Capitulo 20. Las batallas contra las mujeres son las únicas que nunca se ganan

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Capítulo 20. Las batallas contra las mujeres son las únicas que nunca se ganan.

Cara entró a su habitación, las luces estaban apagadas, corría aire dentro del cuarto, las cortinas blancas se zarandeaban, el enorme ventanal que se hayaba en medio de la habitación estaba abierto. La chica salió a asomarse por el balcón por si alguien había entrado.

¿Pero qué mierdas?, ¿alguien había entrado en su habitación?

Mientras la chica estaba pensativa en el balcón, escuchó una voz.

-Parece que necesitan mejorar su seguridad.

¡Joder! Exclamó Cara.

Jace se encontraba refugiado en las sombras de la oscuridad que le brindaba la habitación.

-¡Demonios Jace! Me asustaste, ¿qué haces aquí? debes irte, si mi padre te ve…

El chico acortó la distancia entre los dos, la tomó por los hombros y la apartó del balcón para trasladarla dentro de la habitación. Acto seguido, la empujó contra la pared, le sujetó las manos con una especie de cordón detrás de su espalda para que la chica no se pudiera mover. Jace se quitó la camisa y a los segundos se deshizo de la blusa de Cara, mejor dicho la destrozó.

-¡Mierda, te voy a violar enserio! Me he estado conteniendo desde ayer, no he parado de pensar en ti.

Jace empezó a besarla, pasando de lo pasional a lo animal, mientras con sus manos acariciaba todo el cuerpo de la chica.

Cara sentía que habían sido años desde su último beso, sus caricias, ¡Dios mío! Se estaba volviendo loca, ya ni siquiera le molestaba que le hiciera eso, le encantaba, pero no se atrevía a decírselo, sería demasiado vergonzoso, aunque no era necesario, su cuerpo le daba a entender a Jace lo mucho que disfrutaba que él la atacara de esa forma.

La chica le devolvió el beso con la misma intensidad, con el mismo deseo de estar junto a él. Lo extrañaba, extrañaba su contacto carnal, anhelaba su boca, esa boca que la hacía enloquecer, la sensación de tenerlo sobre ella la hacía desvariar.

Jace se apartó a escasos centímetros de Cara, jadeaba, no podía hablar bien, le costaba respirar.

-Esta… esta es… esta es mi venganza.

La chica no pudo más que emitir un gemido de placer y tratar de mantener la cordura, no quería lucir desesperada.

-¿Eh? Ven… ah… ¿venganza?, ¿a qué te refieres?- Cara jadeaba igual que Jace, no había respirado en algunos minutos.

-Por favor estate quieta, eres mi presa.

Jace deslizó su mano debajo de los pantalones de Cara y continúo hablando mientras le acariciaba la entrepierna.

La chica soltó un suspiro y un gemido.

-No… ah… no te entiendo… por favor… no… saca tu mano… ah… por favor.

Jace se acercó hasta quedar a la altura de su oído sin dejar de tocarla, susurrándole.

-Por lo de esta mañana, preciosa.

Cara concentraba toda la cordura que le quedaba para tratar de procesar las palabras de Jace.

-Pero… ah…, aahh… no hice… ah… nada-. La chica se mordía el labio del placer.

-Me encanta ver que lo disfrutas tanto como yo, Broggi- Jace empezó a besar su cuello.

Eso casi la hace enloquecer por completo, pero el chico se encargaba de hacer pequeñas pausas para que Cara comprendiera lo que le estaba tratando de decir.

¡Si quieres paz, prepárate para la guerra!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora