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Hoooliii. aquí tenéis nuevo capi que hoy es mi cumple ccc: Bueno. disfrutad!

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Narra Louis.

-Como te vayas te juro que te mato, Styles.-digo con la poca voz que tengo.

-Vale, pues estate quieto, no llores más y tírate.-abro los ojos y le miro. Este tío está rematadamente agilipollado. ¿Cómo pretende que me tire desde esta altura. Al ver que estoy pensando, Harry me dice.

-De todas formas vas a morir, muñeco. Haz algo en esta vida y tírate de una puta vez.-noto agresividad en su voz y lo miro, frunciendo el ceño. Me despido de todos mis familiares y le pido a Dios que sea lo que él quiera. Aparto la pierna del otro lado de la valla y miro hacia abajo. Doy un pequeño salto y cierro los ojos mientras unos brazos me rodean. Huelo su perfume y me echo a llorar de nuevo. Soy una puta marica, la que he liado simplemente por una puta verja. Para matarme, vaya. Escuché su risa de fondo mientras yo estaba aterrado y temblando.

-Eres un hijo de puta, Styles-le dije con mal tono y él emitió un leve quejido.

-Y tú una maricona loca, Lou-me sonrió con malicia y me puso en el suelo. Se acercó a mí y me cogió de la cintura para acercarme a él. Puse mis manos en su pecho y noté el latido de su corazón. Estaba muy acelerado. Pensé en un momento que era yo el que causa ese efecto en él, pero lo descarté. ¿Cómo un Dios como Harry iba a desarrollar sentimientos por alguien tan tremendamente ordinario como soy yo? Era un idea estúpida, y mi subconsciente me miraba con una ceja arqueada. Vale, lo sé, soy demasiado idiota. Rodeé su cuello con mis brazos y empecé a moverme desesperadamente, cuando él enrolló sus musculosos brazos a lo largo de mi cintura, dejándome con poca respiración y con una movilidad un poco limitada. Sé por qué lo hace. Cada vez que vamos a besarnos o algo así, cuando estoy cerca de él, me echo hacia atrás para tener un espacio corporal entre nosotros y que mis ganas de lanzarme a él se reduzcan. Quedé muy cerca de sus labios.

-Bésame-susurró. Está claro que era una directa demasiado directa. Un leve gruñido salió de mi garganta y la tensión del momento se apoderó de mí. Dios mío, lo he besado muchas veces, pero nunca ha sido tan "especial" por así decirlo) como este. No quería besarlo. Bueno, a ver, sí quería, pero estaba muy nervioso. El corazón me brotaba en el pecho y tenía una sensación rara en el estómago. Ya podían morirse las mariposas, hijas de la gran puta. Me acerqué tímidamente y contuve la respiración. Posé mis labios en los suyos y los moví un momento, aplastándolos y saboreándolos, antes de separarme.

Hablábamos a susurros, no llegué a entenderlo, estaba sumido en mis pensamientos. Él se reía de mí por mi grado de timidez y volvió a acercar sus labios. Hijo de puta, acercaba sus labios a los míos, acercaba su puta boca y no me hacía nada. No me imagino forma peor de sufrir. Yo no podía hacer nada, porque no soy yo el que suele dar el paso, pero estaba tan jodidamente cerca, pidiéndome más...No lo puedo resistir.

Fue un constante juego toda la noche, con risas y bromas, y no puedo quererle más. Realmente no puedo dejar de pensar en como he podido enamorarme de él, y el modo en que lo conocí no fue la forma más adecuada. Aunque, el chico que violaba a los demás y mataba perros no es el mismo que ahora, ni de lejos.

-Ah Louis-escuché decirle.Lo miré y su rostro cobró una forma divertida.-Estoy saliendo con una chica.

Espera...¡¿QUÉEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?!

Surrender. | Larry Stylinson |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora