Harry Potter © One Shots.

¨8¨A Ilvermorny.

Amé este One-shot, principalmente porque se trata de la sociedad mágica en Estados Unidos y no en Inglaterra, por lo que fue difícil ya que son muy diferentes, podemos ver a Tina y a Queenie de pequeñas, y sobretodo pude como que inventar el momento donde decidieron ir a Ilvermorny. 

Lo ame, en serio, y estoy pensando en hacer uno sobre Jacob Kowalski o Newt, no lo sé. Ah, y no se preocupen, no hay ningún tipo de spoiler sobre Animales Fantásticos y dónde encontrarlos, pero si quieren entender el One-shot, es necesario ver la película. Les recomiendo que lo lean solo después de verla, no se moverá de aquí.

—¿Cómo es posible que un colegio de magia y hechicería fuese fundado por un No-maj? Inaudito, ¿no, Tina? ¿no, Queenie? ¿En serio piensan que las enviaré a tal catástrofe? No me imagino la cantidad de desorganización que habrá en aquel establecimiento. No, no, no, no.

La señora Goldstein releyó una vez la carta de invitación a Ilvermony para sus nietas, y finalmente, la arrugó para luego tirarla a la basura con sus arregladas manos. Se acomodó en su asiento y siguió leyendo un memorándum de la ministra. Sus nietas, Queenie y Porpentina pusieron sus manos en su cabeza. ¿Qué esperaba su abuela de ellas? ¿Qué permanecieran en casa sin ningún tipo de educación mágica?

—Pueden estudiar como yo—comenzó a decir la señora Goldstein, y sus nietas prestaron atención—. Mi madre, su bisabuela, me enseñó todo lo que sé. Y por lo que mi experiencia me ha contado, soy mejor maga que alguien que pase toda su vida en esa abominación llamada Ilvermony. Preferiría que fueran a Hogwarts, si no quedase tan lejos... ¿Sabes qué? No veo el problema de que estudien en el Instituto de las Brujas de Salem.

La señora Goldstein hablaba muy rápido, y la mayoría de las cosas que decía no llegaban a los oídos de sus nietas, que de vez en cuando se miraban la una a la otra desacreditando lo que su abuela decía. Queenie y Tina habían oído mucho sobre Ilvermorny, y sus cuatro casas, y cómo ellas podrían ser escogidas para alguna, podrían hacer amigos y sobretodo, estarían alejadas de su rigurosa abuela unos meses. Ilvermorny sonaba mucho mejor que el Instituto de las Brujas de Salem, donde solo había mujeres, y no había ningún tipo de dinámica de selección. Aquel instituto sonaba tan riguroso como lo era la señora Goldstein. 

—Abuela—empezó a decir Queenie, al lado de su hermana—, la verdad no veo el problema con que vayamos a Ilvermorny. Tina y yo casi cumpliremos los once años, y estoy segura de que ningún No-maj enseña en Ilvermorny, es... imposible, no sé de qué te preocupas.

—Es cierto—dijo esta vez, Tina, muy motivada a hacer que su abuela tomase la decisión de enviarlas a Ilvermorny en septiembre—. Según las personas, ningún No-maj está enterado de la mínima existencia de Ilvermorny. No corremos ningún riesgo a alguna exposición o peligro.

La señora Goldstein miró a sus nietas con determinación. ¿Cuál era el problema de que estudiaran en casa?

Queenie tomó la carta de invitación arrugada de la basura, y la desdobló. Rápidamente, en lo primero que se fijó fue en el gran logo rojo escarlata con dorado, que tenía en el medio cuatro pétalos azules, con una criatura mágica diferente; la que se encontraba en el norte, si Queenie no se equivocaba, era un Thunderbird, el que se encontraba en el oeste del logo, era una serpiente cornuda, el que estaba al este era un Pukwudgie, una criatura idéntica al elfo doméstico, y el que finalmente estaba en el sur del logo era un Wampus. Todos estaban encerrados en pétalos turquesa y dibujados y contorneados de dorado y cobre.

Queenie tomó rápidamente el papel en sus manos, y se lo enseñó a su hermana.

—Denme eso—dijo la abuela, pero sin intención de quitarle el papel a sus nietas.

Tina observó la carta de Ilvermorny con cuidado.

—Es fantástico.—Dijo embelesada—Abuela te aseguró que en esta escuela no hay ni rastro de algún No-maj. Sólo mira el logo, son criaturas mágicas, y ningún No-maj es capaz de definirlas tan bien—Tina miró a su abuela, que estaba perpleja—. Abuela, por las barbas de Merlín, Ilvermorny no es un zoológico para que seamos expuestas.

—No es eso—comenzó a decir la señora Goldstein—, sé muy bien que todo colegio de magia y hechicería está protegido por el MACUSA, pero aún así, no sé muy bien si es fiable dejar la educación de mis hijas en una escuela fundada por un No-maj.

—Pero también fundada por Isolt Sayre, una gran maga con una excelente historia. Si dejó que un No-maj cooperará en la fundación del colegio, fue por algo.

La señora Goldstein quedó más que sorprendida.

—¿Y ustedes cómo saben tanto de Ilvermorny y todo lo demás?—les preguntó, y sus nietas se miraron la una a la otra y se encogieron de hombros—. Creí que no leían los libros que les traía.

Tina y Queenie le decían a su abuela que no leían los libros que ella les compraba, mayormente porque si le decían que sí lo hacían, y que gracias a ello habían aprendido bastante, su abuela se convencería de que estudiar en casa era lo mejor, y ellas no permitieran eso. Querían ir a Ilvermorny, y harían lo que sea para conseguirlo.

La señora Goldstein miró a sus nietas una vez más, con los labios fruncidos.

—¿Ustedes en serio quieren ir a ese colegio, no es cierto?—dijo, y a sus nietas les brillaron los ojos. 

Después de unos segundos de esperanza en sus nietas—una de flamante pelo rubio y la otra con el cabello tan oscuro como la noche—, la señora Goldstein soltó un largo suspiro de resignación, y dijo arrastrando las palabras:

—Bien.—Sus nietas soltaron un grito de felicidad y corrieron a abrazar a su abuela—. Irán en septiembre, pero no crean que no les escribiré todos los días, ¿oyeron?

La señora Goldstein se libró del abrazo de sus nietas y salió de la sala rápidamente. Queenie y Tina se dedicaron miradas de felicidad y victoria.

Irían a Ilvermorny.

Y si por si acaso les dio curiosidad el porqué Queenie y Tina están bajo la tutela de su abuela, solo para recordárselo a los que vieron la película, Queenie y Tina son huérfanas. Y como no sale más, quise poner a su abuela al mando, ¿por qué no?