello, Kiyoshi estalló en risas luego de un momento de incertidumbre, regresando a la cama entre carcajadas. Hyūga seguía observándole furioso, excitado y medio dormido.
-¿Qué es tan gracioso? ¡Me estabas manoseando y después a ese maldito!
-Lo gracioso es la incoherencia que estás diciendo en este momento, bebé.
-No me llames así. Lo detesto y te detesto a ti.
-Abre los ojos, Hyūga, ya no estás dormido.
-¿Quieres que me duerma para que puedas ir con él, no es así? ¿Eso quieres?- Furioso tomó su almohada para volver a lanzar un ataque al mayor, pero éste la detuvo en el aire.
-Quien debería estar molesto soy yo. Me despertaste violentamente sólo por un sueño. Admito que es gracioso pero ya deja eso de una vez. ¿Qué te orilló a imaginar esas cosas sobre mí y Hanamiya?
Lentamente un rubor comenzó a aparecer en el rostro de Hyūga al salir del trance del sueño. Estaba tan avergonzado por lo excitado que lo tenía en su sueño que enloqueció al escuchar aquel nombre. No tenía idea del porqué había soñado esas cosas sobre su novio o el por qué aquel nombre apareció en su fantasía pero ahora sí que estaba cayendo en la cuenta del por qué su amiguito estaba tan animado. Aquellas caricias le habían parecido tan reales que incluso tenía la vaga sensación de haberse retorcido en la cama mientras gemía el nombre de su novio. Una gota de sudor recorrió su mejilla antes de que volviera a acostarse y a taparse con la cobija para que no viera su vergüenza en esos instantes. -No sé de qué estás hablando. Vuelve a dormir y deja de despertarme a estas horas... ¿Exactamente qué haces?
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Yes, I Am.
FanficLos humanos siempre han culpado al Diablo de las cosas que no pueden explicar, excusándose en que las aberraciones creadas por seres paganos deben eliminarse de la faz de la Tierra. Pero el Diablo no tiene nada que ver en la existencia de los doncel...