La puerta se abrió, dejándome ver los ojos color miel más hermosos del mundo. No resistí ni un segundo más y lo abracé, lo abracé con fuerza.No podía creer que a alguien tan increíble como él, le estuvieran haciendo eso. En mi cabeza daba vueltas esa conversación, y no había justificación, mi tía no podía ser tan mala.
¿Qué clase de persona acepta casarse con alguien por un contrato? Y un embarazo ¿cómo fue capaz que jugar con algo así? ¿cómo pudo jugar con Justin con eso?
De sólo imaginar cómo se habrá sentido cuando ella le dio la noticia de que “perdió” al bebé, me daba escalofríos, me partía el corazón.
Juro que aunque lo intente, no lo entiendo.
-¿sucede algo?- me preguntó con ternura. Había estado callada todo el trayecto hasta su departamento.
-no es nada- tenía que decírselo, esto era importante y Justin debía saberlo -o bueno si, debo decirte algo importante-
Se sentó sobre el sofá y me jalo hacia él, para que me sentara a su lado -dime-
-es sobre Halle- apenas dije su nombre su ceño se frunció y su mandíbula estaba tensa -Justin ella…-
-mejor no hablemos de ella- me interrumpió -estuvimos discutiendo toda la semana, vino aquí y encontró un pendiente tuyo, y me hizo un escándalo- se oía cansado -no nos vemos desde hace días y quiero aprovechar este tiempo contigo-
-entiendo- ahora se veía más relajado -pero prometeme que hablaremos sobre ella, porque es muy importante-
Su manos acomodaron unos mechones de cabello que cubrían mi cara, mientras sus ojos observaban los míos -lo prometo- que hombre más hermoso, de verdad que no podía dejar de admirarlo -te digo algo- yo aguarde a que hablara -eres todo lo que está bien en mi vida- si era posible morirse de amor, ya había llegado mi hora, no podía estar más loca por él -te amo tanto- una sonrisa se dibujó en sus labios -estoy tan feliz de haberte encontrado-
Él me hacía tan feliz, juro que no había palabras, ni nada, que pudieran explicar lo mucho que me hacía sentir, y creo que la palabra amor es demasiado corta para englobar todo lo que provoca.
-te amo como no tienes idea Justin- no quitaba mi vista de sus preciosos ojos miel -y aunque ahora sea una locura, no me importa, quiero mi vida contigo-
-yo también nena- sus labios se unieron a los míos, formando un maravilloso beso.
Probar sus labios era la mejor sensación del mundo. Me besaba con delicadeza, con ternura, haciéndome disfrutar de su boca, creando un recuerdo que jamás olvidaría. Con sutileza, su lengua me pidió permiso para explorar mi boca, para hacerla suya.
Sus manos sostenían con firmeza mis mejillas, y poco a poco bajaron a mis hombros en una perfecta sincronía con sus labios, sus labios que ahora dejaban su marca en mi cuello. Yo disfrutaba de su tacto, de sus besos, de él, porque Justin me generaba tantas sensaciones pero esto era nuevo, era pasión, era necesidad, lo necesitaba; sentía la necesidad de descubrir cada parte de su cuerpo, que las yemas de mis dedos trazaran cada una de las líneas de sus tatuajes, que mi boca probará hasta la parte más ínfima de su cuerpo y que sus manos exploraran el mio.
Por un segundo lo miré a los ojos, su mirada miel se había vuelto intensa y oscura. Sus labios rosados e hinchados, y por las gotas de sudor que se formaban en su frente era una señal de que la temperatura de nuestros cuerpos comenzaba a elevarse.
Ahora fui yo la que devoró sus labios, la que exploró su boca y con agilidad comenzó a desprender su camisa.
Sus manos recorrieron mis espalda hasta que lograron encontrar el cierre de mi vestido, me estremecí al sentir sus manos sobre mis hombros intentando deshacerse de los tirantes para que el vestido cayera sobre el piso, en algún lugar de su sala. Sus ojos miraron mi pecho desnudo y una sonrisa se formó en su rostro, por un momento la vergüenza se apoderó de mí y casi por instinto intente cubrirme con mis brazos pero él fue más rápido y me sostuvo por las muñecas -eres hermosa nena-
Con suavidad y sin despegarse de mi, logro tumbarme sobre el sillón.
Llevo mis manos hacía su pecho y se deshizo de su camisa -quiero que me toques- y como si no tuviera el control sobre ellas recorrí su pecho y espalda, sintiendo cada parte de su piel tersa. Así fue que llegue a su cintura, en un roce sentí la erección en su pantalón. Simplemente no podía creer que esa erección fuera por mi.
Con cuidado e intentando dejar de temblar, pude desabrochar su pantalón, él se puso de pie para quitárselo, dejándome un primer plano de su abultada erección. No podía quitar mis ojos de él y una risa ronca hizo que dejara de mirarlo.
Sus labios trazaron un camino de mi boca a mi cuello, luego bajaron a mi clavícula y a mis pechos, haciéndome descubrir un placer inimaginable solo con su boca.
Mis manos acariciaban su majestuosa espalda, mientras las suyas viajaban por mis caderas. Volví a besarlo en los labios, y mis manos llegaron a su cintura, estaba deseosa por tenerlo dentro de mí, lo necesitaba pero no me animaba a ser yo quien tomara la iniciativa.
Nos quedaba una sola prenda a cada uno, él me miró como esperando mi aprobación, yo solo le sonreí avergonzada. Se deshizo de la última prenda de la ropa interior que me quedaba y ahora era mi turno, baje con torpeza el boxer de color blanco y me quedé mirándolo.
¡Jerry es enorme!
Lo oí reír, haciéndome sentir como una tonta. Me beso en los labios y me susurró -ya regresó-
No entendí nada, hasta que lo vi regresar con un paquetito de color plateado.
Con delicadeza, se acomodó encima de mi y lo hizo, entro en mi con delicadeza, como si yo fuera capaz de romperme.
Era maravilloso. Sus embestidas se volvieron más rápidas y nuestros gemidos inundaban la habitación.
-te amo tanto Selena- me susurró luego de que me recostara sobre su cama.
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Hola
Nuevo capítulo, se que no es el mejor pero hice mi mejor esfuerzo. Este tipo de capítulos me cuestan muchísimo y es todo un desafío escribirlos, pero yo quería que está historia tuviera algo hot.
Se que no soy la mejor, porque he leído capítulos geniales. Pero tal vez algún día llegue a ser mejor.
Gracias por su apoyo, las amo.
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No puedo amar a mi tío [Jelena]
FanfictionMe enamore del dios griego que tiene mi tía por esposo.