28.

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Narra Louis.

Fué decir eso,y me derrumbé.Empecé a llorar como cuál crío de ocho años cuando le quitan la consola "para siempre".

-¿Qué has hecho?¿Qué coño has hecho Harry?-le grité,golpeando el "colchón" en el que estaba.Me miró con cierta duda.Se me notaba que no quería que estuviera ahí postrado un mes o varios días.Aunque suene egoista,lo necesito.

-¿Eres gilipollas?Podríamos estar ahora en casa viendo una película,joder,mientras tú me acariciabas y me decías las putas ganas que tenías de follarme.-en cuanto solté eso,me arrepentí,así que seguí hablando para darle menos importancia.-¿Quién coño ha sido,Harry?Quién,joder,quién.Que te juro que no voy a aguantar a verte aquí mientras ese gilipollas casi te mata.Te juro que le va a doler.

Y sin más,salí del hospital,rumbo desconocido,ha encontrar a aquel gilipollas que casi me roba la vida.Casi me roba a mi amo.

Me adentré en los barrios oscuros más chungos de la ciudad,ya que el que le había hecho eso a Harry,no tenía que ser un pijo revenido que se pone politos de 'Hollister' de 50 € como camiseta informal para ir a correr.

Había un grupo de borrachos colocados no muy lejos de donde yo estaba.No se fijaron en mí.Me escondí detrás de un coche en el que había una especie de meneo un tanto peculiar.No me paré a pensarlo.

-Tíos,¿habéis oido que Harry Styles está en el hospital?-parece que he llegado en el momento perfecto,como en las películas.

-¡No jodas tío!-exclamó uno.-¿por qué?

-Culpa mía.-tenía la voz ronca.-le planté toda la navaja debajo del pulmón.Si lo mato,lo mataré a luz del día,para ver como la luz se desvanece de esos ojos verdes tan hermosos.-dijo con voz de adolescente.Lo mataré.Yo lo mato.Me asomé en la oscuridad.Tenía un parche negro en un ojo.Todo apuntaba a que había sido Harry.

-No le vas a hacer nada,bebé.-le dije.La adrenalina me salia por todos los poros de la piel,y el corazón se me aceleró.Era el momento.

-¿Sí?¿Y quién me lo va a negar?-me miró y se puso blanco,como si hubiera visto un fantasma.Que en realidad lo era.Él había visto como Harry me "mataba" en mi casa.Me acerqué a él y sin más,me lancé sobre él.Le dí patadas a lo largo de todo el cuerpo.Y él no se cortó tampoco.

Grité tan fuerte como pude.Tenía su ojo entre mis manos.Y todo lleno de sangre y líquidos asquerosos.Le había arrancado un ojo.Le había arrancado un puto ojo,hostia.

Algo tiró de mí hacia atrás,y me metió en un coche.

-Agárrate.-me dijo.Yo no sabía quién era,debido a que estaba reprimiendo las arcadas para no vomitar.Aún tenía el ojo en la mano.

Arcadas y más arcadas.Mi estómago daba vuelcos.Se me nubló la vista y supe que me iba a desmayar.Y lo hice.

Me desperté a la hora (o eso creo) en el mismo coche.La voz esa me dijo algo.

-"¿Estás ya despierto?Todavía tienes el ojo en la mano,maricón.Menuda fuerza,joder."

-No...No lo voy a soltar...Se lo voy a dar a Harry...-me giré hacia él.Tenía el pelo negro,aunque el flequillo era rosa fucsia.Un montón de piercings (labio,oreja,nariz...) ,los labios pintados y el delineador negro echado por encima y debajo del ojo.Tenía aspecto agradable.

-Ten.-me ayudó a levantarme.- come esto,te sentirás mejor.

Comí y comí hasta que no pude más,y estuvimos hablando mucho.Se llamaba Ricky (Ricardo en realidad.) Era gay,y según él,yo era un plato muy "apetecible".Me contó que él,quiete vengarse de Black (así se llamaba el ahora ciego.)Y que si él no hubiese estado por allí,ahora mismo probablemente estaría muerto.Me ofreció llevarme al hospital,y yo acepté,gustoso por ver la reacción de Harry.Metí el asqueroso ojo en una cajita muy cuqui,y nos fuimos.

Narra Harry.

Toda la noche despierto.Puto Louis,¿por qué coño no se ha quedado?A saber ahora lo que estará haciendo.Tengo que salir a buscarlo.Espera,no puedo.Tengo cables,anestesia y todo lo que se puede poner para no mover a una persona.Venga,pues a esperar.

Llamaron a la puerta y entró mi muñeco.Gracias a Dios y el cielo.Tenía una caja.Se acercó a mí y posó un cálido beso en mis labios,los que enseguida noté con sabor a hierro.Tiene sangre y moratones,mal cuidados,por todos lados.Posó la caja sobre mis piernas y yo la abrí.Busqué en su interior alguna mariconada de esas que solo las parejas se regalan pero no.Era de forma ovalada,algo pringoso.Lo toqueteé y lo alcé para verlo bien.

Un ojo.

Pero no un simple ojo.Ese color azulado lo distinguiría en todos lados.

El ojo de Black.

Surrender. | Larry Stylinson |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora