Los Ángeles, California.
Capítulo 6 : Dave.
Mustang negro.
—No me vas a prohibir nada. Tú eres mía, yo decido sobre ti, soy tu dueño —dije con voz firme.
—¡Tú no eres nadie para mí! —gritó furiosa.
Me quedé estudiandola. Su pelo rubio estaba algo desordenado, sus mejillas acompañadas de sus pecas estaban enrojecidas ya sea por la ira o por la lujuria, además de que sus labios estaban hinchados y enrojecidos por mi asalto brusco y su respiración estaba agitada. En sus muñecas habían unas leves marcas de mis dedos, no me había dado cuenta de la fuerza que había utilizado en su cuerpo y no quería imaginarme las marcas en sus peligrosas caderas. Entonces lo olí, además, de su aroma a flores silvestres también había olor a sangre.
—¿Te hiciste mucho daño? —pregunté intentando no sonar preocupado ya que ya había cometido el fallo cuando la llame "mi Luna".
—Fue por tú culpa —dijo para luego mirar hacia unas pequeñas ventanas que habían cuando el sonido de las sirenas de policía empezó a sonar más fuertes.
Oí un click y la miré alarmado, pero para entonces ella ya había abierto la puerta y había salido corriendo por el pasillo. Comenzé a perseguirla por unos pasillos que no había visto.
—¡Hannah! —grité intentando cogerla.
La tenía frente a mí, me tiré sobre ella tackleandola y luego retuve sus manos pero ella alzó su rodilla antes de que pueda contenerla y caigo a un lado por el dolor. Observo como se levanta.
**Venga, joder. Cogela ¿Como se te puede escapar una maldita humana? ¡Eres un hombre lobo! —dijo Thomas furioso.
Me levanté del suelo y corrí hacia ella que me había cogido ventaja. Doble una esquina y miré que ya casi la tenía, entonces la ví volver a doblar una esquina, fui por donde ella había ido y salí afuera de ese sitio. Habíamos salido por la parte trasera de ese lugar asqueroso.
Un coche negro mustang apareció, había un chico dentro mirandonos con el ceño fruncido, Hannah se subió al coche con prisa y yo corrí tras el coche pero no pude hacer más ya que el sonido de la policía sonaba demasiado cercano y no podía transformarme en lobo.
*Maldita sea, Dave ¿Como la has dejado escapar? —me reprochó Thomas.
La encontraré ¿vale? Te prometo que lo haré y no descansaré hasta hacerlo —aseguré
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LO SIENTO, ERES MÍA.
Hombres Lobo-¿Porque no me mirás a los ojos? -preguntó con un tono burlón. -Porque no le veo nada de interesante a tu ser -respondí simple. -Deja de estar a la defensiva, Noah -pidió con voz más suave- Hemos venido a hablar de nosotros aquí. -¿«Hemos»? ¿«Nosotr...