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Como cada miércoles disfrutaba de un paseo en el parque con cinco de mis peludos y hermosos amigos. Nos sentamos a descansar un momento bajo la sombra de un árbol, y por primera vez en toda la tarde habían logrado quedarse quietos, porque pasear a cinco perros no es tan fácil como parece.

Alce mi vista un momento y vi a un hombre acercarse a paso lento, mi corazón se detuvo y luego comenzó a latir frenéticamente.

¿Por qué Dios se empeñaba en poner la tentación delante de mis ojos?

Y vaya tentación.

Sólo él podía verse tan perfectamente bien con ropa deportiva. Traía una remera negra que se pegaba, gracias al sudor, a sus pectorales y a su abdomen marcado. La manga corta se ajustaba a sus brazos y dejaba al descubierto sus tatuajes.

Un pantalón corto que hacía lucir sus piernas trabajadas, su cabello mojado y alborotado, y una fina capa de sudor en su rostro que caía por su cuello. Nadie podía verse tan bien todo sudado, pero él, era la excepción a todo.

Se detuvo frente a mí y colocó sus manos en la cintura -hola- me sonrió.

Mordí mi labio inferior -hola-

Se agachó a acariciar a uno de los perros y me pareció demasiado tierno -no sabía que tuvieras perros-

-no son mis perros, pero los quiero como si lo fueran- expliqué -son de un refugio en el que soy voluntaria-

-qué lindo, es muy noble de tu parte-

-sabes me gustaría hacer más por ellos- acaricie al pequeño Bobby que se acurrucaba en mis piernas -y si pudiera los adoptaría a todos pero mi madre es alérgica-

Justin me miro sorprendido, no entendí porque reaccionó así.

-¿dije algo malo?-

-no, no- sonrió -es solo que me sorprendió lo que dijiste... me parece muy lindo lo que haces, estoy seguro que tus padres están muy orgullosos de ti-

-sí, supongo que lo están- me encogí de hombros.

-bueno, yo si lo estoy- en su rostro se dibujó una sonrisa encantadora que provocó un cosquilleo en mi estómago -y cuéntame... ¿qué más haces?-

-a veces traigo a pasear a los perros, algún otro día de la semana ayudó a bañarlos, a limpiar el refugio... y colaboro con dinero y alimento- dije -me gustaría hacer más pero con la universidad o el tiempo que estoy con papá y el trabajo, solo me permite hacerlo dos o tres veces por semana cuando estoy aquí-

-me gustaría ayudar, así que me avisas la próxima vez y yo me acomodó, y le diré a mis amigos, tal vez conseguimos que adopten a alguno-

-gracias- dije feliz, me emocionaba la idea de encontrar un hogar responsable para ellos - te lo vamos a agradecer mucho Justin-

-no hay de que Selena, me gusta verte feliz- me sonrió, con una de esas sonrisas que generaban una revolución de sensaciones dentro de mí -cuéntame sobre tu trabajo, no sabía que trabajarás en la empresa-

¿Por qué teníamos que hablar sobre la empresa?

-espero no desilusionarte pero no trabajo en la empresa- ese era otro motivo de discusión con mi madre -trabajo de niñera los fines de semana, aunque estoy disponible también durante la semana- lo miré por un segundo, y no logré descifrar qué me diría, no parecía sorprendido ni molesto -sé que no me haré millonaria pero es gratificante tener tu propio dinero y no ser una niña rica malcriada, sé que no necesito el dinero pero estoy con niños y es algo que me gusta-

-te juro que cada vez que te escucho hablar me sorprendo más, ya no sé qué esperar de ti- sonreí apenada -no estoy desilusionado ni nada, al contrario me parece genial que hagas algo que te gusta, pero seguramente esto te trae problemas con tu madre-

-ahora eres adivino- lo oí reír -no le agrada mucho la idea, ella dice que debería comenzar a aprender sobre la empresa porque en algún momento ese negocio será mío... y te confieso que no sé qué haré cuando eso suceda-

-tal vez ahora no tienes experiencia pero cuando te gradúes de la universidad, entenderás muchas cosas, y será un poco más fácil-

-sí, supongo- musité.

-me parece o tu madre cree que estudias publicidad y en realidad estás estudiando otra cosa, como...- pensó por un segundo -doctora o maestra- me había dejado sin palabras, en serio era tan predecible -por la expresión en tu cara estoy en lo cierto-

Me tomó un par de segundos reaccionar y cuando al fin pude articular palabras, hablé -por favor te pido que no se lo digas- suplique -sólo papá sabe de esto-

-tranquila, guardaré el secreto- me guiño su ojo -pero te aconsejo que lo hables con tu mamá, porque se llevará una enorme sorpresa el día de tu graduación-

-desde que comencé la universidad he pensado en eso pero no sé cómo decirle, ni cómo lo tomará, seguro se decepcionara de mí, y no sólo ella sino también mis abuelos y hasta mi tía-

-no puedo garantizarte que no se vayan a enojar, pero no se decepcionaran de ti por hacer algo que te hace feliz-

-es que ese es el problema, lo que me hace feliz es lo mismo que hace feliz a mi padre... y hasta puedo oír a mamá culpando a papá por eso- dije - pero no quiero ser doctora porque mi padre lo es, quiero ser doctora para salvar vidas, para poder ayudar a personas que no pueden pagar un consulta en un hospital, y eso es lo que justamente me hace admirarlo. En casa tiene un pequeño consultorio particular y atiende a muchos niños que no tienen cobertura de salud, y lo hace gratis porque son personas que no pueden pagarlo- vi cómo me observaba fijamente y la sonrisa que tenía en su rostro. Se veía tan lindo -no me veas así- bajé la cabeza para ocultar mis mejillas sonrojadas.

-¿así como? - preguntó con tono burlón y se echó a reír -es la primera vez que te veo sonrojada- ya imagino el color de mi cara luego de oírlo -y te ves tan linda-

-ya- me quejé avergonzada -porque no hablamos de otra cosa- mire hacia otro lado -ya te he contado mucho sobre mí y de ti, solo sé tu nombre y algunas otras cosas-

-oh vamos, tampoco sé todo sobre ti-

-sí, tienes razón... sólo falta que sepas mi talla de zapatos y ya sabrías casi todo- bromeé haciéndolo reír. Que linda era su risa.

-no estaría de más saberlo- me siguió el juego -un par de zapatos es un buen regalo-

-oh vamos- suplique -háblame de ti...- hice un puchero -pero antes me acompañas al refugio-

-vamos-

De camino me habló de su comida favorita, de sus padres y sus hermanos. Casualmente compartimos algunas canciones favoritas.

-ahora dime... también eres publicista-

-no, soy arquitecto y trabajó en la constructora de mi padre-

-oh- espete -y no deberías estar en tu trabajo-

-tú lo has dicho, debería... pero hace unas semanas que no hacía algo de ejercicio y ya lo necesitaba-

Se veía increíblemente bien, no necesitaba nada más.

No puedo amar a mi tío [Jelena]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora