Llevaba casi diez horas durmiendo. Me desperté a tiempo para arreglarme un poco antes de bajarme del avión. Aterrizamos y encendí el móvil. No tenía ningún mensaje, pero esperaba no tener que llamar a los chicos para que me fuesen a buscar. Rodeé mi colgante con los dedos y bajé del avión. En la terminal me esperaban las doce personas que me hacían feliz en Inglaterra. Tenían una pancarta enorme en la que se leía “Bienvenida pequeña chica sureña. Feliz cumpleaños”. Me quedé paralizada en la puerta. Quería saborear ese momento. Y ver todas y cada una de sus caras.
Eleanor, Perrie, Taylor, Julia, Nai y Noe sonreían. Era evidente que los chicos se estaban controlando para saltar y alzarme en brazos. Pero, sin duda, la sonrisa más radiante de aquella sala en aquel momento era la de Liam. Ladeé un poco la cabeza evaluando la distancia entre todos ellos. Sí, podrían cogerme. Retrocedí un par de pasos y salté. Todas sus manos se alzaron para frenar mi caída y poco a poco empezamos a apretar creando un abrazo de grupo, de esos que yo tanto echaba de menos.
Entre todos cogieron mis maletas y mi bolso de mano. Zayn intentó cogerme el móvil, pero no le dejé. Ambos reímos mientras Louis empujaba a Liam a mi lado. Éste pasó un brazo por mis hombros y me dio un beso en la coronilla. Había cámaras y prensa en el aeropuerto. Nos metimos en el coche. Allí me besó. Fue un beso dulce con el que podías sentir las sonrisas de todos al verlo. Me acarició la mejilla y abrió poco a poco la boca. Sonreí mientras me separaba de él y le daba un beso en la mejilla.
-Yo también te he echado de menos mi pequeño BatLiam.- dije mientras le abrazaba. Apoyé mi cabeza en su hombro y me dejé llevar hasta que llegamos a casa. Cogí las maletas y subí a mi habitación seguida por las chicas. Deshicimos las maletas con el sonido de la lluvia de fondo. Fui sacándolo todo y dejando los regalos dentro del armario. Esa noche los chicos tenían concierto así que preferí esperar al día siguiente para dárselos. Entonces, se fue la luz.
Había dejado el móvil encima de la cama, pero estábamos sumidas en una oscuridad tan total que me daba miedo darme con el borde de la cama. Sentí una mano que se aferraba a mí y di un salto. Oí una risita a mi espalda y unos brazos me rodearon aprisionándome. Ahogué un grito y oí voces subiendo las escaleras. Poco a poco, las luces del pasillo se fueron encendiendo y en la puerta aparecieron Tom y Niall con una tarta enorme de chocolate cantando a coro con los demás el cumpleaños feliz. Miré a ver de quién eran los brazos que me tenían agarrada y empecé a reír cuando me di cuenta de que era Zayn. Pedí un deseo y soplé las velas. Perrie me dio un beso en la mejilla y me puso nata en la nariz. Empecé a reírme como una loca mientras huía de Louis y de su mano llena de tarta. Empecé a correr hacia el jardín y noté como la lluvia empezaba a empaparme. Pero esta vez yo llevaba ventaja.
Cogí la manguera y abrí la primera llave. Esperé a que Louis saliera. Tanto él como el resto de los chicos llevaban trozos de tarta en las manos. Todas las chicas corrieron a mi lado y me dijeron brevemente que eso era de otra tarta. Sonreí y sacudí la cabeza. Apunté directamente al pecho de Louis y el gritó dando por empezada la batalla. Disparé mientras esquivaba trozos de tarta. Uno me dio de lleno en el brazo y castigué a Tom con un chorro a presión en la nariz. Él cayó sentado riendo mientras levantaba la mano indicando que le había “matado”. Poco a poco fueron cayendo todos. Hasta que solo quedamos Louis y yo. El tenía una bola de barro en la mano y yo seguía armada con la manguera. Aproveché el segundo en el que esbozó una sonrisa de suficiencia para cambiar el chorro a presión para larga distancia. Al estar solo a dos metros podía vencerle fácilmente. Bajé lentamente la manguera y apunté. El volvió a sonreír y apreté el botón. El chorro le dio directamente en el bajo vientre y se arqueó hacia delante. Cerré el agua y levanté el brazo. Había ganado. O eso pensaba.
Liam me agarró inmovilizándome y me echó un cubo de agua encima. Forcejeé y empecé a darle puñetazos en el abdomen. Él me puso la zancadilla y mi espalda dio contra el césped mojado. Liam cayó sobre mí y empezó a hacerme cosquillas. Reí y seguí dándole puñetazos hasta que él deslizó sus dedos bajo mi camiseta empapada enviando descargas eléctricas a todos y cada uno de los extremos de mi cuerpo. Di una pequeña sacudida y él se dio cuenta. Sonrió y volvió a hacerme cosquillas mientras ambos reíamos.
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Good morning from the paradise
FanficMe llamo Gracie Katherine McGraw, pero me suelen llamar Grace y tengo 16 años. Como ya habréis adivinado, mi padre es el famoso cantante de country Tim McGraw, pero hace algunos meses que no le veo. Tengo dos hermanas pequeñas, Maggie y Audrey. Las...