Surrender. | Larry Stylinson |

11.

Hoooooooooooooola a todos. Este capítulo es un poco corto y tal, porque os tengo preparados muchísimos capítulos, jjjeje, ya veréis.

No os olvidéis de votar y comentar. Os quieeeeeeeeeeeeeeeeero. ccc: <3

Narra Harry.

Al ver que Louis cerró los ojos no quise saber nada más del mundo. Hijo de la gran puta. Corrí hacia el coche policial mientras los policias me intentaban detener, pero no lo conseguían. La rabia me inundaba por completo, y todo mi sentido común se fue a la mierda.

-¡TÚ! ¡HIJO DE PUTA!- empecé a golpear el coche hasta dejarlo completamente amorfo. Pegué patadas y puñetazos. Black, con las manos espesadas salió del coche, soportando el agarre de los cinco policías que querían impedirlo.

Los alejé a todos y di un fuerte puñetazo en la mejilla de Black, aprovechando su ceguera. Le di una patada en sus partes íntimas y él golpeó mi torso, haciendo retorcerme de dolor. Lo cogí de la cabeza y empecé a darle golpes con mi rodilla. Pobre fracasado.

Después de la pelea acabó lleno de moratones y sangre.

-Oye mira, te ves igual de horrendo-solté una risa sarcástica y propiné un último golpe en su espinilla. Al ver unos brazos agarrándome pegué codazos al aire para desacerme de ellos. Querían meterme en otro coche, por la gran paliza que acababan de presenciar. Logré mi objetivo y salí corriendo. Miré hacia atrás mientras a Louis lo ponían en una camilla y lo trasladaban al hospital y metían a arastras a Black al coche policial. Qué se pudra en la cárcel es asqueroso gusano ese.

Lágrimas de impotencia corrían por mis mejillas y grité histércamente mientras golpeaba al suelo con furia. Eché a correr, no sé bien hacia donde.

Narra Louis.

Me desperté en una ambulancia y al hacerlo, un gran dolor en mi pierna se apoderó de mi ser y me retorcí en la camilla. Dios, que dolor más fuerte. A mi lado estaba un enfermero, en prácticas supongo, debido a lo joven que era. Pelo negro y ojos azules, una belleza bastante envidiable, la verdad.

-El paciente ha recuperado la cosciencia-me miró fijamente- Dime, pequeño, ¿cómo te encuentras? ¿Te duele la pierna?-asentí ligeramente sin siquiera tener ganas de hablar. El dolor era insoportable pero me concentré en algo más importante aún. Harry no estaba, y sabiendo como es él, me habría acompañado a toda costa. Recuperé las fuerzas y dije:

-¿Dónde está Harry?-respiré profundamente.

-¿El chico ese de los rizos?-quise sonreir, pero el dolor me lo impedía, así que esa sonrisa se transformó en una mueca de dolor.

-Tranquilo, ya estamos cerca... Pues tu amigo o lo que sea, le metió una paliza a ese tipo gordo y ciego, Dios, fue divertido ver como le daba.

Reí a su comentario, y aunque sentí dolor, la sonrisa no se me esfumó. Supongo que vendrá a verme cuando toda esa furia la descargue con lo que sea...Excepto en follarse a alguna o a...Eleanor. Abrí los ojos entumecido y sentí un dolor punzante, pero esta vez no era en la pierna, sino en el corazón. Espero, es más, confío que no vaya a follársela. Nunca se lo perdonaría aunque...Horas antes, yo me había follado a Nick, pero duh, da igual, con ese beso lo habíamos solucionado.

Horas más tarde...

El tiempo había pasado deprisa. Revisaron el corto y digeron que gracias a Dios, no había causado ningún daño grave, pero que tendría que quedarme ingresado esa noche para poder proceder a desinfectar la herida.

Llamaron a la puerta. Me ilusioné y pensé que podía ser Harry, pero toda la ilusión se me quitó de momento al sentir una lujuria y una excitación tremenda al ver a Nick asomarse por la puerta, con una sonrisa condenadamente sexy. Y sí, ya he caido. El endemoniado es jodidamente guapo y me encanta. Pero, yo estoy enamorado de Harry, por lo que Nick no será más que un polvo pasajero. Bueno, uno, dos y los que se le apetezcan porque, ya estoy empezando a ponerme duro de tenerlo allí. ¿Y qué coño me estaba pasando? Aunque, tengo que decir, que esto no es nada comparado a como me pone Harry.

En fín, ahora mismo quiero concentrarme en Nick, vestido con unos pitillos negros gastandos y una camiseta blanca básica, donde los pezones podían hacerse apreciabl...Ah, mierda.

-Nene...-por Dios, como me pone que me llamen así- ¿Cómo te encuentras? Sé que yo puedo hacerte sentir mejor, pero el hospital no es un lugar seguro.

-Y menos cuando en cualquier momento podría aparecer Harry y arrancarte esa preciosa y tan apetecible polla que tienes-solté sin tan siquiera pensar. Espera, ¿yo he dicho eso? Nick se mordió el labio y se acercó a la cama, cogió una silla y se sentó a mi lado. Metió su mano por encima de las sábanas y posó su mano en mi miembro viril.

-N-Nick, e-esto....-torció su boca haciendo una media sonrisa y empezó a masajearme. Menos mal que la puerta tiene pestillo, y cierran la puerta con las visitas, que si no...Eché la cabeza hacia atrás disfrutando de sus toques y sus masajes. Empecé a notar cierta presión cuando mi miebro estaba palpitante y totalmente erecto.

Por Dios, esto es un puto hospital, ¿qué demonios me pasa? El dolor de la pierna se calmó gracias al placer que este individuo me estaba dando. Me encanta...Empezó a masturbarme lentamente, MUY lentamente, algo que me hizo perder la razón.

-M-más rá...aaaah...rápido-cedió a mi propuesta y me masajeó más rápido, aumentando el ritmo.

-Ya tenemos que finalizar con esta tarea, Lou...Esa erección es bastante notable con la única vestimenta que llevas.-y es verdad, las batas esas del hospital son una mala opción en este caso, ya que ni siquiera nos permiten llevar boxers. Interrumpí mis pensamientos al ver que Nick tenía retenido mi miembro en su boca, lamiendo y succionando. Jadeé y llevé mi mano hacia su cabeza, intentado que se la tragara entera. Dios, este chico hace maravillas con su boca. Mesajeaba mis testículos y la parte que no cabía en su boca, con su mano, Y empezó a lamer y morder más salvajemente y muchísimo más rápido. Fue ahí cuando me derramé en su boca y gemí, alcanzando todo el placer que podía, haciendo mis órganos contraerse y dejándome caer en un delicioso orgasmo.