Había sido un día tremendo, estaba tan cansada, y necesitaba tanto dormir.Abrí la puerta y el primero en aparecer para recibirme fue Charlie, acaricie su cabeza y seguí mi camino, mientras él, no dejaba de saltarme. La casa estaba en silencio, y eso era muy peligroso.
En la cocina había una olla con macarrones con queso y algunos crayones; la sala también estaba vacía, aunque sobre la mesa del comedor había hojas y una pequeña cajita con acuarelas. Me detuve a mirar los dibujos, estaba Charlie, en otros papá y su princesa, y en uno estaba yo. Me llamo la atención verme, usaba un vestido largo como princesa, aunque últimamente todo lo que dibujaba eran princesas. Pero traía una ramo de flores en mis manos y un velo en mi cabeza. Supongo que habían estado viendo alguna película sobre una boda.
La idea del matrimonio me hizo sentir nostalgia, llevábamos diez años juntos y hasta ahora nunca habíamos tocado el tema. Yo si quería casarme pero siendo sincera nunca se lo había comentado a Justin, y él tampoco me hablaba al respecto; tal vez la mala experiencia de su primer matrimonio le hizo sentir rechazo, y por eso se rehusaba a hablar del tema.
Pero no tenía porqué ser así. Lo nuestro era diferente, nos amábamos, nos apoyabamos, no éramos perfectos porque la perfección no existe pero cada día hacemos algo para que nuestra relación funcione y se mantenga viva. Y yo amo a mi hombre, cada día un poco más.
Nuestra habitación también se encontraba vacía, aunque la televisión estaba encendida, la cama revuelta y varios juguetes desparramados por el piso. Sólo quedaba su habitación, mientras me acercaba escuchaba sus risas y un “escondete, escondete”.
Cruce la puerta y un “boo” junto a sus risas al unísono -¿te asuste?- extendió sus brazos para que yo la cargara.
-Si mi amor- bese su mejilla -estoy muy asustada- miré su rostro todo pintando, un color fucsia en sus párpados que resaltaba sus ojos miel, los mismos ojos miel de Justin. Sus labios de color rosa y algo de brillo en sus mejillas. Vestía botas vaqueras y un vestido de princesa, mire a Justin, exigiéndole una explicación.
-ella eligió su ropa, y al parecer encontró tu maquillaje- sonrió y se encogió de hombros.
Desvíe mi vista de Justin para observar la pared, y juro que casi me da un infarto cuando vi toda la pared escrita, había dibujos por todos lados, hasta en las cortinas. Y ahora una mirada asesina se clavó sobre él -¡Justin!- exclame con seriedad -¿por qué se lo permitiste?-
-eso tiene una explicación- intentó justificarse, definitivamente estaba en problemas. En un movimiento rápido tomó a nuestra hija y la bajó al piso -Emory, princesa, porque no le cuentas a mamá que dibujamos hoy- le dio una sonrisa cómplice y ella me tomo de la mano.
Yo volví a mirarlo y negué con mi cabeza, definitivamente hablaríamos después.
Todo el largo de la pared, de unos tres metros, estaba cubierto de dibujos. Me habló de un cuento que le contó papá, sobre un león al que no le gustaba su melena. Luego dibujó las princesas Disney, y por último a Charlie, a los abuelos, a mamá y a papá.
Mi princesa tenía cinco años y era sumamente inteligente, sabía contar y reconocía correctamente los números, conocía los colores y podía escribir su nombre sin la necesidad de verlo. Una niña alegre y feliz, aunque a veces tímida, idéntica a Justin, pero de cabello castaño oscuro.
Al final de la pared se leía Emory y papá te aman junto a un corazón. Pero más abajo había algo más, era la letra de mi pequeña pero seguramente lo había escrito con la ayuda de Justin “¿te casarías conmigo?”.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, lo mire a él que nos contemplaba fascinado, con una enorme sonrisa.
No cabía la felicidad en mi cuerpo, y mi corazón explotaba de alegría. -¿nena te quieres casar conmigo?- me volvió a preguntar, mostrandome un anillo.
-di que si mami- insistió nuestra pequeña, que nos observaba maravillada.
Yo asentí, y lo abrace -aceptó una y mil veces-
Atrás quedó el pasado, y todo lo que tuvimos que pasar para formar la familia que tenemos. Y cuando miro hacia atrás, pienso en lo loco que fue todo, y como terminamos juntos, porque hoy si puedo amar a tío, o más bien a Justin, a mi futuro esposo.
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Gracias y sólo gracias 💜
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No puedo amar a mi tío [Jelena]
FanfikceMe enamore del dios griego que tiene mi tía por esposo.