one on one.

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Eran las once de la noche y Marshall estaba preparado en aquel árbol como siempre. Se trataba de Eileen, una chica común y corriente para el mundo pero la única para Marshall.

Eileen siempre venía de trabajar muy tarde, digamos que siempre venía a las once. La chica trabajaba en un bar después de salir de la universidad y afortunadamente hoy era viernes.

—Sí, sí, luego te pasaré el link del texto por iMessage, ahora déjame en paz, es viernes–colgó la llamada y luego lanzó su teléfono a la cama. La chica se quitó la camiseta y los pantalones quedando en ropa interior; irónicamente a Marshall no le gustaba verla desnuda ya que el no era un stalker, simplemente quería conocerla desde una perspectiva diferente antes de poder hablarle. En donde estaba Marshall se podía escuchar la llave de la ducha. Según los cálculos del chico, Eileen siempre tardaba veinte minutos en bañarse y en efecto así era siempre. La chica se colocó el misma pijamas del día anterior y se ató su cabello en una coleta.

–Odio estas raíces negras–se dijo así misma mientras se veía su cabello en el espejo. A Marshall le encantaban como se le veían.

La chica abrió su laptop y tecleó youtube. Marshall río un poco y Eileen se asustó quedando totalmente paralizada —Qué mierda fue eso—susurró y disimuladamente tomó su celular y le envió un audio a su amiga con la voz temblorosa—. Mierda, creo que escuché a alguien reír, Mary—le dijo y luego tiró el celular para seguir en la laptop. La chica tecleó "caídas graciosas" en youtube saliéndole varios videos.

Marshall quien estaba encaramado de un árbol afuera del pequeño departamento, tenía una sonrisa dibujada en el rostro al escucharla reírse, pues según el la chica se veía adorable cuando hacía carcajadas.

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