XII. Inocentes

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Título: Inocentes
Género: Humor/Spamfic
Palabras: 1160
Tipo: Viñeta
Advertencia: Pude que haya un poco de OoC por parte de Hinata al final.
Aclaraciones: Todo esta en POV omnisciente. Los puntos suspensivos [...] indicaran cambio de escena, y/o espacio tiempo. Los párrafos en cursiva son recuerdos. La historia se suscita en post guerra, justo antes de "The Last". Todos los mueve novatos tiene 19 años, excepto Hinata quién es menor por un año.

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Inocentes

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"La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre siente mucho, habla poco."
—Platón

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—Hyuuga Hinata, se mia—

Una voz profunda, masculina y algo fina pronunciaba fría y demandantemente; este era Uchiha Sasuke.

No era una pregunta o propuesta; era una declaración.

La nombrada permanecía estoica frente a él y sus palabras. No entendiendo lo que sucedía giro alrededor, mirando a todos los presente.

El resto de los nueve novatos de la Hoja se encontraban igual o más perplejos que la oji-perla.

Su vista volvió al moreno, quien había cambiado de posición, agarrando firmemente la mano de la Hyuuga con una mirada ónix que demandaba y calaba los huesos.

Turbia y sin creer lo que sucedía, miró a su amigo de antaño;

Inuzuka Kiba.

Fue ahí, al ver su sonrisa burlesca, que comprendió todo.

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—¡Aghgggggh!—horrorizada una rubia gritó.

Esta se encontraba cubierta de una mezcla gelatinosa verde. Empapada y enojada tomó la maceta de dónde provino tal líquido, encontrando en su interior una nota escrita a mano:

"Disfruta tu abono.
—P"

Confusa por la ofensa recibida, la oji-celeste excretaba una rabia que desprendía en una aura asesina.

Yamakana Ino, heredera de los jutsus mentales más letales de toda Konoha, se encontraba en la florería de su familia cambiando unas rosas de una maceta a otra, cuando un estruendo la hizo sacar de sus sentidos y lo segundo que supo era que estaba cubierta de esa viscosidad verde.

Sujetando fuertemente el papel del mensaje en la mano se apresuró a ir a bañarse y quitarse esa cosa babosa.

Estaba decida; atraparía a ese rufián llamado "P".

...

Tranquilamente caminaba un joven castaño por la aldea. Disfrutando una bolsa de papas fritas a su paso.

Silbaba una melodía al azar, agradeciendo al Todopoderosos el buen clima que acontesía.

La guerra había terminado y la paz reinaba el mundo shinobi, sin embargo no todo podía ser utópico.

El chico prontamente se dio cuenta de eso, al sostener la última fritura en sus mano.

—Oh, qué injusta es la vida.—lamentó Chouji sosteniendo la rodaja de papa y metiéndola a la boca en el proceso.

Amour imaginaireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora