Yes, I Am.

4th.- El juego del destino.

Pasó media hora para que todos estuvieran en sus posiciones. Izuki y Furihata quedaron en la banca mientras que el resto de sus hermanos se enfrentaban a los denominados "príncipes", de los cuales sólo Akashi y Nijimura permanecieron fuera de la cancha.

-¿Saben las reglas?

-Por supuesto que sí, no somos tan idiotas, Kiyoshi.

-Vamos, no tienes por qué poner una expresión tan terrible, Hyuuga. Es hora de saltar.

-Ustedes dos, dejen de hablar. Muy bien, salten.

Aida Riko, junto con Momoi Satsuki, eran las entrenadoras del equipo de baloncesto de la universidad Seirin. La primera siendo una habilidosa entrenadora física, con un gran don para ver el potencial de una persona con sólo ver su cuerpo y la segunda, una estratega nata y la base de datos del equipo. Al escuchar la disputa que tenían los chicos, Riko se ofreció para arbitrar el partido con la excusa de que era una gran oportunidad para analizar pequeñas deficiencias.

Mientras Hyuuga y Kiyoshi saltaban, Momoi observaba tranquilamente desde la banca el movimiento de todos los jugadores, incluyendo a los hermanos.

En cuanto Kiyoshi tocó el balón, lo lanzó hacia sus compañeros y Aomine aprovechó el movimiento del balón para atraparlo en el aire y realizar uno de sus tiros amorfos, encestando exitosamente.

Nadie se lo esperaba y era más que notorio que los hermanos no creían lo que acababan de ver.

-¿Van a dejárnoslo tan fácil, rubia?

Kise y los demás chistaron, sin embargo Kuroko los tranquilizó.

-El partido apenas comienza, si nos mantenemos tranquilos todo terminará bien.

-Con una mierda, Tetsu, si no hablas no me entero de que estás en la cancha.

-Esto es ridículo, sólo debe quedarse sentado y observar, pierde su tiempo.

Kagami tomó posición mientras Himuro se colocaba debajo de la canasta para lanzar el balón y, antes de que alguien pudiera moverse, Himuro fintó de maravilla a Kagami para darle a Kise el balón en la mano, el rubio lo lanzó al aro, justo como Aomine había hecho momentos antes... Por supuesto que nadie se lo esperaba.

-Oh...

-¿Qué demo...? ¿Viste eso, Akashi?

-Nunca esperé que alguien más, a parte de Daiki, fuera capaz de eso. ¿Qué opinas Momoi?

-No sé qué decir... esperaba que hiciera otra cosa, pero no eso...

-¿Cómo lo hiciste rubia?

-¿Sorprendido? Incluso un novato puede hacer algo tan sencillo como eso.

Kise sonreía mientras mantenía la mirada en el moreno pues este seguía sin creer lo que sus ojos acababan de observar.

-Muy bien... esto se pondrá interesante.

Ambos continuaron corriendo hacia el balón hasta que el objeto cayó en las manos de Midorima, quien rápidamente se colocó en disposición para lanzarlo, sin embargo fue interrumpido en ese momento por Takao.

-No tan rápido Shin-chan.

-Takao... Es inútil, no podrás detenerme.

Midorima saltó y lanzó el balón sólo para que Takao se lo arrebatara de un manotazo, haciendo que el balón se dirigiese a Kiyoshi.

Akashi abrió los ojos completamente sorprendido mientras que Nijimura maldecía por lo bajo.

-Tsch, esto es una maldita broma. Primero el debilucho entra a jugar y ahora nos regalan el balón.