24.

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Narra Louis.

Esta vez me desperté a las 4:56 a.m.

Tío,¿qué me pasa?Parece que he dormido una eternidad,pero en realidad no he dormido nada...

Miro a Harry,que esta vez si está dormido,y me acurruco un poco más a él.Le toco la frente y observo que tiene bastante fiebre...Aprovecho que no se despierta,para moverme y colocarme bien.Le quito la venda de la herida del costado.

Está infectada.

Un nudo en la garganta se apoderó de mí,y me entraron ganas terribles de llorar.Y no lo oculté.Unas lágrimas salieron de mis ojos y me las sequé con la manga de mi camiseta.Tiré la venda llena de un líquido viscoso juntada con sangre y me levanté a tirarla.Luego cojí unas cuantas nuevas,y algodones.También cojí agua oxigenada.

Llené los algodones de agua y suero fisiológico y enjuagué la herida,haciéndole estremecerse,pero siempre se mantenía dormido.Puse mi mano en su pecho,y le eché por encima el agua oxigenada,y Harry se retorció y agarró mi mano,por eso la dejé.

-Humn,Louis...-me dijo,sin despertarse.

-Shh,duérmete Harry.-le dí un corto beso en los labios y él sonrió,tocándome la mejilla.

-Te quiero,Lewis...-abrí los ojos muchísimo.¿Qué...?No pude más,y las lágrimas salieron de mis ojos,al darme cuenta que Harry estaba totalmente sedado por las pastillas que le dí antes de dormir...Pero el simple hecho,de haberlo oído salir de sus labios provocaba que me estremeciera.

-Shh...-le mandé a callar de nuevo.

Le puse las vendas en la herida,y como ví que no mejoraba,me permití buscar por internet una solución...Ponía que para las infecciones,lo mejor es cambiar gasas,cuidar y comprar una pomada específica en la farmacia llama 'Leixatrimm Forte II'.Y es lo que hice.Le puse un paño con agua en la frente para que le bajara la fiebre y le puse una nota en la mesa.

'Harry,si por si

acaso te despiertas,

he ido a la farmacia

a por medicinas para

tí.No te preocupes,

está al lado de casa.

Vuelvo en nada xx.

                         -L.'

Cojí mis llaves y fuí sin hacer ruido.Ví que la farmacia de al lado de casa estaba abierta.Me acerqué y le pedí a la dependienta esa pomada,que me la dió,y me enseñó formas de aplicarlo.Le pagué y le dí gracias.Y como algo habitual,ya llegué a casa y lo encontré sentado,con la nota arrugada en una mano,y con el pañuelo de su frente por el suelo.

-Te echaba de menos,jo.-dijo como un niño pequeño.

No pude evitar sonreir.

Surrender. | Larry Stylinson |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora