Capítulo 10: Un pequeño problema

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El mareo había cesado, pero no el deseo que sentía al ver a Bonnie conmigo. Al llegar a mi casa tardé un rato en abrir la puerta y no pude evitar tropezarme y caer de bruces frente a Bonnie quien no dejaba de reirse y me ayudó a levantarme.

Cuando me sujetó quedé justo frente a ella, de inmediato me dio un beso en los labios que correspondí con mayor intensidad. Era inevitable que mis manos se quedaran quietas con ella en frente. Sujeté su cuello con delicadeza y lo bese, lo lamí y lo mordí. Bonnie se las había arreglado para quitarme el vestido.

-ven- le dije tomando su mano sintiendo como todo daba vueltas llevándola hacia una habitación que no era la principal. Encendí la luz y me recosté sobre la cama haciendo que Bonnie quedara sentada sobre mí. Sonriendo me beso y se retiró el vestido rojo dejando al desnudo todo su cuerpo.

-¿Sin ropa interior Srta Wright?- acariciaba sus pechos hermosos, tersos y duros mientras ella me dedicaba unos cuantos besos en el cuello y omoplatos.

-Es más cómodo-retiró sin tapujo alguno mi ropa interior; y ahí estábamos las dos, completamente desnudas sintiendo el roce de nuestra piel y disfrutando de cada momento al máximo. Bonnie era algo completamente diferente a lo que me imaginaba y a cualquier otra cosa que haya sentido. Quería tenerla así siempre, yo delizaba mis manos por sus curvas y acariciaba con mis labios cada rincón de ella, escuchar sus gemidos y sentir su sudor hacían la combinación perfecta del placer. El tiempo transcurrió y por mi mente sólo se cruzaban imágenes borrosas de Bonnie, sus senos sobre mí y cientos de risas que me perforaban la cabeza hasta tal punto de sentir una gigantesca migraña.

Un poderoso rayo de luz irrumpió en la habitación impidiéndome abrir los ojos y encontrarme con la realidad. Intenté ubicarme en el día y la hora en la que estaba. Domingo, mi casa. De acuerdo, la resaca no fue tan fuerte.

-Buenos días. ¿Tu noche estuvo divertida?- el tono de Thomas me resultaba molesto, traté de recordar lo que había pasado en la noche y resultó sencillo saber que no era la única disfrutando. Abrí ligeramente los ojos y me encontre a Thomas vestido solo con un pantalón de pijama dejando al descubierto su escultural pecho y torneados brazos que estaban cruzados en señal de enojo.

-Me duele la cabeza- mis palabras retumbaban en mí mente haciéndome cerrar nuevamente los ojos del dolor.

-Nunca habías tomado tanto. Ten, lo necesitas- vi un jugo de naranja y un par de pastillas en la mano de Thomas. De inmediato me las tomé sintiendo dificultad para tragarlas por tener seca la garganta.

-¿Y bien? ¿Cómo te fue? ¿Cómo llegaste a la casa sin mí?

-¿Creiste que te iba a esperar? ¿A que hora has llegado?- resultaba más sencillo hablar y abrir los ojos identificando la habitación donde me encontraba. Sujeté instintivamente las sábanas en busca de Bonnie o algo que me hiciera sentir que no me había imaginado el suceso de la noche anterior. Nada.

-Hace una hora. Preferí bañarme antes de venir a despertarte, yo....pensé que te iba a encontrar con alguien, dime ¿Con quien viniste? ¿Te trajeron?

-Que importa- me recosté nuevamente en la cama abrigándome con las cobijas nuevamente consiente de mi desnudez.

-Kiara, realmente me importa saberlo. Sentí su piel tibia acomodarse junto a mi y abrazarme. Era demasiado reconfortante tenerlo a mi lado.-apestas a licor- dijo Thomas oliendo mi pelo- y a perfume de vainilla, no es tuyo ¿Viniste con una mujer?

-¿Sabes qué? No hablemos de mí, cuentame como te fue al dejarme botada y salir con Lara del sitio sin siquiera avisarme.

-¿Como sabes que me fui con Lara?

-¿No es obvio? Además, hasta los meseros lo sabían. ¿Lo disfrutaste? Bien, Bonnie me trajo hasta aquí y no sé en que momento se fue.

-Una noche agitada ¿No?- preguntó con suavidad en mi oido.
Me limité a encoger los hombros.

-¿Estoy sintiendo celos en esta habitación? Lo siento pero es difícil identificar otro aroma que no sea el de alcohol que exhalas. Y de sexo, este cuarto huele completamente a tí.
Es todo. Me levanté torpemente de la cama llena de ira dirigiéndome a la ducha. No soportaba más ese tipo de comentarios.

-Amor espera. ¿Qué haces?

-Me pasé un poco con el trago ¿Sí? No recuerdo muy bien ciertas cosas pero no te da para que me lo menciones como el enorme pecado de la vida. Tu te fuiste del lugar y me dejaste a la merced de lo que quisiera hacer y me acosté con Bonnie. ¿Satisfecho? Espero que tu tiempo con Lara haya sido más que placentero.

Abrí la llave del agua caliente y dejé que humedeciera todo mi cuerpo sintiendo un enorme alivio. Thomas no tardó mucho en entrar tras de mí. Sus manos delizaban con ternura el jabón por mi espalda.

-Perdón por no avisarte, no calculé mi tiempo y al saber que ya te habías ido con alguien más me tranquilicé y preferí no molestarte.

Solo asentí. Thomas cerró la llave y me miró a los ojos. -Lara será mi nueva asistente.

Stevens CorporatedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora