Capítulo 31 «VIUDA BROOKS»

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Los Ángeles, California.

Capítulo 31: Dave.

«VIUDA BROOKS»


—¡Mierda! —susurré mientras cerraba los ojos y apretaba mis manos en puños.

No podía dejar de pensar en mi Luna, en Noah Alissa ¡Oh, Noah! Mi corazón se rompió al verla en el suelo con el cabello sobre su rostro y con su mejilla roja, y cuando me dijo que me marchara...

Me sentí destrozado.

El lazo de soulmates se había fortalecido, nuestra unión se hacía firme, al igual que cómo se hacia nuestra relación. Sinceramente, no sé cómo pude odiarla al principio, o bueno mejor dicho, no sé cómo pude hacerme creer a mí mismo que la odiaba.

Noah Collins es perfecta para mí, para la manada y lo será para nuestros futuros hijos, porque yo estoy seguro de que podré enmedar el error que tuve al dejar que Thomas tomara el control.

Lo díficil era que no sabía cómo hacerlo. Noah Alissa dijo que me creía pero eso no significa que me o nos perdonara, y yo quiero su perdón y su olvido respecto a eso. No quiero que recuerde que la lastime.

**Deja de quejarte, Dave —me gruñó Thomas.

*Ganas de golpearte no me faltan, Thomas. Solo si pudiera hacerlo... —espeté.

—Alpha —me giré hacia la voz masculina que me llamaba desde el marco de la puerta— Quisiera saber si la Luna se encuentra bien.

Fruncí el ceño y le gruñí.

—¿Acaso te gusta? —espeté.

—No, no, Alpha —levantó las manos mientras negaba con la cabeza— Es mi amiga.

—¿Cómo qué es tu amiga? —levanté una ceja— ¡Tú eres mi empleado y le sirves a mi mujer!

—Claro, Alpha, pero ¿ella se encuentra bien? —preguntó de nuevo.

Aparté la mirada de aquel chico el cual creo que se llama Sanders ¿O ese era su apellido? ¡Da igual! Lo único que importa es que es el empleado personal de Noah Alissa.

—Ella está en un lugar seguro —hablé evitando contestar— Volverá pronto.

*O eso espero.

**Nada de esperar, ella estará con nosotros. Seguro —replicó Thomas.

*Decías odiarla, imbécil.

**Y la odio, pero ella debe de estar con nosotros —contestó dudoso.

—¿Puedo ir a servirla en dónde está? —preguntó y gruñí— La podré mantener a salvo.

—¿Dudas de la eficiencia de mi Beta Blake Adrich y de tus compañeros lobos?— levanté una ceja.

—¡Claro que no, Alpha! —habló nervioso— Es solo que... le voy a ser sincero.

—Adelante —bufé.

—La señorita Collins es mi amiga, ella es una persona importante para mí y usted... —me cruce de brazos—... desde ayer que usted volvió en la madrugada corre el rumor de que lastimó a su Luna.

Putos chismosos asquerosos.

—Me alegra que te preocupes por tu Luna, pero... —me interrumpió.

—Todos estamos preocupados por ella, todo el personal y varias personas me han preguntado por ella —le gruñí cuando me interrumpió— Disculpe.

LO SIENTO, ERES MÍA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora