Capítulo 16 - La ciudad del amor.

874 77 43
                                    


¡Aviso antes de que empecéis el capítulo! Las frases en francés las he sacado usando el traductor de google, porque yo no tengo ni idea de francés, así que si hay algún error lo siento. Para los que no sepáis francés como yo, he puesto la traducción al lado de cada frase. Espero que no haya errores muy grandes. Una vez más, ¡gracias por leer!

P.D.: El hotel Regina existe de verdad, las fotos que he añadido son de una suite del mismo hotel.

P.D.2: Siento muchísimo haber tardado tanto en actualizar, pero hay veces que las palabras no me salen y me bloqueo dándole vueltas una y otra vez a la misma frase y acabo borrando todo lo que escribo por frustración. Espero que os guste.

*********************

Emma

En cuanto salimos del aeropuerto cogimos un taxi que nos llevaría al hotel. El hotel Regina. Quería que el nombre fuese una sorpresa para ella, así que lo mantuve en secreto hasta que bajamos del taxi. Le puse una venda en los ojos y le hice caminar agarrada de mi brazo. Fue una tarea difícil puesto que yo cargaba con mi maleta y ella arrastraba la suya que no fue una sorpresa que fuese el triple de grande que la mía.

-Sigo sin entender por qué tengo que hacer el ridículo de esta manera, Emma.

-¿Ridículo? Solo llevas una venda en los ojos.

-Y voy agarrada de tu brazo arrastrando una maleta que me supera en peso y tamaño.

-Oh, pero no es culpa mía que te hayas empeñado en traer todo tu armario.

-Y no es culpa mía que no hayas querido decirme cuanto tiempo vamos a estar aquí.

Era gracioso ver a Regina discutir con los ojos vendados, sin saber en qué dirección mover la cabeza e intentando no tropezarse con sus propios pies. Ya faltaba poco para llegar a la puerta del hotel y yo trataba de contener la risa para no estropear el momento.

-No te he dicho cuanto tiempo vamos a estar aquí porque no lo sé. No he sacado billetes de vuelta.

-¿¡Qué!? Swan, ¿te has vuelto loca?

-¿Loca por qué? No sabía para cuando sacarlos y decidí no hacerlo. Nos iremos cuando nos apetezca.

-Bien, pues me apetece irme ahora. - Dijo soltando la maleta, con la venda aún en los ojos y cruzándose de brazos.

-¿Seguro? ¿No quieres ver primero el hotel? - Ya habíamos llegado a la entrada del lugar donde nos alojaríamos. Me acerqué a Regina por detrás y deshice el nudo de la venda. - Espero que disfrutes de tu estancia en el hotel Regina, majestad. - Le susurré al oído en cuanto le quité la venda.

Regina levantó la vista hacia las letras doradas que adornaban la fachada del hotel, donde se podía ver en grande HOTEL REGINA. Su boca se entreabrió pero no dijo nada. Estaba maravillada ante la elegante estructura del hotel y, supuse que, también ante mi ocurrencia de alojarnos en un hotel que llevaba su nombre.

-¿Y esto lo has pensado tú solita o ha tenido algo que ver cierto príncipe encantador?

-¿Mi padre? Sabía el porqué de este plan pero no me ha ayudado a elegir nada. - Mentí. Era cierto que la idea de alojarnos en aquel lugar había sido mía, pero antes de irme le pedí a mi padre que me diese un par de ideas para sorprender a Regina.

*******************

Tres días antes.

-Necesito que me ayudes, papá. Sabes que preparar cosas románticas no es mi especialidad y tú, bueno...Tú eres el Príncipe Azul, el marido de Blancanieves. Tienes que poder ayudarme.

But maybe I need you.Where stories live. Discover now