Capítulo 22: Todo va a ir bien si me mantienes a tu lado.

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Narra Grace

-Esto es idea de Perrie, ¿verdad?- dijo Zayn mientras observaba con fingido asco todos los fracs que tendría que probarse para elegir el de su boda.

-Grace, no puedes hacerme esto. Te queremos un montón ¿por qué nos torturas?- preguntaron Jamie y Niall a su vez.

Era divertido pensar que cada uno de ellos iba a probarse unos tres fracs para por fin elegir. Las chicas me habían pedido que fuese con ellas a elegir el vestido de Perrie, pero honestamente me atraía mucho la idea de ver a Zayn refunfuñando por tener que cambiarse.

-Pues el último va a ser Liam, porque dudo mucho que Grace pueda resistirse viéndolo con traje y se supone que no podemos manchar nada.- dijo Louis. Le di un golpe en el hombro y le empujé hasta que se cayó del sofá donde estábamos sentados. Me miró haciendo un puchero y yo me levanté para ir a su grupo de fracs.

-Ahora por listo irás el primero. Y después de que elijamos tienes que quedarte con él puesto.

-Pero…

-Pero nada. Cámbiate.

Louis entró en el probador con el ceño fruncido y refunfuñando provocando que nos burlásemos de él mientras se ponía el primer frac. Se estaba tomando su tiempo, así que Jamie, Harry y yo nos dedicábamos a sacarnos fotos haciendo el imbécil con el móvil mientras que Niall y Zayn leían twitter y Liam y Ed iban a por cafés a Starbucks.

Después de unos cinco minutos, Louis salió del probador con un espantoso esmoquin granate con una blusa blanca. Alcé una ceja y él se encogió de hombros mientras miraba su reflejo disimuladamente en el espejo. Harry y Jamie se limitaban a reírse a carcajadas mientras le señalaban. Niall les enviaba miradas asesinas pero a ellos parecía no importarles.

-Lou, estás espantoso.-dijo Ed con una mueca de asco en su cara mientras entraba y nos alargaba los cafés.

-Tío, quítate eso antes de que Jamie y Harry mojen los sillones de la tienda.- dijo Zayn.

El aludido volvió a entrar al probador mientras maldecía por lo bajo. Tras una corta espera volvió a aparecer con un traje con pantalones grises, chaqueta azul marino y una blusa color marfil. Estaba realmente guapo.

-Grace, nuestro padre está guapísimo, ¿no crees?-dijo Harry mientras golpeaba suavemente mi brazo.

-Totalmente de acuerdo, hermanito.- le respondí con una enorme sonrisa invadiendo mi cara.

-¿De verdad tengo que quedarme con esto puesto?

-Sí. Venga, siéntate y no lo arrugues. ¿Quién es el siguiente?

Todos miraron a otro lado y yo arqueé una ceja. “En algún momento miraréis. Sois demasiado predecibles” pensé. Y no me equivocaba. Ed miró por el rabillo del ojo para saber qué cara tenía. Extendí mi mejor sonrisa malévola y le empujé al probador mientras él suplicaba que no lo hiciese. Reí escandalosamente y me quedé junto a la puerta sujetándola para que no pudiese escapar.

Después de al menos dos horas de risas y elegir trajes tenía a cinco de los chicos más deseados del momento con trajes a mi alrededor mientras esperábamos a que Zayn saliese con su último esmoquin. Se había probado por lo menos tres y todos estábamos cansados. Llevábamos dos horas metidos en esa habitación. Finalmente Zayn salió con un esmoquin negro ajustado y una camisa blanca como la nieve.

-Estás realmente guapo, Malik.-dije con total convencimiento.

-Hermanita, tienes novio, y él se va a casar. No deberías mirar a otros hombres.

-Oh, cállate Harry.

-Y si no, ¿qué?

-Te apretaré la pajarita hasta que dejes de respirar.-dijo Liam con una falsa sonrisa.

-¿Cuándo te has vuelto tan malvado, Leeyum?- dijo Harry supuestamente aterrorizado.

-Callaos los dos. Zayn, estás guapísimo en serio, pero falta algo…- dije dando vueltas a su alrededor. Solo entonces lo vi. Un sombrero negro apoyado en un estante. Estaba un poco alto, pero no me importó. Lo atrapé con las puntas de los dedos y lo deposité con cuidado de no estropear su peinado en la cabeza de mi mejor amigo. Ahora sí que estaba perfecto.

-Zayn, estás impresionante.-decidió Niall.

-Pensamos igual duende. Bueno, y ahora poneos todos juntos.-dije autoritariamente mientras sacaba mi móvil.

-¿Qué haces?- inquirió Louis.

-Me  he aburrido de mi fondo de pantalla. Liam pégate un poco más a Ed. Así no, idiota, le estas tapando. Así es.- Saqué la foto y sonreí con cariño. Parpadeé para impedir las lágrimas de felicidad. Alcé la mirada y vi que todos me miraban con sonrisas de suficiencia. “¿Qué demonios?” pensé.

-Hora de vengarse, preciosa.-dijo Jamie.

Entre los siete me empujaron la probador donde había siete vestidos colgados ordenadamente. Cogí el primero que vi y me lo puse. Una fina gasa negra que dejaba bastante poco a la imaginación cubrió, por decirlo de alguna manera, mi cuerpo. “¿En serio?”

-Chicos, no pienso salir así.

-¿Es el negro verdad?- inquirió la voz de Harry.

-Sí.

-Oh, vamos. Sal, que queremos verte.- oí que decía Liam.

-No dudo que queráis verme así, cariño.- dije abriendo la puerta. Las risas de todos cesaron al mismo tiempo y siete pares de ojos se abrieron hasta límites insospechados. Liam tragó saliva y se revolvió en su asiento.

-¡Agarrad a Liam que como la pille, la deja parapléjica!- gritó Ed.

Entré de nuevo al probador riendo y probé todos y cada uno de los vestidos que los chicos habían elegido. Excepto uno. Reparé en él la sexta vez que entré al probador. Me lo puse y miré mi reflejo. Era un vestido azul celeste de asillas, corto por delante y un poco más largo por detrás.

-¿Nialler?

-¿Sí?

-¿Puedes buscar unos tacones dorados?

-¿En plan sandalia?

-Exactamente.

Dos minutos después de haber deslizado los zapatos por debajo de la puerta y habérmelos puesto salí del probador con una sonrisa.

-Ese va a ser tu vestido.- dijo Liam mientras se levantaba y me abrazaba. Me dio un suave beso y yo sonreí devolviéndole el beso.

-Bueno, vale ya tortolitos. Liam, deja un poco de Grace para su hermano favorito.

-Y no te olvides de su padre postizo.

Ambos me abrazaron y Niall disparó la foto. Después de varias fotos y de comprar los trajes y el vestido salimos de la tienda y nos dirigimos a los coches. Iba a subirme en el de Liam pero Zayn tiró de mi brazo antes de que pudiese entrar.

-Malik, ¿qué haces?- inquirió Liam.

-Tengo que hablar con ella, Leeyum.-se excusó Zayn. Posó una mano en mi espalda y me ayudó a entrar en su coche.

-¿Qué pasa Zayn?

-En una escala del uno al diez, ¿cuánto dirías que me conoces?

-Pues no lo sé. ¿Qué clase de pregunta es esa?

-Grace, es importante.

-Si me dijeras para qué.

-Mi hermana no quiere dar el discurso en la boda. Y he pensado que podrías hacerlo tú.

-¡¿LO DICES EN SERIO?!

-Completamente.

-Oh Dios Zayn, por supuesto que daré el discurso.- dije abrazándole. Él detuvo el coche y me devolvió el abrazo.

-Hazlo bonito McGraw.

-Va a ser lo más bonito que hayas oído en tu vida, Malik.

Good morning from the paradiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora