No puedo amar a mi tío [Jelena]

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-ahí me gusta- dijo Pattie -ahora sonrían- pude ver el flash que me encandilaba -una más, no se muevan- sentí como sus labios plantaban un beso en mi mejilla -se ven tan hermosos- ella sonreía mirando la cámara.

Como amaba a esa mujer, no sólo por haber hecho a semejante hombre, lo cual le agradecía profundamente. Sino por su cariño, su comprensión, por como era conmigo. Desde que nos conocimos ha sido increíble conmigo, de sólo recordar la forma en la que se alegró cuando me vio, me hace sonreír.

Siempre ha sido sincera y me ha demostrado ser alguien en quien puedo confiar y con quien puedo contar. Siempre ha tenido palabras de aliento y cariño hacia mi, y que me agradezca cada día por hacer feliz a su hijo, no tiene precio.

Yo estoy más agradecida con ella, de lo que cree.

-ahora les saco una a las dos- Justin se adueñó de la cámara y me miró con una sonrisa resplandeciente.

Mi amor, mi mundo, mi hombre. Aún sigo sin creer que me despierto a su lado cada mañana desde hace 5 años, y sigue tan perfecto como siempre.

Se que soy la envidia de más de una, y que no puedo evitar que él se robe la atención de cada mujer con la que cruzamos, pero no me importa. Porque él es mío, solamente mío. A sus 34 años luce tan sexy, y juro que cada vez estoy más convencida de que Justin es como los buenos vinos, se pone mejor con los años.

Viste un ajustado traje negro que marca perfectamente su imponente espalda y luce sus trabajadas piernas. Su cabello dorado, que parece volverse cada vez más rubio con el tiempo, perfectamente peinado. Y sus maduras facciones cinceladas, sus encantadores ojos miel y esa sonrisa sincera.

No puedo evitar morder mi labio inferior de sólo verlo.

Pattie me abraza -hice un buen trabajo con él- me susurra, haciéndome sentir incómoda -soy muy buena haciendo hijos- juro que no puedo evitar reír -mi niño es precioso y un gran hombre Selena-

-estoy de acuerdo contigo Pattie- sonrió orgullosa, definitivamente es un gran hombre.

-¡están hermosas!- nos grita sonriendo.

-bueno, yo me adelanto a casa para asegurarme que todo esté listo- me miró y sonrió -felicidades otra vez linda- me abrazo -estoy tan orgullosa de ti- no puedo mentir, sus palabras me hacen sentir nostalgia.

Abrazo a Justin y luego lo miro con seriedad -los veo en un rato, no tarden y cuida a mi chica ¿sí?-

Rió -Claro mamá-

Mire por primera vez el diploma que sostenía entre mis manos, no podía estar más feliz. Después de años de esfuerzo por fin me había graduado.

-estoy tan orgulloso de ti nena- se acercó y me abrazo otra vez -estoy seguro que serás la mejor doctora del mundo-

-este título también es tuyo Justin, no lo hubiera logrado sin ti- y era cierto, se había pasado horas acompañándome, a veces estaba tan cansado que sus ojos se cerraban, sin embargo me escuchaba estudiar. O a veces se quedaba despierto y no se dormía hasta que se asegurará de que yo estuviera completamente despierta. Me llevaba comida al hospital y cuando se podía me acompañaba a almorzar o cenar para cumplir su promesa de que nunca estaría sola.

Luego de lo que pasó con mi madre no volvimos a hablarnos, sé que está bien gracias a Brian. Hablamos de vez en cuando y visitó regularmente a mi abuela. Pero a partir de ese día, Justin se ha encargado de que no me sienta sola ni en un solo momento, y no sólo él, sino también su familia.

Cuando miró hacia atrás y veo lo importante que es él para mi, y todo lo que ha hecho, me hace sentir muy mal que mi mamá no le haya dado una oportunidad. Quizás ella creyó que sería un capricho y que a la semana regresaría llorando y pidiéndole perdón, pero se que los años y todo lo que ha pasado le ha servido para darse cuenta de lo equivocada que estaba, pero conociendola, es tan necia y orgullosa como para aceptarlo.