19 Priscilla

5.1K 587 49
                                    

Priscilla

Alexander se separó de mi, lentamente, tomando mi rostro con cuidado, con gentileza, como si me fuera a desvanecer en cualquier momento.

No podía creerlo. ¡Me había besado! Era él, y me había besado.

Durante tantos años soñé con eso, con volver a ver sus ojos, con volver a sentir su respiración tan cerca de la mía. Y sin embargo, sin pensarlo, lo golpee.

Fue instintivo, no pude evitarlo. Mi mano impactó en su mejilla con un ruido seco.

Alexander me miró confundido. Yo no estaba mejor.

No era como si no me hubiera movido el mundo, lo había hecho, pero.... Philippe. Sus besos eran tan diferentes.

Alexander ya no me despertaba el amor de antaño, si acaso, tal vez una vaga y extraña sensación de nostalgia, un recuerdo. Y Philippe..... Él simplemente me alucinaba.

-Así que todavía estás enojada... - dijo Alexander sonriendo de lado.-...  No te culpo.

Y él se veía tan cambiado.

Sus ojos ya no brillaban como antes, arrugas habían aparecido en su rostro, canas en su cabello. Su aspecto se veía tan severo, tan adusto que parecía una persona diferente ¿Dónde había ido ese calavera desvergonzado del que alguna vez me enamoré?

¿Cómo compararlo con mi esposo? Philippe... ¡Dios él me exitaba con solo verlo! No, en primer lugar ¿Por qué trataba de compararlos? ¿Estaba loca, acaso?

-yo... - ni siquiera sabía que decirle. Estaba en shock.-.... Yo.... Alexander.... Te perdoné hace tanto tiempo.... Yo solo...estoy....

Él sonrió. Con ese simple gesto se parecía tanto a su antiguo yo. Y sin quererlo, también noté que su sonrisa se parecía a la de mi esposo.

-Estoy tan feliz de oirte decir eso... - me dijo mientras tomaba mi mano.-... Podríamos, ya sabes.... Volverlo a intentar, solo a eso he venido.

Solo esas palabras bastaron para regresarme al mundo real. ¿Qué decía? De seguro ni siquiera él lo sabía.

-Alexander, te perdoné, eso es cierto... - retiré mi mano de las suyas y retrocedí unos pasos. -... Pero también rehize mi vida. Tome decisiones que no quiero cambiar por ir tras un sueño obsoleto. ¿O realmente esperabas que yo me quedara hundida en mi amor por ti?

Y.... Debía parar. Lo estaba destruyendo con mis palabras. Lo veía en sus ojos, lo estaba matando. Sus sueños, tal vez lo único que lo mantuvo con vida.

Pero debía hacerlo.

-Fui un tonto soñador al pensarlo, tienes razón.- Alexander bajó la mirada, desolado.

Me sentí como la peor de las mujeres por dañarlo de esa forma. Después de todo, fue alguien a quien ame muchísimo.

-Durante años fui precavida y evité éste momento. Evité venir a Inglaterra, y ahora es tiempo de ser completamente honesta... - le dije. Al menos, si no podía tener esperanza conmigo, le iba a dar la felicidad de saber de Alexia.

-Priscilla, se sincera ¿Eres feliz? - me preguntó evadiendo por completo lo que acababa de decir. Inmediatamente asentí. Y él sonrió triste.-... me alegro que hayas encontrado felicidad a pesar del daño que te causé.... Yo fui un estúpido, lo lamento.

-Ya no importa, y sí, soy muy feliz... Con.... - dudé un segundo. Pero, debía decírcelo.-... Con mi esposo y la familia que hemos formado.

-¿esposo? ¿Eres casada? - preguntó. Su voz me mataba, sonaba tan triste, tan sola, tan vacía. ¡Oh Alexander! ¿Qué hiciste de tu vida?

Amor Y Culpa (Saga Amour #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora