¡Si quieres paz, prepárate para la guerra!

Capítulo 28. Sabotaje

Capítulo 28. Sabotaje

Toc-toc-toc

-¿Señorita Cara?

toc-toc-toc

-Señorita Cara, ya es medio día, el ensayo de su boda empezara en media hora, la Señora Eleonor dice que se tiene que levantar.

Cara estaba acostada en su cama, aún medio dormida, pensando.

¿Mi boda? ¿cuál boda? al demonio con las bodas, empezaba a odiarlas, estaba acostada en su cama con alguien más ¿de quién se trataba? la abrazaba y parecía feliz, ¿estaba sonriendo? ¿de quién era esa sonrisa? era tan linda, empezaba a sentirse feliz ella también, ¿qué era este sentimiento?... abrio los ojos de par en par.

¡OH POR DIOS! ¡ERA JACE! La chica sin querer lo pateo.

-¿Por qué me pegas? - dijo Jace bostezando.

-Shhhh.... perdona- susurro Cara- no hables fuerte- Eh... eh... si, Esther, ya estoy despierta, gracias.

Cara estaba un poco alarmada ya eran las 12 del medio día, se había olvidado por completo del asunto de los ensayos, ella creía que su padre lo decía solo por el enojo del momento.

Jace alcanzó a escuchar lo que dijo Esther, la tomó entre sus brazos y dijo:

-Nunca dejaré que te cases, nunca.

La estrecho con más fuerza.

-Yo tampoco quiero y tampoco lo voy a permitir, mi padre debe saber que esta mal tomar esa clase de desiciones solo por querer superar a tu padre.

-¿Mi padre?

-Nos casará a April y a mí solo para fusionar su empresa con la del papá de Logan y así ser la número uno del país, no le gusta estar al mismo nivel que tu papá.

-Dilan me comento algo así.

La chica asintió.

-De todos modos, te tienes que ir ya, es tarde y tengo que ir a esos ensayos si no quiero que se desate la tercera guerra mundial.

-Solo me iré si me dices que me amas, quiero escucharlo otra vez, ¡Oh Julieta! yo un Montesco quiero escuchar la confesión de mi peor enemigo una Capuleto, porque he caído rendido a tus pies.

Cara se hecho a reír.

-¡Oh por Dios! si que te afecto en las neuronas mi Romeo, tus deseos son órdenes para mí. Yo una Capuleto te confieso mi amor, a ti, un Montesco, un idiota y un pervertido, pero más idiota soy yo por haber caído por ti.

Jace río y se acerco para darle un ligero beso.

-Ahora mi amada debo partir a mi castillo maldito, donde un malvado hechicero me custodia y me impide ser feliz, ¿podrías tu deshacer la maldición que yace sobre mí?

-Jace ya vete.-dijo divertida la chica.

El chico se sonrojo, se dió cuenta de lo que estaba diciendo.

-Pues vaya, hasta me pongo a decir poesía, ¿que tan loco me traes? esta bien me iré, pero volveré en la noche de nuevo.

-No, esper....

Jace se levantó rápidamente la beso en la frente dejandola muda y salió por el balcón, sin dejar huella.

Cara se sentía muy feliz, era algo nuevo para ella, esa emoción tan regocijante que recorría todo su cuerpo, su corazón no dejaba de darle cosquillas, era una paz muy extraña, ya no tenía ganas de tener una guerra con Jace, ahora solo quería la paz. ¿Qué extraño no? se dijo a ella misma, mientras se levantaba para lavarse el rostro y cambiarse de ropa, ¿quién lo hubiera imaginado? ¿en que momento sucedió esto? la vida no hacía más que sorprenderla más con cada día que pasaba.