Capítulo 23: Sacrificios por amor

210 20 6
                                    

Lara se puso de pie y guardó el arma dentro de su pantalón, en el momento que recuperó su postura noté un ligero bulto en su abdomen. Ahi estaba, reconocía la diferencia en ella y ver eso me descomponía. El llanto me acompañaba junto con fuertes picadas en la cabeza.

No apagó la luz.

Me dispuse a observar con desespero cualquier cosa que pudiera conseguir para escapar de allí.

Nada.

Vi mis manos sujetas e intenté con la boca desatar el nudo de soga y cinta que habían hecho sobre mis manos. Sentía que el tiempo era demasiado corto y que en cualquier momento Lara volvería a entrar y si me ve intentando escapar me mataría. Todo esto hacía que mis manos temblorosas no reaccionaran de manera rápida y mis dedos no respondieran a mis órdenes.

Oí un sonido muy cercano a mí. Hice una pausa y me detuve a reconocerlo; alguien tosía con fuerza, de hecho esa tos estaba acompañada con horribles sonidos de deglución: Era Lara y estaba vomitando quizá en la habitación continua a la mía; supuse rapidamente que era típico en su condición de embarazo.

Mi cuerpo se despertó de su letargo; debía aprovechar esta oportunidad de correr, pude zafar mis manos y ahora debía desatar mis pies; resultó más fácil y me coloqué de pie, buscaba en toda la habitación algo para defenderme pero no había nada. La puerta estaba con seguro. La desesperación iba en aumento a no ver nada que me permitiera salir de allí.

En ese momento,el cerrojo de la puerta estaba abriéndose así que tome con la poca fuerza que me quedaba y con mucho esfuerzo el decrépito sillón que estaba a punto de desarmarse en mis manos. Iba a salir de aquí. Tenía que hacerlo. Cuando la puerta se abrió vi rapidamente a George Dyer y arremetí contra él.

Me sorprendió mi fuerza, el golpe prácticamente envió a George hacia afuera de la habitación y fue detenido por una baranda.

-JODER! LARAAA, SE ESCAPA!- George gritó y de la ira que sentía en mi interior le propiné un puñetazo a la altura de la mejilla que lo dejó ligeramente en shock.
Pude observar  la barandilla que conducía a una escalera en dirección directa a mi salida.
Mi esperanza se iluminó y mi cuerpo tomó un aire nuevo para salir de aquel sitio tan horrible.

Cuando corría hacia las escaleras Lara salió del baño limpiándose la boca brincando el sofá y al señor Dyer que le obstaculizaban el paso. No dudó un segundo en acercarse hacia el primer piso desde la barandilla y disparar hacia donde me encontraba. El disparo llegó muy cerca a mí por lo que continuaba corriendo a mayor velocidad y bajaba las escaleras pegando grititos al sentir las balas tan cerca de mí. En ese momento algo sujetó una de mis piernas y me hizo perder el equilibrio y caer de bruces frente a la puerta principal de la casa.

Era Lara,se había lanzado practicamente en plancha para sujetarme. Con ira, me haló del cabello obligándome a levantarme.

-Me tiene harta tu actitud heroica Kiara. Entiéndelo, no saldrás jamás de aquí: espero que con esto logres entenderlo.- entramos a una horrible cocina. Las paredes lucían papel tapiz amarillento descolorido y lleno de grasa. Lara me tiró en una silla y hábilmente me ató de nuevo. No iba a rendirme, así tuviera que arrancarme las manos para salir de aquí.

Pero Lara hablaba muy en serio, y jamás me imaginé que fuera capaz de empuñar un arma, y ahora un cuchillo bastante grande. Me miró acariciando la afilada hoja metálica y sin pensarlo mucho lo clavo en mi abdomen. El dolor me cogió desprevenida; era tanta la adrenalina que corría por mis venas que sentí una gigantesca punzada y la sangre salía a borbotones de la herida al tiempo que un par de lágrimas brotaron de mis ojos.

Sentí un ligero estupor, que me permitió ver la situación de una manera diferente; más pausada. Lara tenía una expresión de satisfacción espeluznante y nuevamente clavó el cuchillo en otro lugar. Mis lágrimas caían con fuerza y de manera silenciosa.

Este era el fin para mí, no tardaré demasiado en morir si Lara sigue jugando a clavar el cuchillo donde quiera. El señor Dyer finalmente bajó a la cocina y se sorprendió al ver la escena.

-¿Estás loca?¿Qué crees que haces?- se abalanzó sobre ella para evitar que me clavara el cuchillo nuevamente.-¿Quieres homicidio en la lista de crímenes cometidos? No lo creo.

-No me importa George, ya nada de esto importa. Quiero que sufra. Que ambos sufran.

Sentía que cada vez mas sangre caía al suelo. George tomo mantas y apreto con fuerza las heridas provocadas por el cuchillo. Ya estaba cansada, de todo esto. Hace unos cuantos días llegar siquiera a imaginarme que esto sucedería era prácticamente imposible; pero aquí estaba rogando al cielo para que todo terminara, pero no era así, de alguna manera existían muchas más formas de hacerme sufrir. Thomas, no sabía dónde se encontraba ahora, pero quería verlo; por lo menos que fuera lo último que viera antes de morir.

...

La oficina de Thomas estaba hecha un desastre, policías iban y venían; los gritos de un hombre desesperado no cesaban.
Y Will esperaba atento frente a la puerta de la oficina.

-NECESITO YA SU UBICACIÓN! NO ME IMPORTAN SUS PROTOCOLOS Y NO ME INTERESA NADA MÁS!- los policías salieron de la estancia dejando dentro un hombre completamente destrozado buscando desesperadamente a su esposa.

Se tiró en su sillón cogiendo su cabeza con ambas manos.

-¿Esto es todo?- Will entró a la oficina mirando sorprendido a Thomas.

-¿De qué habla?- se reincorporó extrañado a esa pregunta.

-Kiara averiguó que Lara estaba detrás de todo esto, ella fue quien investigó sin importar las consecuencias; ahora las está pagando. Usted no puede limitarse a lo que hace la policía.

-Pero, ¿Por dónde comenzar? No dejaron rastro, ahora resulta que usted viene a decirme que debo o no hacer para encontrar a mi esposa.

-Tal vez sí pero no lo hemos visto. Oí que los polícias encontraron algunas cámaras que vieron a Lara con Kiara.

Uno de los detectives entró a la oficina.

-Encontramos en unos papeles que estaban en el departamento de los señores Stevens la dirección de la posible residencia del señor Dyer y unas propiedades a su nombre.

Will miró los papeles que el detective tenía en su mano.- Es aquí- señaló una escritura de propiedad de una finca a las afueras de la ciudad.

-En el departamento habían huellas de tierra y en las cámaras vimos a Lara con ropa muy desgastada; es posible.- el detective acertó junto con Will.

-Bueno pues, ¿ Qué esperamos entonces para ir?- Thomas estaba acelerado y necesitaba reaccionar de alguna forma para encontrar a Kiara.

-Debemos solicitar una orden para poder hallanar la propiedad.- el detective se rascó la frente viendo la frustración de Thomas.

-Entonces hágalo ahora!- el detective salió volando de la oficina.

Thomas tomó su chaqueta y los papeles del escritorio.
-A la mierda la orden de registro, nos vamos para allá en este instante.

Will sonrió y lo siguió de inmediato hasta el carro.

Stevens CorporatedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora