Treinta y siete.

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Al irme del departamento de Zayn, decidí que iría al colegio a sobornar maestros. Caminé hasta mi edificio y estaba Liam esperándome recargado en el auto.

-¿Qué tú no deberías estar en el colegio?

-Es más importante mi mamá.

-Es cierto. ¿Me llevarías al colegio, por favor?

-Claro. -Abrió la puerta de la parte de atrás. Caminé hasta el auto y subí a la parte de adelante. Liam cerró la puerta de atrás y luego cerró la mía.

Liam condujo hasta el colegio. Llegamos y bajé del auto, luego me recargué en la ventana.

-¿No vienes?

-No, aquí espero.

-Está bien. -Repliqué y entré al colegio. Caminé hasta la oficina de Valerie, toqué la puerta y enseguida me abrió.

-¡Sabía que vendrías!

-¿Cómo?

-Presentimiento. -La miré extrañada. -Eres mi amiga, debo tener presentimientos. -Sonrió y se hizo a un lado para dejarme pasar, luego me senté en la silla de siempre.

-¿Cuánto crees que me cueste sobornar a los maestros?

-¿Sobornarás a todos?

-Sólo a los que me dan clase.

-Y.. ¿Yo también?

-Tú no eres mi maestra..

-Pero soy tu consejera y secretaria, así que podría llamar a tus padres en cualquier -Interrumpí.

-Está bien, está bien. ¿Cuánto quieres?

-Quince dólares.

-De acuerdo. -Saqué de mi bolsillo dinero y se lo entregué.

-Un gusto hacer negocios contigo. -Sonrió.

-Cómo sea. Iré a sobornar a los demás. -Me paré de la silla y caminé hasta la puerta.

-¡Adiós chica!

-Hasta luego. -Salí.

***

Había sobornado a todos los maestros con veinte dólares a cada uno, esto de tener dinero tenía sus ventajas.
Esperé a los chicos a fuera del colegio para invitarlos a mi departamento y de pasada ver a mi novio.
Me senté en el pasto que estaba cerca de la entrada y esperé a que salieran, muchos ya habían salido así que ellos no tardaban.
Unos minutos después salió Ashton corriendo pero no me había visto.

-¡Ashton! -Grité y él volteó a verme, sonrió y se acercó a mi.

-¡_____! -Me abrazó fuertemente, luego se separó de mi.

-¿Cómo estás? -Le sonreí.

-Eso no importa, tengo un problema.

-No te daré dinero para que pagues tus drogas.

-¿Eh? -Me miró extrañado y yo reí a carcajada.

-Es broma, ¿qué tipo de problema tienes?

-De chicas.

-Cuéntame.

-Me gustan dos chicas.

-¿Cuáles son sus nombres?

-Conny y Lily. -Sonrió bobamente. Curvé los labios queriendo reír.

-¿Y cuál es el problema?

-¡Que me gustan ambas y no sé a quién elegir! Ambas son hermosas.

-Oh, no sé como resolver este problema.

Be Your Everything. «Luke Hemmings»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora