San Diego, California.Capítulo 27: Noah.
«Carretera solitaria »
Había llegado la hora.
Faltaban dos minutos para la hora quedada, cuando llegaran las 2.30am, Spencer me llevaría en coche fuera de California para así huir de Dave.
Me levanté de la cama mientras dejaba de jugar con mis manos. Debía admitir que estaba nerviosa, asustada y entristecida, tendría que dejar todo atrás para escapar de Dave. A pesar de que Dave no me había golpeado, no quería estar con él. No quería casarme con él y mucho menos quería engendrar hijos suyos. Los últimos días había visto el cambio que había adoptado Dave, no me insultaba y no se me insinuaba como antes lo hacía, además de que me empezaba a respetar. Pero eso no era suficiente, yo quería elegir por mí, quería seguir mi sueño de estudiar y tener a alguien que me ame, cosa que Dave no hace. Dave no me ama, solo me quiere para sus hijos y ya.
Cogí la mochila con manos temblorosas, tome el pomo de mi habitación y salí de ella para pasar por el salón e ir la puerta de salida. Sin hace ruido, tomé el metal en mis manos y abrí la puerta. Entonces, lo oí: un silbido.
-Noah -me nombró y lo supe. No podía irme. Cerré la puerta con fuerza y me giré para ver a Blake- ¿Porque haces esto, Noah? No quiero tener que informar a Dave para que te quite tu libertad y tus estudios aquí, pero me estás obligando a hacerlo.
-No se lo digas -pedí.
-Envíale un mensaje a Spencer y dile que no vas a ir -hizo un ademán y se sentó en el sofá. Esperando.
-Blake, déjame ir, por favor -supliqué acercándome a él- No quiero estar con Dave y sé que me obligará a ser madre.
Blake me miró con lástima.
-Dave no te violaría nunca, no es capaz de tratar así a una mujer -replicó seguro, pero sin regañarme, solo asegurandolo.
-Pero si es capaz de hacer una inseminación artificial -repliqué sintiendo un nudo en mi garganta- Por favor, Blake. Sabes que yo no lo amo, ni él a mí.
-Con el tiempo lo haréis mutuamente -intentó consolarme mientras me miraba y se levantaba del sofá.
-No quiero estar con él, Blake -rogué mientras mis ojos se empañan de lágrimas.
-Dale una oportunidad, Noah -pidió él.
-No me hagas esto, Blake. No quiero estar con Dave -pedí.
Entonces, sentí la vibración de un mensaje en mi móvil. Seguramente era Spencer.
-Lo siento, Noah. De verdad -cerró los ojos, como si esto le dolería- No puedo hacerlo. Dave es como mi hermano y sé que si huyes de él, el dolor y la rabia lo cegarán hasta encontrarte pero ya no será el mismo si te vas.
-¡Él me ha secuestrado, Blake! -le grité cogiéndole de la camiseta a pesar de ser mucho más alto y fuerte que yo. Era casi de la misma contextura de Dave- ¿Cómo crees que me siento yo? No me deja ver a mi hermano ¿Qué sentirías tú si no te dejarán ver al único ser querido que tuvieras?
-Noah, no me hagas esto, por favor -rogó y lo solté mientras me alejaba de él- Por favor, Noah. No podré hacer por ti nada si te metes en ese coche.
Entonce, lo supe. Blake no quería hacerme daño y no me retendría a la fuerza pero tendría que avisar a Dave si me escapaba. Blake era demasiado caballero como para hacerme daño.
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LO SIENTO, ERES MÍA.
Werewolf-¿Porque no me mirás a los ojos? -preguntó con un tono burlón. -Porque no le veo nada de interesante a tu ser -respondí simple. -Deja de estar a la defensiva, Noah -pidió con voz más suave- Hemos venido a hablar de nosotros aquí. -¿«Hemos»? ¿«Nosotr...