¿Por qué lo hizo?

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—¿Y sí así fuera, qué? —Preguntó Jhan algo exaltado.

—Pues no, no te  puede gustar ella. —Respondió el chico y se lanzó a Jhan. Lo golpeó varias veces en la cara.

Jhan no se defendió, pues él es pacifista y no tolera el maltrato, aún si era hacia él. 

Fueron minutos de burla entre los compañeros, entre más pasaba el tiempo, más  niños se acercaban al aula para ver lo que sucedía. Isabel, viendo que Jhan no llegaba y que el salón se llenaba, fue hacia allá. Al entrar, vió a Jhan tirado en el suelo, cubierto de sangre y encima de él, estaba ese chico. A ella le molestaba él,  ya  que siempre la molestaba y le insistía, además, él tenía muchas anotaciones por violencia en la escuela.

La reacción de Isabel fue irse encima de el molesto chico y separarlo. Lo tomó de pelo y lo jaloneó tan fuerte, que él se sorprendió.

—Oye, oye... ¿Qué te pasa? —Se quejó el chico.

—Cállate, ¿Por qué lo golpeas? —Preguntó enojada Isabel. —¡Respondeme!

—Él me dió a entender que te pretendía. 

—¿Y qué demonios con eso? —Preguntó aún más exaltada Isabel. —¡Eso no te da derecho a  golpear a nadie! Y tú, no me gustas... No soy de tu propiedad, vete al demonio, ¡Nunca seré nada  para ti! entiendelo.

Todos los niños presentes se sorprendieron y dijeron:

—Uhhhh. 

El chico un poco avergonzado, la miró con tristeza y salió del salón, los amigos lo siguieron y la gente que estaba en el salón se dispersó. Jhan e Isabel quedaron solos en el salón. Jhan estaba semi inconsciente. Su naríz fue muy lastimada, tenía muy golpeado el rostro, además de un moretón en el brazo derecho. 

—¡Jhan! ¡JHAN! —Lo llamaba desesperaba Isabel. —¿¡Estas despierto!?

Jhan abrió un poco los ojos y le sonrió... Después de eso, Isabel recostó su cabeza en su pecho.

—¡Tonto! ¿Por qué te dejaste golpear? —Le replicó  Isabel a Jhan.

Él no dijo nada. Isabel decidió ir a llamar a la profesora para que se llevaran a Jhan a la enfermería. Cuando Isabel se iba a parar, él con gran dificultad, la tomó de la mano.

—No vayas, estoy bien. —Volvió a sonreír e intentó pararse.

—Espera, te voy a ayudar. —Dijo Isabel ayudándolo a pararse. 

La camiseta de Jhan estaba muy untada de sangre y la Isabel un poco. En cuestión de segundos, llegó la profesora y vió la escena, se sorprendió demasiado.

—¿Qué te pasó? Oh por Dios... Vamos a la enfermería. —La profesora se acercó a Jhan y lo sujetó. —Isabel trae su mochila.  

Se llevaron a Jhan a  la enfermería, allí fue curado. Él seguía insistiendo que no le dolía nada, pero en verdad, él quería llorar. Isabel se tuvo que quedar a fuera de la enfermería. Tenía la mochila de Jhan, la cual olía mucho a él. 

Ya llevaba bastantes minutos esperando, así que le dió la curiosidad de ver que traía Jhan en su mochila. Isabel miró a lado y lado, ya segura de que no venía nadie, abrió un poquito el cierre y sacó un cuaderno. Lo abrió y notó que tenía todo lo del periodo escolar, todas las tareas hechas y en el cuaderno, había una hoja que decía: ''Taller de recuperación escolar''  Ella sabía que ese taller era para que pudiera pasar el año escolar, y notó que tenía un perfecto 10, no tenía ni un solo error. A Isabel se le escapó una pequeña sonrisa, estaba orgullosa de él. Pero pensó: ¿Cómo es posible que ya tenga el año ganado y tan solo lleve dos o tres días? No lo creía, es casi imposible. Sin importarle, Isabel siguió viendo el cuaderno y se encontró con una nota, en la cual decía: 

''A pesar de este tiempo, por fin la encontré.''

 Isabel no dejaba de ver esa nota, y se empezó a preguntar: ¿A quién encontró? ¿Qué quiere decir esto?

En un momento, vio que la profesora salió, Isabel guardó rápido el cuaderno. 

—¿Cómo está Jhan? —Preguntó Isabel a la profesora. 

—Él dice que está bien, pero la doctora dice que tienen que revisarle mejor, así que le pidió una cita médica en el centro de salud.

—¿O sea que se lo llevarán al hospital?

—Eso creo. 

—¿Puedo verlo, profesora?

—Si, entra.

Isabel entró rápido al consultorio, vió a Jhan recostado en la camilla, tenía puesta la bata de hospital, su cara estaba un poco colorada, pero era por los golpes. Isabel soltó la mochila en una silla y se acercó a Jhan.

Hablaron un poco, la doctora hizo que Isabel saliera porque se iban a llevar a Jhan al hospital. Al chico que lo golpeó, lo llevaron a la dirección y lo suspendieron tres días sin derecho a recuperar. 

Al terminar la jornada, Isabel se acercó a la enfermería y vió que no había nadie. Así que salió y se montó en el carro, ya que la esperaba el chofer puntual. Al llegar a la casa, Isabel subió a su cuarto, se cambió la ropa para que nadie viera que estaba untada de sangre y salió al balcón. Miró hacia el de Jhan... Las puertas y las cortinas estaban cerradas, no se veía a nadie. Entró de nuevo a su cuarto y se sentó en su cama, miró su celular y empezó a ver videos para distraerse, pero poco después entró la madre de Isabel.

—Isabel... —Pronunció la madre al entrar. Ella se asustó y soltó el celular. 

—Mamá... ¿Qué haces aquí? —Preguntó nerviosa Isabel.

—No fui a trabajar hoy, ahora... ¿Por qué no haz almorzado? ¿Qué te pasa? —La madre de Isabel notó la preocupación de ella, así que se sentó a su lado. 

—Mami, no tengo nada... Sólo es que no tengo hambre.

—Hicieron tu comida favorita, pasta. —Insistió su madre.

—Más tarde bajo a comer. —Respondió Isabel.

—Está bien... Entonces bajaré tu uniforme a lavar. —La madre de Isabel fue hasta el armario y recogió la ropa. 

Al mover la camiseta, vio que estaba untada de sangre. Isabel estaba asustada, ella no quería que su madre descubriera nada.

Un poco curiosa y preocupada, recogió la ropa y se acercó a Isabel. 

—¿Qué es esto? ¿Podrías decirme que es lo que sucede?

Isabel bajó la cabeza y se recostó en su cama. 

—Golpearon a Jhan. —Respondió Isabel. 

—¿Qué? ¿Tu amigo? —Preguntó de nuevo la madre de Isabel y se sentó en la cama. —¿Por qué?

—Por mi culpa... Un niño del salón lo golpeó sólo porque estaba conmigo... —Persuadió Isabel.

—Vaya... O sea que ¿El niño lo golpeó a él sólo porque estaba contigo? No creo que sea por eso, debe de haber algo más. 

—No... no hay más. —Respondió Isabel un poco nerviosa. 

—¿Acaso él gusta de ti?

—¿Quién? —Preguntó Isabel.

—Jhan.

—Emm no sé. 

—Porque si pelearon, es porque el otro niño estaba celoso. Quizá, pero... en la mirada de Jhan se ve que tu le agradas mucho.

Isabel se sonrojó demasiado y evitó la mirada de su madre. 

—¿Y a ti te gusta él?

El destino: La leyenda del hilo rojo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora