FLOWER GIRL♥ (Zayn, Liam y tú)

Capitulo 38

  *Louis*

–¡Rápido, amor, ya tenemos que llegar a la escuela! –Me gritó Luna desde la cocina. Hasta a ella le afectaba no asistir tres días seguidos a la escuela.

Tomé aire y me puse la bufanda con un movimiento rápido. Algo me decía que hará un frío como el optimun climaticum. Llené mi mochila de los cuadernos que nos tocaba ese día, más los lapiceros necesarios: azul, negro y rojo.

–Ya estoy, Luna –Avisé. Pero ella no me contestó.

Caminé hasta el baño y la vi poniéndose el polvo de maquillaje, era eso o tener ojeras como los pandas del zoológico central de Berlín.
Me acerqué a ella y rodeé mis brazos por su cintura. Tenía de esa cintura de avispa que sólo se encontraba en América y Asia, realmente hermosa.

Nadie escoge su amor,
Nadie el momento,
Ni el sitio, ni la edad,
Ni la persona...

–¿Por qué te maquillas así? –Le pregunté. Dejé un beso en su mejilla, como para que dejara de poner polvo en él, pero ella siguió, quitándome de ahí para no estornudar por el polvo–. ¡Maldición, polla! Vámonos ya al colegio, igual te ves hermosa como siempre.

Me di la vuelta para esperarle en la sala.

–Si voy con maquillaje puede que tu maldito amigo Harry deje de decirme 'bruja' y...

Esperé a que siguiera, pero ella no lo hizo... por muchos segundos, cosa que ya me estaba desesperando.
Me levanté velozmente del sillón y aligeré mis pasos hasta el baño. Ahí estaba ella, apoyada en el borde del inodoro, mientras con una mano se tocaba la cabeza. Esa escena me asustó tanto que no pude ponerme a pensar por un segundo e ir hasta ella y hacer que se apoyara en mi pecho.

–¿Qué pasa? ¿Te sientes bien? –Dije, mientras mis manos pasaban por sus cabellos rubios–. ¿Tomaste algo antes de dormir... o comiste algo que te hizo mal? –Jalé la palanca con mi otra mano. No desviaba mis ojos de ella.

Ella negó con la cabeza.

–No, nada. Seguro que es por que tomé suficientes pastillas para el estrés y dolor de cabeza... seguro es eso –Afirmó.

Asentí con la cabeza. Sí, seguro era eso, ella se pasaba de pastillas en cada ocasión que se sentía mal.
Le hice parar suavemente como si de un bebé pequeño se tratara. Tan frágil parecía que sentía que se destrozaba en pedazos mi hermosa Luna.

–¿Podrás ir a la escuela? Yo me puedo quedar contigo si quieres, de todas formas entiendo todas las clases que nos tocan... hasta te puedo enseñar. ¿Puedes o no? –Pregunté, casi sin poder respirar.

–Sí puedo, vámonos ya –No soltó mi mano.

Aun así yo no podía despreocuparme, aún tenía esa imagen de ella apoyada en el inodoro... me asustaba mucho, incluso pensaba que ya no dormiría en casi cinco años. Ver a la persona que amas, pasando un momento difícil, hace que te parta el corazón.

*Harry*

Busqué como pude a Sulli, pero era imposible con Ren, ya que me daba unas buenas pellizcadas en el brazo. Hasta mi gorro de oso panda me lo quitaba para ponérselo ¡Ese gorro era como mi sello personal!

–Tiene muchos bellos, primo Harry –Dijo él. Ren realmente era un dolor de cabeza a veces.

Le eché un mirada y alejé su brazo suavemente de mí, era menor que yo, por lo que debía tratarle como siempre.

–Tú también, Renato –Sonreí.

Me devolvió la sonrisa, mostrándome sus perfectos dientes... era impresionante como una persona que comer miles de caramelos al día pueda tener una excelente dentadura.