El destino: La leyenda del hilo rojo.

La Verdad.

Isabel se sonrojó bastante, pues... Se sentía un poco avergonzada. No era normal que sus padres supieran de él, eso era lo que pensaba ella. Isabel cerró de carrera las cortinas que cubrían la puerta y se interpuso para que no pasará.

—Tranquila hija, ¿Por qué te pones así? —Preguntó un poco vacilón el padre de Isabel. —Mira como te haz puesto, pareces una fresa.

—Ah- ¿Y-Yo? —Balbuceó Isabel.

—No me digas que... —Iba a comentar el padre de ella.

—¡No! ¡No! —Interrumpió Isabel. —No es eso, sólo estoy avergonzada porque... Ehm, porque... Ay papi, no diré.

—Bueno, descuida... Mejor ve a dormir, mi pequeña.

—Bueno, está bien. —Respondió ansiosa Isabel.

Se acostó en la cama, su padre se acercó a ella y con beso en la frente la despidió, se dirigió a apagar la luz y salió de la habitación. El corazón de Isabel se aceleró, ya que hace mucho tiempo su padre no se despedía de ella así.

Su pequeño momento de felicidad se vio interrumpido por el sonido de las notificaciones de su celular. Isabel se paró de la cama y revisó, y era un mensaje de Jhan.

—''Tu padre te regañó?''.

Ella frunció el ceño enojada. <<''O sea que estaba viendo''>> Pensó. Tomó el celular y respondió:

—''Deberías ir a dormir y no mirar a las casa ajenas''.

Isabel se paró otra vez de la cama y con la luz apagada movió un poco la cortina para ver al balcón de Jhan. Lo vio escribiendo en su celular, revisó el celular de ella y estaba ''escribiendo''.

—''Eso te digo a ti, yo puedo dormirme tarde''.

Isabel un poco sorprendida se preguntó: <<¿Yo? Pero si estoy en mi cama y no estoy viendo su casa.>> Se miró de nuevo. <<Joder, sí. Tonto ese.>>

—''No estoy viendo tu casa, estaba acostada en mi cama apunto de dormir. Hasta que me enviaste ese mensaje''.

—''No me puedes engañar, se que estamos un poco lejos pero puede verte que estás escondida en las cortinas''.

Isabel sorprendida miró a través del vidrio y él la estaba saludando.

—''Eres un tonto, mejor me iré a dormir''.

Isabel apagó el celular delante de él y cerró bien la cortina. Se fue a su cama y se acostó. Se cobijó de pies a cabeza. Poco después se quitó la cobija de la cabeza y miró el techo, sonrió y se paró de la cama, se asomó con más cautela por el vidrio y lo vio con los audífonos puestos y dibujando. Sonrió de nuevo pero esta vez de forma tierna.

<<Por Dios, Isabel... ¿Qué haces? ve a dormir, él no te interesa.>> Se reclamó Isabel mentalmente y volvió a la cama. Después de dar varias vueltas en ella, se pudo quedar dormida.

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Isabel se levantó de la cama, el sol entraba por las ventanas. Se quedó sentada en su cama, tomó su celular y revisó las notificaciones, tenía un mensaje de Jhan.

—''Descansa Isabel''. Fue enviado a las 02:42 a.m.

<<Ese tonto, ¿Que hacía despierto a esa hora?>> Se preguntó Isabel, soltó el celular y se fue arreglar, se bañó y se cepilló. Su larga cabellera solo la peinó y se colocó una balaca.