LO SIENTO, ERES MÍA.

Capítulo 25 «Spencer.»

San Diego, California.

Capítulo 25: Noah.

«Spencer.»

Todo parecía igual, menos por la comida que había mandado a reponer Dave. Solté un largo suspiro tembloroso, debía admitir que esto era raro.

—¿Ha visto mi maleta, señorita Collins? —preguntó Blake paseando por la pequeña cocina abierta.

—La he dejado en la habitación de mi hermano —contesté observandolo. Dave había dicho que no me iba a dejar a solas con Lance nunca y que no confiaba para nada en él pero que "respetaba" mi elección con el empleado personal, así que al final me mandó con Blake, ya que en Peter tampoco confiaba. Celos normales en su persona, él era así— No te importa ¿verdad?

—¡Oh, claro que no! —me sonrió débilmente— ¿Y qué vas a hacer estos días que Dave te ha dejado espacio?

—Hace un tiempo hice los exámenes finales así que esperaré por los resultados de mi evaluación y... —me encogí de hombros—...puede que vaya al Baile de Invierno.

—¿Crees que has aprobado las evaluaciones? —preguntó curioso apoyándose en la mesa de madera que se encontraba en la misma cocina.

—Supongo que sí porque estudié bastante para los exámenes —respondí recogiendo mi cabello en una coleta alta por el calor, a pesar de ser diciembre, ya que mi departamento acogía muy bien el calor y lo aislaba, por eso estaba el aire acondicionado.

—¿Con quién vas a ir al Baile de Invierno? —preguntó mirandome atento.

—Con mis amigas —contesté con obviedad.

—¿Ningún chico? —preguntó con tono más receloso.

—Dave te ha mandado además de cuidarme a espiarme meticulosamente ¿verdad? —pregunté sonriendo con burla.

—Bueno... —se encogió de hombros— Son órdenes del Alpha.

—Ya, bueno —hablé dirigiéndome hacia detrás de su posición, a los muebles donde se encontraba la comida recién puesta— ¿Porque no vas a darte una ducha mientras yo...?

—No, señorita Collins, cocinaré yo —hablo decidido levantándose de la silla.

—¿Estás loco? —pregunté mirandole con la ceja levantada— Tú eres mi invitado.

—Y usted es mi futura Luna y actual pareja de mi Alpha y mejor amigo —replicó.

—No soy pareja de tu Alpha y tampoco seré tu Luna —contra ataque sacando la sartén de uno de los muebles.

—Hagamos un trato, señorita Co... —me giré a verle con severidad. Llevaba un tiempo tratandome con formalidades, pero ya le había dicho que no me importaba que me tutease— Noah, yo pongo la mesa y tú cocinas ¿vale?

—Como tú digas. Ahora vete a duchar y a instalarte —hice un ademán mientras sacaba la carne de solomillos de cerdo.

—¿Tan mal huelo? —preguntó a mis espaldas.

—Sí, Blake, hueles fatal —me burlé riendo por lo bajo.

Oí cómo empezó a caminar con dirección a la habitación de Jackson, tampoco se podía perder porque tampoco era tan grande mi departamento. Incluía la mini cocina que estaba unido con la sala de estar y después dos habitaciones y un baño. Como ya dije una vez, Jackson y yo no teníamos mucho dinero.