No puedo amar a mi tío [Jelena]

03

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Al mismo tiempo que se acercaba a nosotros lo vi quitarse sus anteojos de sol y pasar su lengua por sus labios, de la forma más sexy posible. Era mucho más lindo de lo que yo creía, sin la oscuridad y las luces de neón.

Se veía tan perfecto, usaba un pantalón negro y botas a tono. Una camiseta blanca y una camisa gris claro desabotonada y arremangada dejando al descubierto sus tatuajes en ambos antebrazos. Su cabello dorado peinado hacia arriba y una minúscula y atractiva barba.

-cariño, él es Justin- la voz de mi tía fue como un golpe para volver a la realidad -mi esposo-

No imagino mi cara en ese momento, por supuesto que al verlo bajar del mismo auto era de suponer que era su esposo, pero necesitaba oírlo para convencerme.

Me sentía una zorra de solo recordar lo que yo había hecho el viernes en la noche. ¡Por dios! Lo había besado y pensaba acostarme con él, y es mi tío ¡Por dios es mi tío!

A Justin, hasta su nombre era lindo, parecía no importarle quien fuera yo porque ni siquiera se sorprendió.

-ella es mi sobrina Selena- dijo mi tía Halle -y él es Joe-

-gusto en conocerte Selena- hablo y luego estrechó su mano con la de mi amigo.

-am... hola- balbucee -que bueno conocerte... tío- tierra trágame - mi madre me habló mucho de ti- lo vi fruncir el ceño -y felicidades por la boda-

-gracias- respondió ella con una enorme sonrisa -perdón por no haberte invitado, pero fue de improvisto- le guiño un ojo a su esposo junto a una sonrisa coqueta.

-no sé preocupen, mamá me contó todo-

-bueno Sel, te dejamos con Joe- tomó la mano del dios griego parado a su lado -nosotros iremos a saludar a Mandy-

Lo vuelvo a repetir, tierra trágame.

-no puedo creer que tú tía se haya casado- hablo Joe -ese hombre es muy afortunado, tu tía es hermosa- le di un golpe -auch, eso me dolió- se quejó.

-mejor no hablemos de mi tía y su esposo-

Miró su celular -tengo que irme pequeña-

-no- rogué, era mejor ver a Justin sabiendo que tenía a Joe, antes que hacerlo sola -porque no te quedas a almorzar... vendrán mis abuelos... y sabes que ellos te aman- estaba desesperada, necesitaba que se quedara conmigo.

-nena todo el mundo me ama- me guiño su ojo ¿por qué no habla en serio? -me gustaría mucho pero en casa me están esperando... te veré después-

-okey Joe- lo abracé -gracias por haber venido-

Beso mi frente -que bueno es tenerte en casa de nuevo-

Vi a Joe subir a su camioneta y alejarse. Me quede afuera un rato más, torturándome con la idea de que Justin es mi tío, que lo había besado y que me moría de ganas de tener sexo con él. Apuesto que debe ser muy bueno en la... ¿en qué mierda estoy pensando?

Moví mi cabeza, intentando borrar esos absurdos pensamientos de mi mente, y decidí entrar porque no podía quedarme afuera hasta que ellos volvieran a casa, aunque no era mala idea, pero no, no podía, el almuerzo era para celebrar mi cumpleaños.

Entre y camine a la cocina, donde estaban los tres.

-Sel ¿y Joe?- preguntó mamá apenas me vio.

-tuvo que irse, lo están esperando en casa- me encogí de hombros.

-oh bueno, me hubiera gustado que almorzara con nosotros, es tan encantador- rodé mis ojos, maldito manipulador -hija porque no vas a buscar a tus abuelos, ya casi está listo el almuerzo-

-si, claro- me di la vuelta para buscar las llaves de mi auto, pero no estaban, así que regresé sobre mis pasos -¿má y mis llaves?-

-oh cariño, olvide contarte, tu auto tenía algunos problemas así que lo lleve al taller-

-oh- espete -bueno iré en el tuyo entonces- giré sobre mis talones y oí su voz detenerme -hija cuando llegamos a casa del aeropuerto note que se pinchó un neumático así que debo cambiarlo- ¿en serio? - porque no vas con Justin- no, no y no.

Ella miró a mi tío - ¿podrías ir con Selena a buscar a mis padres?- él asintió.

-bueno...- balbuceé con un tono de voz apenas audible –nos vamos-

Yo caminaba delante de él a paso acelerado, quería mantenerme lo más alejada posible pero al parecer el destino, Dios y mi madre conspiraban en mi contra, empeñándose en evitarlo.

Me abrió la puerta del automóvil y luego de subirse encendió el estéreo. Se escuchó el final de "Won't go home without you" de Maroon 5, para darle paso a "Uptown funk" de Mark Ronson y Bruno Mars. Cantaba la canción en mi cabeza mientras observaba la ciudad a través de la ventanilla, definitivamente sería un viaje largo.

Escuchaba su voz cantar los coros, es tan linda, tal vez habría sido un gran cantante. Debo admitir que me estaba volviendo loca de tenerlo tan cerca, su aroma varonil que inundaba mis fosas nasales, su voz embriagadora y podía jurar que sentía su mirada sobre mí, de vez en cuando. Lo mire por un segundo, tenía un perfil perfecto, baje la vista a sus manos grandes y ahí estaba, el anillo de bodas en su mano izquierda.

Detuvo el automóvil en un semáforo y aproveché para bajarme, no podía seguir ahí adentro con él. Oí su voz llamándome para detenerme, pero solo hice oídos sordos. Me aleje corriendo con todas mis fuerzas y cuando no pude más, me senté sobre el cordón de una vereda y abrace mis piernas, ocultando las lágrimas, no podía más.

-¿Por qué hiciste eso?- oí su voz luego de un momento.

-aléjate de mí- dije sin verlo, aun escondiéndome entre mis piernas –soy una zorra-

-hey- habló en tono dulce, provocando un millón de sensaciones dentro de mí –tú no tienes la culpa de nada- sentí el calor de su cuerpo junto al mío, se acababa de sentar.

-¡Por dios!- exclamé dejando ver mis ojos enrojecidos –yo no debí haberte besado, no sé en qué estaba pensando- me reclame a mí misma –hasta quería tener sexo contigo y eres mi tío- grite con repulsión, sentía asco de solo recordarlo.

-Selena- sus manos tomaron mi rostro para secar mis lágrimas –tú no tienes la culpa, tu no sabías que yo estaba casado, así que el único responsable de lo que paso soy yo-

-pero yo fui la que te beso-

-pero yo no debí haberte seguido, yo soy el culpable porque en primer lugar, ni siquiera tendría que haber estado ahí- suspiro –tu tía y yo discutimos... bueno en fin, eso no importa ahora- dijo –lo importante es que tú no te sientas así, porque no hiciste nada malo-

-es que yo jamás hice algo así... y la primera vez que lo hago, resultó ser un hombre casado y que además es mi tío- rompí en llanto –soy una zorra-

-no llores- una vez más, me hizo estremecer al sentir el contacto de sus manos en mi piel al secar mis lágrimas –no quiero que vuelvas a llorar por mi culpa y tampoco quiero que vuelvas a llamarte así- advirtió –sé que no nos conocemos mucho, pero estoy seguro que no eres así y no quiero que vuelvas a ofenderte de esa forma... de acuerdo- ordenó con voz firme.

Asentí –ahora... ¿Por qué no empezamos de nuevo?- propuso regalándome una sonrisa –como si acabáramos de conocernos-