Capítulo 28: Renacer.

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Narra Grace

La oscuridad me envolvía y yo sólo sabía que estaba avanzando. No veía absolutamente nada y no sabía dónde estaba. ¿Estaba muerta? Pues si esto era morir, buen aburrimiento.

Deambulé por aquel páramo oscuro durante no sé ni siquiera cuanto tiempo hasta que poco a poco fui captando olores y voces que no se correspondían con la oscuridad. ¿Estaría encontrando el camino a través de ella? ¿Acaso iba al cielo? Las voces y los olores fueron adquiriendo intensidad mientras el tacto y el gusto se hacía presente. Tenía la boca pastosa y mis manos estaban colocadas sobre una especie de sábana.

-No está muerta Liam.- dijo una voz desconocida.

-¿Entonces qué le pasa? ¿Por qué no despierta?-dijo la voz de Liam. Sonaba desesperado.

-Te hemos explicado ya muchas veces que está en coma.

“¿Qué?” grité interiormente. Entonces todo volvió a mi mente. La discusión, el forcejeo, el accidente. Julia inconsciente y Dan tirado a varios metros de nosotras.

-¡Julia! ¡¿Juls estás bien?! ¡Juls! ¡JULIA! ¡JULIA TIENES QUE DESPERTARTE! ¡JULS! ¿POR QUÉ NO ME OYES- gritaba y gritaba pero ella no me oía. Dios mío que no esté muerta. Que no esté muerta por favor. Por favor.

-¿Cómo está?- dijo la voz de mi madre. ¿Mamá está aquí?

-Sigue inconsciente.

-Liam, llevas aquí dos días. Vete a casa, si pasa algo te llamaremos.

-Faith, necesito quedarme con ella. Necesito saber que está bien y que no se va a ir. No me imagino una vida sin ella.

-Está bien. Pero vete a la cafetería y come algo al menos. O pásate a ver a Julia, le alegrará saber que Grace sigue estable.-dijo mi madre con una voz monótona. Ella también parecía cansada.

Intenté levantarme y decirles que estaba bien pero no lo conseguía. Ellos tenían que saberlo, tenían que saber que estaba bien.

-Chicos, ¿aún estáis aquí?-era la voz de mi padre. “Oh Dios, mis padres estaban aquí. Tengo que levantarme, tienen que saber que estoy bien.” Pensé.

Una vez las enfermeras pidieron que todos saliesen de mi habitación y me dieron no sé qué medicinas me dispuse a intentar despertar, o al menos hacerles saber que estaba bien. Una vez me hube asegurado de que estaba totalmente sola empecé a intentar mover la mano. Después de al menos una hora de intentarlo, conseguí mover ambas manos y fruncir el ceño. ¡Eres la ama Grace! Una vez fui consciente de que había alguien en la habitación me concentré todo lo que pude, como llevaba haciendo durante dos horas y pestañeé. La persona, quienquiera que fuese, paró en seco y se acercó a mí. Abrí los ojos lentamente y sin tener que esforzarme, sonreí.

-Reina… Estás bien- dijo Liam. Sus ojos empezaron a anegar en lágrimas mientras acariciaba mi frente.

-Claro que sí. Os quedan años que aguantarme.- dije sonriendo. Mi voz salía ronca y rasposa, cómo si llevase días sin hablar. “Es que llevas días sin hablar” gritó mi subconsciente. Mi conciencia tan borde como siempre.

Narra Julia

Desperté en una cama de hospital  conectada con un montón de cables a dos máquinas. Uno de los cables estaba conectado a mi vientre y otorgaba a uno de los monitores un latido débil y continuado. ¡El bebé! Intenté incorporarme pero el dolor de cabeza me lo impedía, lo que me ponía aún más nerviosa. ¿Y si había perdido el bebé? “Como haya perdido a mi hijo, Dan lo va a pagar caro” pensé. Seguí forcejeando para levantarme y entonces entró Tom en la habitación.

-¡Julia! ¡Juls, tranquilízate!

-¡El bebé, Tom! ¡Voy a perder al bebé!- dije perdiendo los estribos. ¿Qué demonios sabía él?

-No, no vas a perderlo, tranquilízate por Dios.

-Voy a perderlo, vamos a perderlo y tú estás aquí diciendo que me calme. ¿Cómo puedes ser tan…?

-Grace está en coma.

-¡¿QUÉ?!

-Grace está en coma y tú no vas a perder al bebé. Cuando supieron que estabas embarazada se aseguraron de que estuviese bien. Solo tienes un par de huesos rotos y un esguince en el tobillo. Pero Grace está en coma, y si quieres que te dejen levantarte e ir a verla tienes que prometerme que vas a respirar hondo y te vas a tranquilizar.-nuestros ojos empezaron a llenarse de lágrimas casi a la vez y me ayudó a incorporarme lentamente para poder estrecharme en sus brazos. Me agarré a su camiseta y empecé a llorar en su hombro mientras él me acunaba y me acariciaba la espalda.

Después de dos horas de pruebas y de haber cenado Tom me llevó a la habitación de Grace dónde Liam estaba sentado a su lado y la tenía cogida de la mano. Las lágrimas volvieron a caer impetuosas por mi cara mientras me acercaba a ver a mi amiga. Su pulso y su respiración eran regulares, y no tenía ni un solo corte en la cara. Más que en coma parecía que estuviese dormida.

Acaricié su pierna por encima de la manta y me fui a mi habitación. Era demasiado para asimilar en solo unas horas. Había tenido un accidente, me había roto un par de huesos y mi mejor amiga estaba en coma. Suspiré y pedí a Tom que me ayudase a subir a la cama. Una vez estuve arropada él se sentó a mi lado y sacó su iPad para que pudiésemos ver una película.

Eran alrededor de las dos y media cuando oímos la mejor noticia que me habían dado en todo el día.

-¡GRACE SE HA DESPERTADO! ¡GRACE SE HA DESPERTADO!- la voz de Ed rebosaba alegría. Sonreí y Tom me llevó en volandas a la habitación de Grace. Ella estaba sentada en la cama hablando con una enfermera mientras sonreía.

-Por favor disculpe a mis amigos, simplemente están aliviados.-le estaba diciendo. Sonreí.

-Diles que bajen el volumen y podrán quedarse todo lo que quieran.- dijo la enfermera guiñándole un ojo. Grace siempre tan persuasiva.

-Veo que estás muy cómoda.- dije riendo.

-Juls, me siento como nueva. Como si hubiese vuelto a nacer.- me respondió abriendo los brazos y haciendo señas a Tom para que me pusiese con ella. Nos abrazamos y ella me besó la mejilla.

-Me alegra muchísimo que estés bien.

-Creo que a mi cerebro le ha pasado algo porque cuando no estaba dormida podía oír y percibir absolutamente todo.

-Liam, tu novia es una vampiresa. Gritó Louis.

-Muy gracioso, Tommo.-le replicó Grace sacándole la lengua.

La siguiente media hora la pasamos oyendo cómo se habían enterado del accidente y cómo habían tenido que llamar a los padres de Grace. Mis padres no habían podido llegar tan rápido y lo harían esa mañana. “Al menos no son unos imbéciles integrales, como los de Nai” me recordó mi conciencia.

Al cabo de un rato una doctora entró en la habitación con una carpeta bajo el brazo y nos sonrió a todos. Me sonaba muchísimo, pero no sabía de qué.

-Vaya Grace, veo que te ha gustado nuestro hospital.- dijo sonriendo.

-La verdad es que lo tienen muy limpio, doctora Fray.- respondió Grace. ¡Oh claro! Era la doctora que le había atendido cuando tuvo tétano. Nos la encontramos una vez en Starbucks y había sido muy agradable.

-Son las tres de la mañana, acabas de despertar de un coma y vengo a darte una noticia un poco fuerte. Te has ganado el derecho a llamarme Sarah incluso cuando trabajo.- dijo Sarah y su rostro se ensombreció un poco.

-¿Qué ha pasado?-preguntó Noe.

-A ver, sé que no os caía muy bien a ninguno, pero… Dan ha muerto.

Good morning from the paradiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora