Capítulo 14: I'm alright.

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Bajamos a bajar el volumen de los altavoces entre risas. Era un maldito viernes por la mañana, y nuestro barrio no era precisamente de universitarios. A la gente no le hacía especial ilusión que diésemos fiestas de vez en cuando, pero hacer una antes de un fin de semana era abusar de su paciencia. Llegué a la mesa de mezclas y bajé bruscamente el volumen. La música seguía alta, pero al menos ahora los que fuesen en los aviones no tararearían con nosotros. Zayn me dio un suave empujón y tropecé con mis propios pies. Que Niall pasase por detrás de mí en ese preciso instante había sido toda una suerte.

-Nadie, salvo DJ Malik toca la mesa de mezclas de DJ Malik, enana.- me dijo Zayn con una sonrisa. Le saqué la lengua y me incorporé. Pasé la mirada por la casa y me di cuenta de que Harry y Taylor no habían llegado. Qué raro. Aun viviendo solos solían venir todas las mañanas a pasar tiempo con nosotros. Era como si no se hubiesen ido. Pero esa mañana no estaban.

Narra Harry

Era evidente que habíamos olvidado cerrar las cortinas la noche anterior. El sol entraba a raudales en la habitación y yo fruncí el ceño. No me gustaba despertarme tan bruscamente. Pero curiosamente, Taylor seguía durmiendo como si la habitación estuviese sumida en la más absoluta oscuridad. Me senté y la observé dormir. Estaba preciosa. Bueno, era preciosa. La gente solía verla con los ojos ligeramente entornados, los labios de un rojo brillante, rociada con brillantina y fastuosos vestidos; pero en ese momento, creo que estaba más guapa que nunca. Su pelo estaba ligeramente enmarañado y se extendía alrededor de su cabeza como si fuese la aureola de un ángel.

Tenía una mano bajo la mejilla y otra mínimamente estirada dejando ver su brazo desnudo. Siempre dormía con esos pijamas que compraba en sus tardes de chicas en Women’ Secret y Vicoria’s Secret. Adoraba que fuese presumida incluso en la intimidad, incluso aunque normalmente un chico quisiese que su novia durmiese con sus camisetas. Ella lo hacía de vez en cuando, pero prefería dormir con sus propios pijamas. Acaricié su brazo suavemente y noté su estremecimiento. ¿Cómo podía excitarme tanto un simple estremecimiento?

Taylor abrió sus enormes y preciosos ojos azules y me miró mientras sonreía. Me incliné y le di un ligero beso. Ella se incorporó de golpe reaccionando a mi beso y enredó sus manos en mi pelo. Yo sonreí contra su boca y deslicé una mano en su espalda mientras la ponía debajo de mí sin dejar de besarla. Ella deslizó sus manos por mi abdomen y llegó hasta la V que formaban mis caderas. Gemí al sentir su contacto y mordisqueé su labio inferior. Ella soltó una risita ahogada por mi beso y siguió deslizando sus manos hasta mi espalda y comenzó a acariciarme. No sé muy bien hasta que punto habríamos llegado de haber seguido pero un timbrazo de móvil nos sobresaltó. Era el suyo. Puse los ojos en blanco y me aparté mientras ella cogía el móvil.

-¿Papá? Esto… ¡Hola! En casa, dónde iba a estar si no. No papá, ya te he dicho que estoy viviendo con Harry. Ya, ya sé que no es uno de tus favoritos, pero… Sí papá. Estoy bien. Estamos bien. Bueno, adiós. Te quiero.

Arqueé una ceja. Sabía que no le caía especialmente bien a Papá Swift, pero llevaba casi un año saliendo con su hija, en mi opinión, tendría que aceptarlo. Taylor posó una de sus manos en mi espalda y me empujó hacia ella. Me dio un corto beso y salió de la cama.

-Voy a darme una ducha.

De ser por mí, la habría seguido y me habría duchado con ella, pero sabía que a Taylor no le iban demasiado esas cosas. Me dejé caer en la cama y miré al techo exasperado. Oí que el grifo de la ducha se abría y la radio empezaba a sonar. Nuestra ducha siempre había hecho mucho ruido, así que tuve que gritar para hacerme oír por encima del agua.

-¿Taylor?

-¿Sí?- era evidente que estaba gritando.

-¿Te estás lavando el pelo?

Good morning from the paradiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora