But maybe I need you.

Capítulo 3. - David.

Emma.

-Pero Regina, tenemos que...- Antes de dejarme acabar la frase, desapareció en su nube de humo morada.

Tenía que hablar con ella, pero supuse que no era el momento. Acabo de aceptar casarme con Hook, aún no se muy bien por qué, y todo el mundo está celebrándolo en el el bar de la abuelita. Tengo que volver.

-¿Dónde habías ido, amor? -me preguntó mi recién prometido en cuanto me vio entrar.
-Quería tomar un poco el aire. -mentí.

Henry me miraba, con una ceja levantada y el ceño fruncido. Él sabía que estaba mintiendo. Él también vio a su otra madre salir. Y ahí, se me ocurrió la idea.

-Henry, ¿podemos hablar un momento?
-Claro, mamá.
Me lo llevé a una esquina, donde nadie pudiera escucharnos.
-Es por mamá, ¿verdad?
-Sí y no. Quiero que vayas a hablar con ella. Pregúntale que le pasa, necesito saberlo. Estoy preocupada.
-¿Y...?
-Y...Henry...¿Que opinas de mi compromiso con Hook?
-¿Qué opinas tú?
-Yo...¿Qué opino? Esto...
-Quiero que seas feliz, mamá. ¿Te hace feliz? Cásate con él, pero si tienes dudas deberías pensar las cosas.
-Es increíble que sea mi hijo quién me esté dando consejos. Estoy hecha un lío- dije mientras miraba a Hook, que estaba hablando con mis padres, en la otra punta del bar.- le quiero y creo que casarme sería lo correcto, pero no sé si quiero compartir mi vida con él.-suspiré.- Vete a hablar con Regina y cuando sepas algo dímelo, por favor.
-Eso no puedo prometerlo. Si ella no quiere que lo sepas...
-Tienes razón. Habla con ella de todas formas. Estoy segura de que eres la única persona a la que quiere ver en estos momentos. -le dije mientras le colocaba el abrigo y le daba un beso en la frente.
-Adiós, mamá. Te avisaré si me quedo a dormir con mamá.
-Vale, cariño. Adiós.
Me quedé en la puerta hasta que le vi cruzar la esquina, justo en ese momento alguien me agarró de la cintura.
-¿Estás ignorando a tu prometido?- me susurró Hook al oído.
-Yo...No...solo...
-Shhhh...- y volvió a besarme. Le quiero. Claro que le quiero. Pero ya no siento ese cosquilleo en el estómago que sentía al principio. ¿Qué me está pasando?

-Vamos dentro. Aún no has hablado con tus padres.
Tenía razón. Mis padres.
-¡¡Felicidades, cariño!! Estoy tan feliz.-me dijo mi madre, mientras me abrazaba.
-Yo también.- mi padre estaba serio. Muy serio. La idea no le hacía nada de gracia. Me dió un abrazo y, sin que nadie más pudiera escucharlo me susurró al oído.- Te vas a casar con la persona equivocada. No es a él a quien amas.
-¿Qué?- dije, sorprendida, en un tono bastante alto. Tanto mi madre como Hook se me quedaron mirando extrañados. Mi padre negó con la cabeza y se alejó de mí.
-David, tienes que aceptar la decisión de tu hija. -dijo mi madre, ajena a lo que mi padre me acababa de decir.
-Lo sé. -y antes de que nadie más pudiera decirle algo, salió del bar.
-No te preocupes, amor. Cambiará de idea.- Me dijo Hook, dándome un beso en la frente.
-Sí, eso espero.- contesté, aún un poco confundida por lo que mi padre me había dicho.
"Te vas a casar con la persona equivocada". Repetí en mi cabeza. ¿Como sabe mi padre que no amo realmente a Hook? "No es a él a quien amas". ¿Se estaba refiriendo mi padre a...? No. No podía ser. Ni yo misma lo tengo claro. Es imposible que él sepa algo.

-Emma, ¿va todo bien?- Mi madre me sacó de mis pensamientos.
-¿Eh?
-¿No has escuchado nada de lo que te he dicho? Te estaba diciendo que deberías pedirle a tu padre que sea el padrino de la boda. Seguro que le hace mucha ilusión e irá aceptando esto poco a poco.
-Sí...Iré a hablar con él. Volveré en un rato.

Era la excusa perfecta para alejarme de esa celebración de la que yo me había convertido en el centro de atención. Llegó el momento de hablar seriamente con mi padre y no para pedirle que fuese mi padrino.